analíticas
martes, 11 de diciembre de 2018
Sketch de Bárbara Maravilla, por Marta Alonso Berná
Hace un par de semanas se presentó en la Librería Joker de Bilbao el último trabajo de Marta Alonso Berná, Bárbara Maravilla. Afortunadamente el acto me pilló en un día que había solicitado librar con lo que pude ir desde el principio. Lo cierto es que la charla me resultó algo extraña. Normalmente a uno le entran ganas de comprar el libro y eso no pasó en esta. No sabría decir por qué. Lo cierto es que no hubo conexión entre quienes realizaban la charla y el público. Fue un tanto extraño. Tras el acto se celebró la sesión de firmas. Bastante corta. Prueba de lo que decía anteriormente. Yo conseguí ponerme en primera posición. Tenía algo de prisa. Me esperaban en otra parte. La autora me realizó este supersencillo sketch en apenas un minutillo. Tampoco remontó ahí el tema. Lo dicho, de principio a fin fue una charla extraña.
lunes, 10 de diciembre de 2018
Inktober de Meiko Satomura, por Zayas
Este fue el primer Inktober que compré y el último en llegar a mis manos. Pero aquí lo tengo ya conmigo. En cuanto su autor, Zayas, lo colgó en su tienda virtual me lancé a por él como un loco. Quizás si hubiera reflexionado un poco hubiera esperado algo más; pero eran los inicios del Inktober y uno andaba algo nervioso. Y lo digo porque posteriormente el artista ha colgado otros que me hubieran interesado seguramente más y tampoco han sido de esos que volaban según eran colgados. En cualquier caso, la decisión estaba tomada y esta pieza de la luchadora Meiko Satomura es mía. Imponente.
domingo, 9 de diciembre de 2018
Sketch de Ser con un Ojo, por Paco Alcazar
Junto a la página original, Paco Alcázar me envió un sketch de agradecimiento con uno de los personajes de las tiras que publicó en Orgullo y Satisfacción. Creo que es uno de los miembros de una familia postapocalíptica aunque no lo tengo claro. Con el tiempo lo averiguaré. No he leído esos cómics, lo siento.
viernes, 7 de diciembre de 2018
Página original de Silvio José, por Paco Alcázar
Confieso que no soy comprador de los cómics de Paco Alcázar pero en el último Salón del Cómic de Getxo me quedé con las ganas de pillarle alguno. Es una espinita que se me quedó clavada. Son cosas que pasan sin más explicación. Me apeteció de pronto entrar en el universo de este autor. Sin embargo, pocos días después, el propio artista escribió entusiasmado en sus redes sociales que tenía un nuevo proyecto en marcha. Hacer un cómic centrado en las películas de Nicholas Cage. Una idea que, por cierto, le surgió tras un encargo de un coleccionista de Santurtzi. Feliz con la idea, y casi como agradecimiento, rebajó el precio en su web de cuatro páginas originales de Silvio José. Yo me dije a mí mismo que ahí tenía una inmejorable segunda oportunidad. Fui rápidamente a ojearlas y tras leer las historias me decanté por esta. Una página muy divertida de La Ley del Zoológico. Ahora entre los deberes para el futuro tengo el de comprar alguno de los álbumes de Silvio José. Por cierto, es la primera página original que compro en mucho tiempo. Así que esta adquisición me ha supuesto una doble satisfacción.
jueves, 6 de diciembre de 2018
Ilustración de Alpha, por Óscar Martín
El Mes pasado salió a la venta un nuevo tomo de Solo, en esta ocasión titulado Legatus. El mismo está centrado en su hijo adoptivo, Alpha. La Editorial Ominiky dio la posibilidad de adquirirlo junto con una ilustración original A5 de su autor, Óscar Martín. Por supuesto, yo me lancé de cabeza por esta opción. Este es un artista que me encanta y que nunca defrauda. Hace un par de semanas llegó a mis manos. El dibujo que me ha tocado, no lo dije pero no se podía escoger, es fabuloso. El protagonista con aire pensativo bajo la lluvia. Confieso que cuando Óscar enseñó sus ilustraciones mediante las redes sociales, las que más me gustaron eran las que incluían la lluvia. Pues mira por donde he tenido una suerte brutal y me ha tocado una de estas. Genial.
