Sketch de Mies, por Agustín Ferrer

Sin solución de continuidad, se levantaron del stand Josep Busquet y Pedro J. Colombo para sustituirles Agustín Ferrer, el autor de Mies. Ese cómic también lo llevaba en mi mochila y pesaba lo suyo. Es bastante gordito. Así que decidí quedarme allí. El autor comenzó firmando un Arde Cuba a otro chico que se situó por delante de mi. Llegado mi turno, le pasé mi ejemplar y le pregunté si le importaba que le grabara. Agustín me contestó que igual me llevaba un chasco. Yo le dije que conocía la técnica que usaba. Graba la hoja con un sello sobre y luego lo repasa. Le consulté también si podía grabar ese proceso y él me dijo que por su parte no había ningún problema. ¿Cuál quieres?¿El que parece un original o el simple?, me preguntó. Eso sí que me sorprendió. Por supuesto que le pedí el primero. Se trata de un sello algo menos detallado con lo que tiene que aplicarle más tinta a mano. El autor comenzó su proceso y saqué mi cámara. De pronto, se resistía a grabar. De hecho prácticamente me perdí el paso del sello. Grabó solo un segundo. A partir de ahí se negaba a seguir. Deduje que no le quedaba espacio para más archivos. Afortunadamente había llevado un segundo móvil, el del trabajo, para hacer frente a ese inconveniente y pude continuar registrando la dedicatoria de Agustín. Menos mal.

Sketch Arde Cuba, por Agustín Ferrer

Hace unos días, Agustín Ferrer fue uno de los invitados en la Feria del Libro de Valencia. Un evento que, lamentablemente, me pillaba muy lejos de casa. Sin embargo, la Editorial Grafito anunció a todos sus clientes que durante unos días daba la oportunidad de conseguir varios libros dedicados con un sketch comprándolos a través de la web. En concreto, mencionaban varios trabajos de Agustín y de José Fonollosa. Los autores que iban a estar en Valencia. Del primero ya leí en su día su Cazador de Sonrisas, un trabajo que me pareció fabuloso, y que a su vez me impulsó a comprar su último libro, la biografía de Mies Van Der Rohe, nada más salir a la venta. Así que con este no podía aprovechar la oportunidad. A pesar de todo, todavía había un cómic que me faltaba suyo. El Arde Cuba. Así que lo compré. A los pocos días me llegaba a casa con la prometida dedicatoria y el sketch. Perfecto. Bravo por Grafito Editorial y muchas gracias a Agustín.

Ilustración de Cazador de Sonrisas, por Agustín Ferrer

Tras conseguir mi ejemplar de Super Mala volví a deambular por los stands del Salón del Cómic de Getxo sin saber muy bien qué hacer. Paré en el de Yojimbo Cómics donde se vendían originales. Algunos realmente interesantes. Estuve tentado de alguno de Sento o Victor Puchalski. Sin embargo, quedé prendado de una ilustración que encontré de los personajes de Cazador de Sonrisas de Agustín Ferrer. El cómic lo adquirí en su día en el ComikD de San Sebastián. Allí mismo me lo dedicó su autor y lo leí hace apenas un mes. Francamente me gustó mucho. Diré que es uno de los cómics que más me ha gustado de los que ha leído en los últimos meses así que esta era una buena oportunidad para hacerme con una pieza especial. Además el precio era bastante asequible. Así que lo compré. Francamente es una obra fabulosa para mi colección. La mañana había mejorado ostensiblemente. Pese a no tener grandes citas había conseguido sacarle bastante fruto. Satisfecho, me fui a comer.

Sketch de Cazador de Sonrisas, por Agustín Ferrer

Junto al cómic de Aslak compré un ejemplar de Cazador de Sonrisas de Agustín Ferrer. Él era el siguiente autor anunciado en la sesión de firmas del stand de la Fnac. Antes me encontré con mi jefe en los pasillos del Salón. Le comenté que tenía una oportunidad única de hacerse con un dibujo de José Luis García López y se animó a acercarse por allí. Tal y como le comenté no tuvo ni que hacer cola. Compró un cómic y se llevó un genial sketch de Batman que me aseguró iba a enmarcar. Bien pensado. Yo me dirigí luego de nuevo a la mesa de la Fnac. Allí estaba ya Agustín dedicando un cómic. Me situé detrás del aficionado. Una vez llegado mi turno le pasé mi cómic. El autor cogió una especie de plantilla donde tiene preparado el sketch y apretó cada línea con un lápiz sobre la hoja del libro. El dibujo quedó marcado con un fino relieve en la página. No me sorprendió la mecánica dado que ya lo había visto en el Salón de Getxo. De esa forma, Agustín se siente más cómodo en las sesiones de firmas. Esa primera parte del proceso no la grabé porque entendí que al artista no le gustaría que lo recogiera y es algo que respeto.