Tras conseguir la dedicatoria de Rubén Pellejero, me fui rápidamente a la zona oficial. No buscaba a Paco Roca. Estaría demasiado ocupado. Mi objetivo era Jon Mikel. Pensé que tendría bastante gente también. Este era sus primer Salón del Cómic de Getxo como invitado oficial y tenía un cómic recién publicado. Este Little Batman, Mes Uno. Sin embargo, cuando llegué a la sala me lo encontré solo. Me quedé bastante sorprendido. Quizás en ello tuviera que ver el hecho de que había presentado, días antes, el cómic en Bilbao. Además del cómic mencionado le llevaba un Batman: The Brave and the Bold americano. El número quince. Es lo primero que le pasé. Él se alegró de verme. Ya hemos coincidido en varias charlas. Le comenté que la grapa que le daba era para que me la firmara. Que el sketch lo quería para el otro, el Little Batman. Él me dijo que no, que también me hacía un sketch por la grapa. Llevaba un cuaderno y lo abrió. No vi pega para ello. Como digo, estaba solo. En ese momento apareció un chico. Le dijo algo que no entendí y se fue corriendo a comprar el cómic en algún stand. Vista la situación, le dije que primero me dedicara el Little Batman. Luego, en función de como estuvieran las cosas, ya decidiríamos sobre el otro. Él asintió y me dibujó este gracioso niño murciélago.
Y ya estamos en el sábado por la mañana. El día gordo del Salón. La cosa empezaba fuerte con sesiones de firmas de Paco Roca en la zona oficial y Rubén Pellejero en un stand. Decidí dejar a Paco para el domingo. Supuse que tendría importantes colas y quería empezar con buen pie. La verdad es que acerté de pleno. En las dos sesiones de firmas de Paco hubo movidas, las únicas de todo el Salón. Afortunadamente, las evité. Yo me situé en la cola de Rubén. El autor llegó puntual y comenzó a firmar. Yo le llevé un ejemplar del último número de Corto Maltés, La Línea de la Vida. Él me lo dedicó con uno de los sketches clásicos que hace en este tipo de eventos. Yo salí contento y satisfecho. Tal y como pretendía, comenzaba bien la jornada.
La segunda grapa que le compré a Kalitos fue otro número de La Guerra que dan las Galaxias. En concreto, el titulado Al Despertar de la Juerga. La verdad es que los títulos son geniales. Esta vez le pedí al autor que me dibujara a Fita Fitipalda. Kalitos demostró lo fácil que le resulta bajar al máximo el nivel de los sketches. Ja, ja, ja. No pasa nada. Que uno ya sabe a lo que va. De todos modos, me gustaría conseguir, al menos por una vez, un dibujo decente. Que se lo tome algo más en serio. Quizás se lo pida la próxima vez...¿Creéis que lo conseguiría? No lo sé...la verdad es que me haría ilusión. Ojalá pudiera ser del Comandante. Quizás perdería la esencia...Hay que pensarlo bien. Y así terminó mi primer día de Salón de Cómic. Nada mal. El sábado se esperaba la llegada de más grandes autores. Llegaba lo fuerte.
Cuando uno se acerca al stand de la Asociación Malavida en busca de Kalitos. Ya sabe a lo que va. Desde luego, no a por un buen sketch. Tengo ya unos cuantos y mi sensación es que, lejos de mejorar, van a peor. Pero es algo que, como digo, uno ya tiene asumido. Los cómics de Kalitos son divertidos así que vale la pena comprarlos. Lo del sketch es lo de menos. En esta última ocasión, el autor y yo no nos entendimos. Compré dos cómics. El primero que me firmó fue este ejemplar de Los Últimos Jevis, de la serie La Guerra que dan las Galaxias. Yo le pedí que me dibujara al Capitán. En realidad, me equivoqué de rango. El personaje se llama Comandante. Kalitos, algo confundido, me dibujó (quizás ese verbo sea mucho decir) al Capitán América. Entonces le indiqué que me refería al Capitán de la nave. "Ah...el comandante", exclamó. Rápidamente, me lo abocetó un poco más abajo. Un auténtico desastre. Ja, ja, ja.