miércoles, 5 de diciembre de 2018
Sketch de Universo, por Albert Monteys
Hace cosa de dos o tres semanas, Albert Monteys celebró una charla en los encuentros que organiza el Azkuna Zentroa de Bilbao bajo el título Aurrez Aurre. Una vez más no pude disfrutarlo al celebrarse un día que trabajo; pero conseguí llegar a la sesión de firmas del autor. La pega, la de siempre, que uno se queda siempre el último de la fila o casi. En este caso, llegó otro chico todavía más tarde que yo. Para cuando accedí a la sala donde se celebró el encuentro, Monteys ya había dedicado varios ejemplares y había completado unos sketches de quitar el hipo. En plan página A4 absolutamente espectaculares. Por supuesto, eso tenía un precio para los que estábamos por atrás. Se alargaba sobremanera la espera. A falta de tres puestos para llegar mi turno cerraron la Biblioteca con lo que el artista tuvo que seguir dedicando ejemplares en un bar. Confieso que tenía grandes tentaciones de pasarle una hoja A4 pero finalmente en mi conciencia ganó la cordura y me conformé con el sketch clásico en la primera página del libro. A pesar de todo, Monteys me completó en muy poco tiempo un fantástico dibujo que hizo que valiera la pena la espera. Desde aquí agradecerle la paciencia que tuvo. La cola era bastante extensa y no bajó el ritmo en ningún momento. Un grande.
martes, 4 de diciembre de 2018
Boceto del Inktober Prototipo de Secador de Pelo, por Alex Orbe
Junto al Inktober de Forbbiden Planet que adquirí, llegó en el sobre un regalo. El boceto de otra de las ilustraciones realizadas en Octubre por Alex Orbe. En concreto, la correspondiente al prototipo de uno de los primeros secadores de pelo. Me ha gustado tanto que creo que merece un post. Muchas gracias por el detalle.
lunes, 3 de diciembre de 2018
Inktober de Forbidden Planet por Alex Orbe
Uno de los autores que, ya el Año pasado, seguí con enorme interés durante el Inktober fue Alex Orbe. Entonces no llegué a adquirir ninguno aunque me quedé con las ganas. Así que me propuse comprar uno esta vez. Cual lobo acechando a su presa estuve esperando a encontrar la pieza que me convenciera al cien por cien. Y eso llegó con este que os muestro. Una ilustración de la película Planeta Prohibido. Tan pronto la vi pensé en mi cabeza que era para mi. Y así fue. A toda velocidad entré en el menú de pago y completé todos los pasos. La ilustración está basada en una fotografía del rodaje. Una magnífica pieza. Además el envío llegó con un regalo que os mostraré en el siguiente post.
jueves, 29 de noviembre de 2018
Inktober de Eunuco, por Javi de Castro
El inktober de este año de Javi de Castro lo seguí con interés pero no llegué a comprar ninguna de sus piezas. Como podéis observar, y aún no están todas, compré muchas ilustraciones y no quedaba más remedio que renunciar a otras. Sin embargo, una vez terminado el Mes de Octubre, el artista rebajó el precio de sus inktobers de hace unos años. Rápidamente fui a mirarlos y me llevé la agradable sorpresa de que entre ellos había varios que estuve a punto de comprar en su día. Estaban prácticamente regalados así que, sin dudarlo, compré uno de ellos. En concreto el de este esclavo que tiene pinta de ser un eunuco. Una obra del año 2016. Vivan las rebajas.
miércoles, 28 de noviembre de 2018
Inktober de John Difool, por Nadar
Nadar es uno de los habituales en mis compras de Inktober. Aunque no siempre los productos que saca a la venta son de mi agrado. Algunos los dejo pasar. Sin embargo, en cuanto vi este John Difool quise hacerme con él y me lancé a completar los datos del pedido. Con rapidez que ya me ha pasado lo de que en el último paso se me adelante otro comprador. Eso me ha ocurrido con Albert Monteys. Creo que ya lo he contado. Una cosa que tienen de buena los Inktober de Nadar es que tienen un tamaño muy majo. Son A4 y se ven espectaculares en las manos.
martes, 27 de noviembre de 2018
Inktober de Domino, por Roger Vidal
Yo me informaba de los numerosos inktobers a través de las redes sociales. Este año, limité mi área de caza a los autores nacionales; que ya de por sí eran unos cuantos. Mirando por ahí encontré una impresionante ilustración de la Furiosa de Mad Max realizada por Roger Vidal. Rápidamente me puse en contacto con el artista para adquirirla. Para entonces ya tenía numerosos pretendientes y un solo comprador que, por supuesto, no era yo. Pero Roger me informó que si estaba interesado en algún dibujo de los siguientes días podía reservarlo. De su lista solo vi tres que me llamaran la atención. Domino, la Comandante Ripley y Sarah Connor. Me decanté por el mundo del cómic. Sin embargo, cuando el autor me preguntó qué versión del personaje quería le dejé libertad absoluta. Finalmente se decantó por la cinematográfica. La que aparece en la última película de Deadpool. No sé por qué pero desde el principio había tenido el pálpito de que era esa la que iba a dibujarme. Y no puedo estar más contento. Una ilustración perfecta y otro autor a seguir con mucho interés.
