Joan Mundet se portó muy bien conmigo este Salón del Cómic. Por eso quería comprarle algo en su stand. El único cómic que no tenía y que estaba a la venta era el Looking for Nobody. Me dirigí allí para adquirirlo. Sin embargo, para mi sorpresa, se había agotado. La única opción que me quedaba era comprar el integral de Capablanca lo que iba a suponerme un mayor desembolso. No me importó. Decidí pagar el dinero y disfrutar de nuevo viendo al autor dibujar el sketch sobre sus páginas. Le comenté a Joan que ya tenía todos los Capablancas dedicados con sketch. Más que nada para que no me repitiera el dibujo. Él lo entendió a la perfección. Antes de comenzar estuvo ojeando el cómic para coger inspiración. De pronto, comenzó a usar sus herramientas hasta completar este maravilloso dibujo de un bandolero español. Al tratarse de un tomo gordo, volvió a usar su lápiz tricolor. Genial.
Resulta que en el stand de Amaníaco también había cómics firmados de Capablanca. No llamaron mucho mi atención dado que tengo todos los números; pero, de pronto, detecté una portada diferente. Acababa de salir uno nuevo del que no tenía la menor idea. El vendedor me comentó que de hecho no salía a la venta hasta la semana siguiente. Le pregunté si tenía alguno de esos firmados. Revisó los que tenía y premio. Aquí tenéis el sketch de la Sexta parte de Capablanca dedicado por Joan Mundet. Es la primera vez que me dibuja a una mujer en esta serie. Con esas dos últimas adquisiciones llegó el momento de regresar a casa con unas fantásticas sensaciones. Tan solo se me había escapado Agustina Guerrero; pero el Domingo tendría otra oportunidad.
La serie Capablanca consta de cinco números que ahora han sido reunidos en un integral coloreado. Yo con esta última compra, el cuatro, los he conseguido todos. Los dos primeros los obtuve en un Salón del Cómic de Getxo, el cinco a través de una promoción de una tienda y el tres lo encontré firmado en una librería especializada de Vitoria. Solo me faltaba este. Por eso, me puse en contacto con Joan Mundet para consultarle si había alguna promoción activa en alguna tienda de España que me permitiera conseguirlo firmado. Tras un Mes de espera, llegó la contestación. Me remitió al comercio de Vitoria, Caracola Cómics. El problema es que ya estuve allí y no lo tenían. Por esa razón, accedió a mandármelo él mismo. El genial sketch es de Cervantes. El escritor de El Quijote, quien aparece en la aventura. Es estupendo dado que en todos los demás tengo dibujos del joven protagonista. Estoy muy contento. Igual hasta me pillo el integral. Veremos. A ver si hay alguna oportunidad interesante.
Como ya comenté en el anterior post, mi objetivo al entrar en Caracola Cómics de Vitoria era conseguir los ejemplares de Capablanca tres y cuatro firmados. Me acerqué al mostrador y consulté a la vendedora. Inmediatamente de debajo del mismo sacó varios cómics de la colección. En concreto, el uno, dos y el tres. De hecho, abrió este último y vi este genial dibujo del protagonista prisionero. Algo que ya adelanta una portada que me encanta. Cuando ya estaba prácticamente dando palmas en mi cabeza me dijo que antes tenía que llamar al jefe por si estaba reservado. Como ya os imagináis la respuesta fue negativa y pude comprarlo. Estoy supercontento. Ahora a ver como consigo el cuatro firmado. Por cierto, allí quedaron el uno y el dos para quien esté interesado. Esos no llegué a abrirlos pero dado que estaban separados junto al tres entiendo que también estaban dedicados.
La Librería Joker dio la opción de conseguir dedicado el último número de Capablanca, Cien Mil Doblones. Solo había que encargarlo en su tienda. Yo tengo los dos primeros números firmados, este es el quinto, y aunque me faltan el tres y el cuatro reservé mi ejemplar. La verdad es que no tenía grandes expectativas. En la publicidad aparecía el mismo sketch que tengo en el número uno y en un vídeo que vi a través de las redes sociales contemplé como dedicaba un ejemplar con ese mismo dibujo. Una vez me llamaron de la tienda para recogerlo acudí allí. Cuando abrí el cómic me llevé una grata sorpresa. Joan me había hecho una dedicatoria distinta. Además he podido ver otra de un compañero y tampoco tiene nada que ver con ninguna que hubiera visto antes. Estoy feliz. Ahora a ver si consigo pronto los números previos que me faltan.
Tenía tiempo y dinero para una compra más. La definitiva. Tras dar varias vueltas entre los distintos stands, decidí ir a lo seguro y comprar a alguien que me había encantado un día antes. Joan Mundet. Cogí el segundo número de Capablanca y se lo pasé para que me lo firmara. Me preguntó qué dibujo me había hecho el día anterior para no repetir. Le contesté que el personaje de perfil. Inmediatamente comenzó a dibujar. Esta vez no se acercó nadie a interrumpir la labor del artista. Todo un gustazo contemplarle. Sin duda, no me defraudó. Tras conseguir mi dibujo, me dirigí hacia la zona oficial de firmas para conseguir mi número para Ana Miralles. Todavía no lo habían repartido. Me coloqué el primero en una cola paralela que, poco a poco, fue creciendo. Tras cerca de una hora de espera me dieron el número uno. No podía creerlo. Por fin, la autora me iba a firmar su Waluk. Fue entonces cuando se acercó un aficionado y nos dijo que se comentaba que no iba a venir. Yo pensé que era una broma. Pero si ya me han dado el número y todo...No puede ser...Pasadas las siete de la tarde, la hora de la sesión, se acercó el que nos había pasado los tickets y nos confirmó que se suspendía el acto. Alucinante. Francamente, entiendo que alguien no pueda acudir a un evento por las razones que sean pero lo que no me entra en la cabeza es que la organización no lo comunique con la debida antelación a los aficionados. Es como un secreto de estado. ¿Es que hay que esperar hasta el último momento para ello? ¿Cuando ya llevamos esperando más de una hora en una cola? Además me hubiera evitado llevar todo el día el cómic en la bolsa...Como digo, no lo entiendo. Defraudado me fui al Salón de Actos para escuchar la charla de Chris Claremont. Un gusto. Así terminó para mí este año esta cita comiquera. Lo confieso, algo decepcionado con el nivel de autores (algo que era comentario general) y con un mal sabor de boca final. Una lástima.