Es fantástico cuando uno se encuentra con sorpresas inesperadas en los salones del cómic. En este de Getxo, la más grande creo que fue encontrarme con Garluk en el stand de Elkar. A este autor, hasta ahora, lo conocíamos en su faceta de colorista. Especialmente por haber trabajado en los cómics dibujados por Alex Macho. Resulta que estaba presentado un libro en euskera dibujado por él, Maurizia. El artista siempre se ha portado bien con los aficionados así que tocaba hacer lo mismo con él. Compré el cómic y se lo pasé para que me lo dedicara. Me enseñó un par que ya tenía dibujados para que eligiera el que más me gustara. Pero yo los rechacé. Quería grabarle dibujando el sketch de mi libro para el canal. Que tengo que darle de comer. Ja, ja, ja. Garluk me lo dedicó con este bonito sketch de la protagonista.
Raquel Gu era uno de mis grandes objetivos de este Salón del Cómic de Getxo y, en una tarde, habría completado mis objetivos con ella. Ya había obtenido su primer sketch un par de horas antes y ahora tenía la oportunidad de hacerme con el segundo en una sesión de firmas oficial. Hacia allí que me fui. Compartía sala con Fernando Blanco, autor de cómic americano. Y debo decir que los dos tuvieron una semejante cantidad de público. ¿Algo está cambiando entre los aficionados? Yo llevé a la autora un ejemplar de Margarita contra los Vampiros. Ella me lo firmó, usando la misma técnica que utilizó en la primera ocasión, con este bonito sketch. Aparentemente, poco quedaba por hacer aquel viernes por la tarde. Para mi sorpresa, más de lo que creía...Aún hay más.
Tan pronto supe que venía Joan Mundet a Getxo adquirí este ejemplar de Capablanca, Proceso a Jerónimo. Se trata del último número de la colección. Todos los demás los tengo dedicados. Hasta la siguiente sesión de firmas tenía un hueco así que me acerqué al stand de Amaníaco Ediciones en su búsqueda. Resulta que, en ese momento, se había trasladado al de Cascaborra, donde también están publicando la serie. En su caso, a color. Según me comentaron en Amaníaco, no había problema por llevarle una u otra edición. Así que me acerqué allí y pregunté a la responsable. La mujer, muy amable, me dijo que no había ningún problema. Así que se lo pude pasar a Joan. Cuando se enteró que tenía todos firmados, se quedó pensativo. Tenía que pensar un sketch nuevo. Yo le propuse que me dibujara a Jerónima con el pelo recortado, como en la portada. Es lo que hizo. A mitad de dibujo, comentó, con tono jocoso, que le estaba quedando más Jerónimo que Jerónima. Yo le contesté que no sería para tanto...y creo que así fue. Con el sketch terminado yo veo a una mujer maltratada por una terrible experiencia. Perfecto. Ah...antes de todo esto le hice un pequeño encargo a Joan. Pero eso será para más adelante...
Con Nacho Fernández quedé unos días antes del Salón del Cómic de Getxo para encargarle un par de cosillas de cara al evento. Sobre las siete de la tarde, me acerqué al stand de Dolmen donde se encontraba firmando. Nada más verme me comentó que se le había olvidado traer las cosas. No había mayor problema. Nacho iba a estar todos los días del certamen, mañana y tarde. En cualquier caso, compré el número dos del integral de Dragon Fall para que me lo firmara. El artista me realizó este bonito sketch. Me gusta ver estas ilustraciones de estilo manga. Normalmente, no tengo muchas oportunidades de conseguirlas.