lunes, 26 de noviembre de 2018
Inktober de Space Wolf, por Fran Collado
Aunque Fran Collado ya me advirtió que su dibujo de Space Wolf no iba a tener nada que ver con el universo Warhammer 40.000 decidí reservarlo. No sabía qué esperar. Un militar curtido, un animal espacial...era una incógnita total. Lo cierto es que eso es parte del atractivo de participar en esto. Tras esperar unos días, llegó el momento de ponerse a dibujar mi inktober. Al final el autor se decantó por la primera opción. El militar con aire soviético. Aunque acompañado de un fiel lobo. Y qué decir de su ayudante...Absolutamente genial. El estilo de Fran me encanta. Tiene un aire retro que me enamoró tan pronto lo vi el año pasado. Por esa razón, tenía clarísimo que en esta ocasión no iba a dejar escapar la oportunidad de hacerme con una de sus piezas. Este artista es una apuesta segura.
jueves, 22 de noviembre de 2018
Inktober de Mercenary, por Triz
La pareja de artistas formada por Bea Tormo (Triz) y Fran Collado (Sir Franagan) eligieron el tema, en mi opinión, más interesante para el Inktober. Los viajes galácticos. Entre la lista descubrí que uno de los días tenían previsto dibujar un Space Wolf. La combinación de la Galaxia y Lobos Espaciales me hizo pensar inmediatamente en el Universo Warhammer 40.000. Aclararé que en su caso tenía clarísimo que me iba a hacer con un inktober de ambos. Como permitían reservar dibujo me puse en contacto con ellos. Les consulté si tenían previsto basarlo en el Universo de Games Workshop y Fran me aclaró que no iban por ahí los tiros. Que sus dibujos no iban a tener relación con ningún universo creado previamente. En cualquier caso, seguía interesado en sus ilustraciones. Para Triz escogí el tema del mercenario espacial. Esperé pacientemente y cuando llegó el día indicado me mandó una muestra. En realidad, me lo envío un par de días antes dado que adelantaron algo el trabajo para evitar que les coincidiera con un viaje. El resultado fue tal y como lo imaginaba. Fantástico. Me encanta el estilo de Triz. Era una apuesta segura y no me defraudó. Su mercenaria con el bicho de tentáculos atrapado en la caja es, sin duda alguna, una maravilla. Me encanta esa curiosa forma que tiene de ver la perspectiva.
martes, 20 de noviembre de 2018
Inktober de Creepy Carol, por Antonio Hitos
El Mes de Octubre coincidió el Salón del Cómic de Getxo con el Inktober. Y este año estuvo especialmente nutrido. Han participado numerosos artistas y el resultado de algunos dibujos ha sido fabuloso. Una vez más, los más reñidos, los dibujos de Albert Monteys. Ya os adelanto que no logré hacerme con ninguno a pesar de haber tenido uno en la bandeja de compra. Sin embargo cuando solo me faltaba dar a la tecla pagar, de pronto, desapareció. Demasiada competencia. Pero dejemos de lamentarnos y vamos con lo obtenido. Nada más terminar el Salón de Getxo comenzaron a llegar algunas de mis compras relacionadas con el Inktober. En principio quise reducirlas al mínimo pero es que no pude aguantar las numerosas tentaciones y finalmente me hice con unos cuantos. Uno de los primeros en llegarme fue este de Antonio Hitos quien, este 2018, ha centrado el evento en la Pandilla Basura. Cada día dibujaba una carta de un personaje. La mayoría se vendían bastante rápidas pero si estabas listo no era complicado hacerte con una. Yo por ejemplo conseguí al personaje Creepy Carol. Qué mona la niña...Pobrecita.
Sketch de Moby Dick, por José Ramón Sánchez
El responsable del stand aprovechó para decirme que también tenía dedicado un ejemplar de Moby Dick de José Ramón Sánchez. Me hizo mucha ilusión. Sacó mi lado más nostálgico. A este autor le veía de niño en la tele dibujando en los programas Sabadabadá o El Kiosko. En aquellos programas presentados por Verónica Mengod. También recuerdo obras suyas durante alguna campaña electoral del PSOE de los primeros años de la Democracia. Tener algo suyo era especial. Así que no lo dudé ni por un momento y lo compré. Así concluía para mí esta edición del Salón del Cómic de Getxo. Una cita que, en mi opinión, mejoró las de los últimos años a pesar de no haber traído autores pijameros del extranjero. Que es lo que más me tira. Qué le vamos a hacer...Nadie es perfecto. Aunque hay cosas que pulir el nivel estuvo francamente alto. Y los mayores problemas los tuve con la poca ética de algunos a la hora de las colas y las sesiones de firmas. Algo que deberíamos solventar cuanto antes o nos vamos a ganar a pulso la mala fama que portamos. Lo que más me indigna es que estos malos modos vienen de gente que viaja por toda España por múltiples salones y que tienen que tener miles de originales en sus casas. Chicos, por favor, hay que rebajar las expectativas. Es eso o nos cargamos la afición. No se puede pretender lograrlo todo caiga quien caiga. Se consigue lo que se consigue y punto. No hay que darle más vueltas. De momento, para el año que viene hemos provocado que vengan cambios en Getxo y que algunos stands decidan no traer autores marvel o DC. Por favor, démosle una vuelta seria al tema.
lunes, 19 de noviembre de 2018
Sketch de El Espíritu del Escorpión, por Pablo Caballo
Dando la última vuelta por el Salón del Cómic de Getxo pasé junto al stand de Panini Cómics. Creo que era ese, ahora mismo no lo tengo claro al cien por cien. La cuestión es que tenían expuesto un ejemplar de El arte de Bernet. Recordé que hacía un par de años lo tuvieron a la venta firmado con sketch. Pregunté al encargado si el autor les había dejado alguno dedicado y me contestó negativamente. Tampoco es que tuviera intención de comprarlo. Ya lo adquirí en 2016. Pero de pronto recordé que el día anterior había visto en ese mismo stand firmando a Pablo Caballo. Es de esos momentos que notas que dentro de ti se ha encendido una bombilla. Rápidamente pregunté si el artista había dejado alguno en el stand. La respuesta fue afirmativa. Le quedaban dos. Me quedé con las ganas de comprarle uno el día anterior dado que andaba justo de tiempo. Esta era mi oportunidad. Saqué mi tarjeta y me llevé este ejemplar con ese rostro aterrador dibujado. Por cierto, el segundo libro se lo reservé a un colega de Getxo.
domingo, 18 de noviembre de 2018
Sketch de Encuentros Cercanos, por Anabel Colazo
Regresé a la carpa del Salón del Cómic de Getxo para dar una última vuelta. En el stand de La Cúpula me encontré a Anabel Colazo. En ese preciso momento estaba tranquila. No tenía a nadie. Un día antes había coincidido con ella firmando junto a David Rubín. Decidí hacerme con su cómic Encuentros Cercanos para que me lo dedicara. Ella se puso a dibujar y en cuestión de minutos me lo llevé con un bonito sketch. Por cierto, me llamó la atención la letra tan bonita que tiene a la hora de firmar los cómics. Tocaba ir despidiéndose de Getxo. Aunque todavía iba a conseguir algo más.
sábado, 17 de noviembre de 2018
Sketch de Robin, por Marcos Martín
Una vez conseguido mi sketch de Iñaki Holgado había cubierto todos mis objetivos del Domingo. Como veis no eran muchos. Pero había programada una nueva sesión de firmas de Marcos Martín. Yo había ido pronto a la Kultur Etxea para conseguir un buen turno. Lo adelanté en el anterior post; pero no conté todo. Cuando salió el chico encargado de repartirlos preguntó si había alguien allí de los damnificados por la promesa incumplida por la Organización y que todavía no hubiera conseguido dibujo. La intención era darles los primeros puestos. Lo cierto es que no había ninguno y en mi caso ya había conseguido un sketch en la segunda sesión de firmas. Al final, logré, creo recordar, la tercera posición. Tras hacer algo de tiempo, regresé para ocupar mi sitio. Llegó el autor y se sentó en la mesa para comenzar las dedicatorias. Me pareció escucharle que le decía al que tenía delante que ya había estado ayer. Tras él llegó mi turno. A ti también te conozco de ayer, me dijo. Yo le reconocí que sí. Francamente me sorprendió bastante el reproche. En todos los salones que he estado solemos estar los mismos prácticamente en todas las colas y lo de repetir autor es, sinceramente, algo tan normal y habitual como que llueva en Bilbao. De hecho si echaba la vista atrás el noventa por ciento de las caras era conocida. De todos modos, respeto el enfado del artista. Es entendible. Lo habitual no es siempre lo correcto. De haberlo sabido antes no hubiera madrugado para acudir a esa sesión de firmas. Por si fuera poco, le entregué un ejemplar