Cuando supe que venía Marika Vila a Getxo pensé que no tendría nada para llevarle. Había coincidido con ella en Sabiñánigo y allí me firmó dos libros. Sin embargo, buscando por internet, di con este libro, Los Derechos de la Mujer. Un colectivo en el que participa la autora con una historia. Lo compré y acudí a su primera sesión de firmas. Tras esperar mi turno, le pasé mi ejemplar y Marika me lo dedicó con este fantástico sketch. Una suerte haber encontrado este tomo. Muchas gracias. Por cierto, junto a Marika estaba firmando Josune Muñoz. Cuando vio el tomo me comentó que le hacía mucha ilusión verlo. Ella también había participado en su elaboración y me lo dedicó también.
De la presentación de ayer en Bilbao (aclaro que nada tiene que ver con Marika) mejor no hablo. Cayó la kryptonita del coleccionista. Un sello y a casa a llorar.
Raquel Gu fue la invitada del Salón del Cómic de Getxo que más me ilusionó este año. Suyos compré, días antes, dos libros para que me los firmara. El orden en que se los entregué lo determinó el hecho de que la primera sesión de firmas la celebró en el stand de la editorial de uno de ellos. En concreto, Garbuix Books. Así que le entregué mi copia de ¿Es Una Bruja?. La autora me lo dedicó con un sketch sencillo en el que, sin duda, el protagonismo se lo llevó el proceso de coloreado. Esa fase me sorprendió. Siempre es un gusto ver las diferentes técnicas de cada autor.
Tras la firma de Fernando Blanco, tuve unos minutos para acercarme el puesto de Anillo de Sirio. Allí, como siempre, estaba Jordi Bayarri. Este año no viajó a Sabiñánigo así que no tuve la oportunidad de hacerme con un sketch suyo hasta este momento. Compré el último número de Selfie! y me lo dedicó con el sketch habitual. Una jovencita haciéndose una foto. Aquí lo único que varía es el peinado y la vestimenta. Pocas sorpresas. En esta ocasión, no le pasé ninguna blank. Me constaba que estaba un poco harto de ese formato y, aunque hablando con él, se mostró dispuesto a aceptar una, opté por dejarle libre este año. Mejor que se desintoxique un poco. Quizás en el 2026. Más menos, había cubierto la tarde del viernes, bastante rápido, todo lo que no pude hacer por la mañana por temas personales.
Conseguir sketches de autores de cómic americano no suele ser una tarea fácil. De ahí, que me acercara, todo lo pronto que pude, al stand donde se iba a celebrar la primera de las tres sesiones de firmas previstas para Fernando Blanco. En realidad, es la única que yo tenía prevista. Empiezo a estar cansado de ciertas batallas...Lo cierto es que debo señalar que todas sus sesiones, por lo que vi, fueron realmente tranquilas. Incluso, había momentos en que el autor se quedaba libre. Me sorprendió bastante. En cualquier caso, ya os adelanto, no acudí a más. Las demás las observé desde otras colas. Lo que está claro que este detalle certifica que este Salón fue realmente tranquilo. Genial. Bueno...volvamos a esta primera cita. El artista llegó puntual y yo le entregué mi libro, el primer volumen de W0rldtr33. Esta es la segunda copia de este cómic que tengo. La primera, la compré a distancia firmada y solo incluyó la rúbrica. Fernando fue muy majo y me la dedicó con este bonito sketch. Confieso que es más de lo que esperaba así que salí muy contento de allí.
Mi primer objetivo en el Salón del Cómic de Getxo era conseguir una dedicatoria de Fernando Blanco. Pero antes tenía tiempo de acercarme al stand de Amaníaco ediciones donde se encontraba Joan Mundet. Este artista iba a estar durante todo el evento. Lo único que había que tener en cuenta era el puesto concreto, dado que había horarios en los que cambiaba de uno a otro. Pero su centro de operaciones, podríamos decir, era este stand. Yo había comprado el último número de Capablanca; pero decidí dejarlo para otro momento. Aproveché este primer contacto para hacerme con el Looking for Nobody. El autor, siempre supercercano y amable, me lo dedicó con este fantástico sketch. La verdad es que siempre es un gusto cruzarse con Joan Mundet. Un grande.