de Robin Año Uno. Nada más cogerlo, Marcos me dijo que este se lo tenía que haber pasado a Javier Pulido. Yo no entendía nada. Pensé incluso que me había equivocado de cómic; pero recordé que su nombre aparece en los créditos del mismo. Hice dos páginas, me contestó. Yo tuve la tentación entonces de meterme debajo de la mesa y no salir en todo el Domingo. En mi edición del Robin Año Uno no se aclaraba lo realizado por cada uno de los autores y yo siempre había pensado que cada uno de ellos habría completado la mitad del cómic. Normal. Así que me resultaba imposible distinguir donde acababa uno y empezaba el otro. Qué estúpido no haber traído los cómics de Marcos de Spider-man que dejé en casa. A pesar de todo, me dedicó el cómic con un bonito Robin. Salí de la fila con un sabor superamargo. Me consta además que posteriormente el artista se quejó a la Organización por el tema de la repetición en las colas. Y parece que se van a tomar cartas en el asunto para el año que viene. Getxo me da la impresión de que sería pionera en ello. Y no me parece mal. Aunque antes creo que debería meterse mano a la gente que le pide al artista dos o tres dibujos en el mismo turno. Eso se da en cada sesión de firmas y pocas veces se le pone freno. Es más yo denuncié esto en una ocasión en este Salón y lo que me llevé es un rapapolvo de Laureano de Astiberri. No lo entiendo. Menos, cuando minutos antes había anunciado un dibujo por persona. Por cierto, que en mi defensa diré que es cierto que yo conseguí dos sketches de Marcos; pero uno de ellos lo logré en un stand totalmente ajeno a la Organización. También diré que si hubiera conocido antes la incomodidad del artista me hubiera ahorrado la cola. En cualquier caso, mis disculpas para Marcos.
Sketch de Verdún, por Iñaki G. Holgado
Y llegamos al Domingo. Ese día mi máximo interés era conseguir la dedicatoria de Iñaki Holgado en mi tomo de Verdún. Con todo madrugué un poco para tener buena posición en la segunda sesión de firmas oficial de Marcos Martín. Tras coger mi ticket. Un estupendo número tres, creo recordar, me marché a la carpa del Salón del Cómic. Tenía cerca de una hora para explorar. Lo primero que hice es acercarme al stand de Xabiroi. Tal y como estaba previsto allí estaba Iñaki. Rápidamente me dirigí hasta allí y le pasé mi ejemplar del segundo volumen de Verdún. El autor, tan amable como siempre, me dedicó un bonito sketch de la protagonista de la historia. A partir de ahí, la mañana se presentaba muy tranquila.
jueves, 15 de noviembre de 2018
Inktober de Trinity, por Xcar Malavida
Llamé a mi mujer para que viniera a recogerme a Getxo. Mientras esperaba a que llegase decidí dar otra vuelta por la carpa. Cuando pasé por el stand de Malavida me acerqué para comprobar si seguían a la venta los fantásticos inktobers de años pasados de Xcar Malavida. En concreto había visto una Trinity y una Sarah Connor espectaculares. Me puse a ojear la carpeta y continuaban allí. Francamente me sorprendió bastante que nadie se animara a comprarlos así que decidí dar hogar a uno de ellos. El primero que había llamado mi atención, la Trinity de Matrix. Sin duda alguna este Salón del Cómic ha tenido un nombre para mí, Xcar Malavida. Todo un descubrimiento.
miércoles, 14 de noviembre de 2018
Sketch de Batman, por Álvaro Martínez
Cuando terminó de firmar David Rubín observé que la organización volvía a preparar las mesas para la siguiente sesión de firmas. Era el turno de Paco Alcazar, Álvaro Martínez y Dario Adanti. No lo comenté en los anteriores posts pero en el stand de Joker, junto a Marcos Martín y Javier Rodríguez también estuvo firmando Álvaro Martínez. De hecho, él hubiera sido mi objetivo en el caso de haberse mantenido las colas de la mañana. Todavía podía conseguirlo. También aprovecho para comentar que, lamentablemente para mí, Javier Rodríguez no tenía ya ninguna obligación más con la organización con lo que ya no tendría ninguna oportunidad de conseguir un sketch suyo. Ni tan siquiera llegué a estar en alguna de sus colas en sus tres sesiones de firmas. Una lástima. Pero, como dije, no siempre se consigue todo lo que buscamos. Hay que asumirlo con deportividad y seguir para adelante. La cuestión es que no tenía ni idea de que Álvaro iba a estar ahí y me llevé una gran alegría. Cogí mi ticket y esperé. Debo decir que el artista traía sus propias hojas y realizó unos sketches magníficos. Una vez más me pasó que bajó ligeramente el ritmo con el mío. Según llegué donde él me dijo que me iba a dibujar un Batman, si no me importaba, dado que era un personaje que controlaba bien y por hacerlo lo más deprisa posible. Por supuesto accedí. Realmente no tenía claro qué pedirle. Aunque en mi balanza destacaba sobre todo por el Caballero Oscuro. Es mi segundo sketch de Álvaro y todavía no tenía a Batman. Me pareció perfecto. Fue un placer ver como tomaba forma el dibujo. Y el resultado final es fenomenal. Un Batman realmente chulo. El día lo daba por terminado. Pero todavía me quedaba una bala por gastar.
martes, 13 de noviembre de 2018
Sketch de Sherlock Frankenstein, por David Rubín
Confieso que yo pensaba que para mí ya había terminado el día en el Salón del Cómic de Getxo. Sin embargo, estaba muy equivocado. me deparaba todavía un par de agradables sorpresas. Tras lograr mi sufrido sketch de Marcos Martín, conseguido tras aguantar dos largas colas de dos sesiones de firmas, me dirigí a la Kultur Etxea de Romo. Sabía que allí estaba David Rubín. Fui con pocas expectativas. Para entonces su sesión de firmas ya estaría prácticamente terminada. Cuando llegué a la sala me lo encontré en plena faena con un par de personas esperando. De hecho estaba completando un sketch del Caballero Luna increíble. Al principio cuesta verlo. Parece más un manchurrón pero al fijarte bien empiezas a descubrir la capucha y máscara del desequilibrado personaje. Pregunté si podía colocarme en la cola y desde la organización tras meditarlo un poco decidieron dejarme pasar. No solo a mí. También a otro chico que iba detrás. De hecho fuimos los dos últimos. Comprobé que David estaba para esa hora algo desatado. Completando los sketches con enorme rapidez. Aunque incluso así sus dedicatorias suelen valer mucho la pena. Tras esperar muy poquito le entregué mi ejemplar de Sherlock Frankenstein. En cuestión de treinta segundos el artista había completado mi dedicatoria con la imagen del villano protagonista. Tanto es así que el propio David me comentó al devolverme el cómic que no haría falta que lo pusiera a cámara rápida. Razón no le falta. A pesar de ello, el sketch está muy bien. Refleja toda la esencia y energía que pone el autor gallego en cada sesión de firmas. Algo que se agradece.
lunes, 12 de noviembre de 2018
Sketch de The Private Eye, por Marcos Martín
Y llegamos a otro de esos momentos complicados de este año en el Salón del Cómic de Getxo. La segunda sesión de firmas oficial de la mañana. Protagonizada por Marcos Martín, Javier Pulido, Javier Rodríguez y Natacha Bustos. Mis objetivos eran Marcos y Rodríguez. Pero sabía que me tendría que conformar con uno de ellos. Como ya comenté en mi anterior post, muchas de las personas que visitaron la localidad vizcaína de fuera de nuestras fronteras habían renunciado a la anterior cita de firmas para situarse adecuadamente los primeros en esta cola. Tras conseguir mi sketch de Camille Jourdy subí las escaleras para recoger mi ticket. Tenía dos opciones o el número 17 para Rodríguez o el 19 para Marcos. Dado que mi interés principal estaba en el segundo me decanté por la cifra más alta. Todavía había algo de tiempo así que decidí pasearme entre los stands de la carpa. Allí me encontré con un aficionado de Asturias. Sin dudarlo, me comentó que tenía tres tickets. Yo no daba crédito a lo que escuchaba. Poco después descubrí que la mayoría habían conseguido múltiples números saltándose la norma y engañando a la organización. Por lo visto cogían un ticket y volvían a la cola y como el que repartía no les conocía ni se percató de que estaban repitiendo. Algo decepcionado por lo que estaba oyendo volví a la Kultur Etxea para intentar conseguir mi sketch de Marcos. Me situé en la cola y esperé. Desde la organización se informó que iba a dedicar hasta el número 25. Algo que se agradece para no esperar para nada. Os aseguro que fue muy frustrante observar como había gente que conseguía firmas de Natacha Bustos, Javier Pulido o Javier Rodríguez y posteriormente se situaban delante mío en la fila de Marcos. Como digo había gente con hasta tres tickets saltando de un autor a otro con total impunidad y por si eso no fuera poco los tenía delante en mi fila. Muy indignante. Y aquí no hecho la culpa a la organización. Un error lo comete cualquiera. La culpa es de los aficionados dado que se les había explicado claramente las reglas y se las pasaron por el arco de triunfo. Otra vergüenza. Vuelvo a repetirlo y no me cansaré. No sabemos comportarnos. Cuando uno actúa con semejantes ansias debe reflexionar. Quizás esta maravillosa afición se esté convirtiendo en una obsesión enfermiza que nos hace transformarnos en gente sin escrúpulos. Hay que darle una vuelta. De seguir así vamos a ganarnos a pulso la mala fama que, por