Hoy, algo más de un mes después de su celebración, comenzamos el relato del Salón del Cómic de Getxo. Un evento al que con el paso de los años se le ha caído el adjetivo de internacional; pero que, a pesar de ello, sigue teniendo un importante nivel. Invitados atractivos aunque yo añadiría que, este 2025, con ninguna sorpresa. Tuve la sensación de estar viviendo un Salón de Getxo de otro año. Prácticamente, todos los autores eran habituales del certamen. A lo sumo había uno o dos novedosos. Y me refiero tanto a los traídos por la organización como por las propias editoriales. Supongo que es algo inherente a ser un evento nacional, hay menos posibilidades de innovar. Confieso que esperaba ver alguna cara nueva, una autora en concreto, pero no pudo ser. En cualquier caso, sigue siendo un Salón muy entretenido. Además estuvo bastante bien organizado. Solo hubo bronca en dos sesiones de firmas de las tres de Paco Roca, el autor más buscado. Afortunadamente, yo había optado por renunciar a ambas y me libré de vivir los que, creo, fueron los únicos conflictos de los tres días. En las citas en las que yo estuve todo fue como la seda. Además, destacaré que, según mi experiencia, los coleccionistas fuimos muy educados y nadie llevaba más de un cómic en cada sesión para conseguir sketch. Incluso el que llevaba dos aclaraba que el segundo solo era para firmar. En este sentido, un diez. Creo que es el primer lugar donde veo eso y hay que destacarlo. Se demostró, por tanto, un gran respeto hacia los autores. Así que en cuanto a ese capítulo le doy un diez. Sí que percibí que sigue habiendo un cierto desprecio hacia quienes, como yo, acudimos a las sesiones de firmas y no vamos a las charlas. Qué dichosa manía…Como si no fuera importante nuestra presencia por allí. No tienen en cuenta que, probablemente, haya pocas personas que realizan más compras en los stands que nosotros. Pero se sigue insistiendo en que acudamos a charlas como si existiera esa obligación. Creo que cada uno tiene que vivir y disfrutar del evento como quiera y hay que dejar de dar lecciones de quién es el aficionado ideal. Francamente, no entiendo que siempre se nos esté poniendo la puntilla. Os aseguro que en los puestos están encantados con nuestra presencia. Cuando termine el relato del Salón, dentro de unos cuantos días, podréis comprobar cuantas compras he realizado. Entonces, ¿por qué siempre se nos trata como si fuéramos aficionados de segunda?...No lo entiendo. De todo tiene que haber en la viña del Señor. Digo yo...Ahí lo dejo. A lo que vamos...Comenzamos Getxo. Un día o varios antes del evento, Amaníaco Ediciones contactó conmigo por un pedido que había realizado relacionado con el Salón. Aproveché la oportunidad para consultar si iban a llevar libros firmados por Jordi Bernet. Me contestaron afirmativamente. Pregunté si alguno de ellos era el integral de Serie Negra y me dijeron que sí. Les pedí que me reservaran uno. Lo primero que hice nada más llegar allí fue acudir al stand de Amaníaco y recoger este magnífico libro que incluía este sketch del autor. Me encantó empezar bien el día. Este año, por compromisos familiares, no pude acercarme la mañana del viernes. La que suelo aprovechar para hacerme con algunas dedicatorias de autores que están fijos en los stands, tipo Jordi Bayarri. Así que preveía un salón algo más abultado que otros años. Ya os adelanto que no conseguí cumplir todos mis objetivos durante el certamen. Aunque, es verdad, que logré otros no esperados. Como suele decirse, las gallinas que entran por las que salen. Ah...os incluyo un vídeo resumen del evento.