lo que estoy viendo últimamente, comenzamos a tener. Lo peor de todo es que llegó la hora del cierre y seguía teniendo cinco personas por delante. La organización se comprometió a mantener el orden en la siguiente sesión de firmas que era por la tarde en el stand de Joker o Astiberri. No recuerdo bien. Tras una hora y media de espera salí de allí con las manos vacías. Me fui a comer con una sensación agridulce. Contento por lo conseguido, un sketch de Jason Lutes y otro de Camille Jourdy, pero decepcionado por lo que había visto. Dado que no me fiaba un pelo, volví a la carpa temprano para hacer cola antes de su apertura. Para entonces ya había bastante gente por allí. Comenté como había terminado la sesión de Marcos y el tema de que se iba a mantener la fila. Algo que no gustó mucho a los que allí aguardaban. Me alegré de haber ido temprano dado que en ese momento detecté que era muy probable que no se mantuviera la promesa. Una vez abierta la carpa me dirigí al punto de firmas de Marcos. Antes le pregunté al responsable del stand si se iba a mantener lo dicho por la mañana y me contestó que no sabía nada del tema. Nadie se había puesto en contacto con ellos. Además no tenían nada que ver con la organización del Salón. Visto el percal me situé en la cola. Curiosamente terminé en quinta posición. La misma que me hubiera correspondido si se hubiera mantenido lo dicho. Cuando llegó la gente de la fila de la mañana y vieron que no se mantenía la palabra comenzaron los gestos de indignación ante el stand. Quejas, quejas y más quejas. No digo que no tuvieran razón. De hecho yo era uno de los afectados. Pero era evidente que no había nada que hacer y dábamos una imagen de nuevo lamentable. Llegaron los artistas, en este caso Marcos y Rodríguez, y comenzaron a dedicar cómics. Hubo quien incluso les interrumpió mientras firmaban para quejarse ante ellos y pedirles un favor especial. En principio, les escuché comentar que les atenderían en una cafetería posteriormente. Algo que desconozco si ocurrió. En cualquier caso, fue una imagen como mínimo triste. La sesión de firmas estuvo plagada de malas caras y malos gestos que, según se comenta, ha llevado a los responsables de ese stand a replantearse el traer autores del mundo de superhéroes para el año que viene. Visto el ambiente incómodo que se vivió allí. Tenemos lo que nos buscamos. Lo repito una vez más, lamentable. Es cierto que hubo un error de organización al hacer una promesa que no podían cumplir. Al menos en ese momento. Pero a estas alturas deberíamos ser más listos. Si algo quieres debes peleártelo con uñas y dientes sin fiarte de promesas que normalmente, a estas alturas de la vida y por nuestra experiencia, todos sabemos que pueden no hacerse realidad. Pero vuelvo a lo mío. Una vez llegó mi turno le pasé a Marcos mi copia de The Private Eye. Justo en ese instante el responsable del stand me preguntó qué número tenía yo. El cinco, le contesté. Me imaginaba lo siguiente. Le metió prisa al autor dado que la cola era bastante extensa. Vaya suerte la mía. Ja, ja, ja. Suele pasar. A pesar de todo el artista me dedicó un sketch fantástico en el cómic y salí muy satisfecho.
jueves, 8 de noviembre de 2018
Sketch de Rosalie Blum, por Camille Jourdy
Tras conseguir mi sketch de Jason Lutes me dirigí a la cola de Camille Jourdy. Lógicamente mi puesto anterior se había sobrepasado con lo que me coloqué al final de la fila. En cualquier caso, estaba muy cerca ya de ella. Tras esperar unos minutos llegó el momento. Le pasé mi ejemplar de Rosalie Blum y la artista con mucha delicadeza me dedicó un fantástico sketch pintado con acuarela. Como ya comenté en cada dedicatoria se esforzaba mucho. Lo cual es, sin duda alguna, de agradecer. Hago un paréntesis aquí para comentar que había un tercer autor en esta sesión de firmas. José Luis Sánchez. Quienes aguardaban su llegada llevaban ya una hora esperando y no aparecía. Por lo visto se perdió por el camino y no conseguía llegar con el coche hasta su destino. Aunque finalmente apareció. Yo salí del salón. La siguiente cita era la de Marcos Martín, Javier Pulido , Javier Rodríguez y Natacha Bustos y era muy consciente de que lo tenía complicado.
miércoles, 7 de noviembre de 2018
Sketch de Berlín, por Jason Lutes
Y llegamos al Sábado. El día más complicado del Salón del Cómic de Getxo con diferencia. El momento que llega el lógico desembarco de otros puntos del Norte de España. Jornada sembrada de momentos censurables que me llevó a quejarme amargamente en mi cuenta de Facebook sobre las actitudes de algunos coleccionistas de originales. Por la mañana, había programadas dos sesiones de firmas. La primera con Jason Lutes y Camille Jourdy y la segunda, a mediodía, con Marcos Martín, Javier Pulido, Javier Rodríguez y Natacha Bustos. Yo madrugué ese día para dirigirme a la Kultur Etxea, Casa de Cultura, de Romo. Cuando llegué a su puerta ya había varias personas esperando. Pregunté quién era el último y me quedé aguardando mientras charlaba con los compañeros. Cuarenta y cinco minutos más tarde comenzaron a llegar los colegas de otros puntos del país. Fundamentalmente de Aragón, Cantabria y Asturias. La mayoría llegaba interesado únicamente en la segunda sesión de firmas, la de Marcos Martín. Les informamos de la mecánica. Según la normativa de Getxo solo se puede coger un ticket aunque coincidan en la misma mesa dos o más artistas. Una vez completado el objetivo puedes intentar coger un segundo ticket del siguiente dibujante. Los tickets además se reparten una hora antes de cada cita. Está claro, ¿no? Pues parece que no. Aunque en esta ocasión también hubo un fallo de la organización que lo complicó todo. Y es que quien salió a repartir los papelitos era un chico que al que no le habían explicado nada. El pobre parecía un cristiano frente a los leones en el circo romano. Comenzó a dar los tickets de Jason Lutes. Yo esperé a que quien tenía delante cogiera el suyo y me hice con el mío. De pronto empezó a entregar a todo pichichi los de Camille Jourdy. Sin tener en cuenta si ya se había cogido para Jason. Dadas las circunstancias yo también me acerqué y cogí mi turno para ella. Allí se formó un tumulto considerable y es que cuando el chico dijo el nombre de la artista francesa alguien de los que llegaron bastante más tarde que yo gritó el nombre de Marcos Martín. Insisto en que ya habíamos explicado que los de esa segunda sesión se entregarían a partir de las once de la mañana. Todo el mundo se abalanzó sin orden ni concierto hacia el chaval de los tickets ante mi asombro. Como hienas ante una presa agonizante. Tuvo que saltar otro en defensa del encargado de la organización para salvarlo. La imagen, vista desde fuera, fue bastante ridícula. Allí empezó una discusión sobre si se habían dicho las cosas de buenas maneras o no; pero, lo cierto, es que la imagen que dimos fue absolutamente vergonzante. Parecíamos niños y creo que todos somos ya mayorcitos como para saber comportarnos. No hay que perder las formas. Ni ser tan ansiosos. No siempre se consiguen los objetivos. Y lo que no se logre ya se intentará en otra ocasión pero no caigamos tan bajo. Respeto a las normas y al resto de los compañeros. Bueno, tras el lamento, continúo. Bajé a la sala donde se celebraba la sesión de firmas y me coloqué en mi posición. Para mi sorpresa, frente a mí tenía a una de las personas que había llegado cuarenta y cinco minutos más tarde que yo. Todavía no consigo explicarme como pudo ocurrir. Qué capacidad tienen algunos. Es gente que va a mil Salones del Cómic por todo España y usan todo tipo de estrategias para colarse. Increíble. Yo solo he acudido a este evento de cómic este año, al menos en condiciones, y reconozco que me dio bastante rabia la situación. Como no era cuestión de montar otro show me resigné. Después de todo solo era un puesto más atrás y no estaba mal situado. Como comprobé que la cola de Camille Jourdy era más corta me situé en la suya. Sin embargo, me percaté de que era bastante más lenta que Jason y que mi turno iba a llegar en el momento que me tocaba con él así que decidí trasladarme de nuevo a la fila del autor de Berlín quien era el que más me interesaba. Enseguida llegó mi momento. Me preguntó si quería un personaje masculino o femenino y le di libertad. Jason me dibujó al protagonista del cómic.
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