Terminada la sesión de firmas me acerqué de nuevo al Artist Alley. En concreto al puesto de Gonzalo Royo. Allí le pedí que me enseñara las ilustraciones originales que había traído. Me sacó unas cuantas. Muchas de ellas relacionadas con su proyecto Krakenblut, basado en la mitología eslava. Esta que os muestro llamó poderosamente mi atención. Me explicó que se trata de una sierva vestida para ser sacrificada como ofrenda a una diosa marina. Una hija del mar primordial. Por supuesto, la compré. El autor me la firmó allí mismo. Posteriormente, descubrí que es la misma ilustración que me había regalado antes. Aquella era una fotocopia firmada, esta el dibujo original. Krakenbult es un ambicioso proyecto multiformato que Gonzalo quiere ir dando forma en los próximos salones que visite. Con relatos, poemas, ilustraciones y cómics. Este dibujo, entre otros, sería el germen del mismo. Así culminé el sábado por la tarde del Salón de Sabiñánigo. De hecho, lo di por terminado del todo. No había más que hacer. La única novedad del domingo era la presencia del autor francés invitado. El creador del cartel de este año. Un autor que no ha publicado nada en España y que no tenía programada ni una sola sesión de firmas. Así que poco más se podía rascar por allí. Este Salón Hispanofrancés continúa su lucha por la supervivencia y necesita del apoyo de todos. Yo intentaré volver el año que viene. Aunque ha quedado reducido casi a un evento local lo disfruto mucho. El hecho de que tan solo tuviera dos sesiones de firmas en tres días es un indicativo de que las cosas no han ido demasiado bien. Ojalá, a partir del 2026 comience a levantarse tras estas dos ediciones con un formato muy justito en cuanto a autores de cómic invitados, especialmente franceses. Ojalá que el próximo año se animen más a acudir y que las librerías galas se sumen de nuevo al evento. Este año su ausencia se ha notado muchísimo. Fuerza para el Salón Hispanofrancés de Sabiñánigo. Hay que continuar la lucha para recuperar el nivel de Jaca. Ganas no les faltan.
Cuando inicialmente me puse en la cola de Pedro Cifuentes, estuve en segunda posición. Eso me dio la oportunidad de ver su primer sketch. Era para el libro Prehistoria en la Península Ibérica. Me gustó mucho así que una vez conseguí mi primer sketch suyo y el de Salva Rubio, el segundo autor de la sesión, me dirigí al stand de al lado para comprar el libro. Se trata de un trabajo con una enorme peculiaridad. Su tamaño. Para que os hagáis una idea, podría utilizarse como bandeja de desayuno. La razón de sus exageradas dimensiones es que está pensado para su utilización en las escuelas. Ya con el cómic en mi poder, regresé a la fila para conseguir ese segundo sketch de Pedro. En este caso, el artista repitió el dibujo que realizó al primer aficionado. Por supuesto, el tamaño del dibujo hizo honor al del libro y yo salí supercontento de esta segunda y última sesión de firmas de Sabiñánigo.
Como ya comenté en el anterior post, perdí mi posición en la cola de Salva Rubio. Tras la fugaz visita al puesto de Gonzalo Royo tocaba volver a la misma. Mientras esperaba turno me percaté que el autor dibujaba un sketch. Algo que me sorprendió mucho. Hay que recordar que Salva es guionista, no dibujante. Pregunté a alguno de los compañeros a los que ya había firmado y me lo confirmaron. Al parecer, el escritor les explicó que en algunos casos, cuando el protagonista es sencillo y lo tiene claro en su cabeza, se prepara un pequeño dibujo para estas sesiones. Por tanto, el sketch no es seguro. Ahora la gran duda que quedaba por solventar es si lo habría en el tomo que llevaba yo, El Fotógrafo de Mauthausen. La respuesta fue afirmativa. Salva me realizó este, muy meritorio, sketch. Se agradece muchísimo cuando los guionistas también tienen este detalle con sus lectores. Muchas gracias.
