Tras el Salón de Getxo me han llegado unos cuantos pedidos que tenía realizados desde hace un tiempo. El primero fue el volumen dos del sketchbook del ilustrador Karl Kopinski. Cuando realicé la compra a través de internet daba tres opciones. Comprarlo firmado, firmado con un pequeño sketch o firmado con un sketch a página completa. Yo opté por la opción del medio. La verdad es que la dedicatoria que me ha tocado es fantástica. Además el libro es bastante gordo y tiene dibujos francamente espectaculares. Un tomo de esos que uno revisita de cuando en cuando. Muy recomendable.
Inmediatamente después me dirigí al stand de la editorial en euskera Xabiroi. La verdad es que no domino mucho el idioma pero edita unos álbumes con muy buena pinta. De hecho ya llevaba varios años dándole vueltas a coger algún trabajo del magnífico dibujante Dani Fano. Este era el momento. Así que decidí comprar su cómic Kortsarioen Ostatua. El año pasado ya contemplé los sketches que realizaba y eran francamente buenos. El mío no fue una excepción. Poco a poco, Dani con sus lápices dio forma a un intimidador pirata al que prácticamente le podemos oler el aliento. Una estupenda pieza. En la grabación del vídeo hay un corte dado que en mitad del proceso de dibujo se me acabó de nuevo la batería de la cámara de fotos. Con este sketch puse fin a mi particular Salón del Cómic de Getxo. Un certamen en el que conseguí todos los objetivos que me había propuesto. Todos salvo el invitado fantasma, Chris Hunt. Aunque teniendo en cuenta que encontrar algo publicado por él por aquí era una misión imposible, lo tenía francamente crudo. En los próximos día os tengo que colgar todo lo que me ha llegado y he conseguido tras el Salón de Getxo que es mucho.
La verdad es que la tarde del Domingo solo había alguna sesión de firmas en los stands de Harriet y Xabiroi. Además de Jordi Bayarri que atrincherado en el stand de Aleta Ediciones dedicaba todos los cómics suyos que vendía. La verdad es que de este autor tengo numeroso material pero siempre lo he comprado a través de internet o mediante crowdfundings. Visto que estaba todo tan parado, pensé que era una buena oportunidad para hacerme con alguno de sus cómics para que me lo firmara en directo y así poder filmarlo. Había mucho material para elegir. Tras un rápido estudio opté por el sketchbook titulado "M" de mini shorts, sin duda muy Bayarri. El autor lo cogió y comenzó a dibujar sobre él. La verdad es que es un gustazo contemplar la facilidad con la que completan pequeñas joyas como esta.
El Domingo, tal y como ya adelanté en el anterior post, no tenía intención de acercarme para nada al Salón del Cómic de Getxo. Ya había conseguido todo lo que tenía en mente y opté por hacer vida familiar. Al menos por la mañana. Sin embargo, por la tarde tenía un compromiso que me obligaba a salir a la calle con el coche. En concreto, tenía que trasladar a mi mujer al aeropuerto para viajar a Alemania. Para las seis y media de la tarde volvía a estar libre, fuera de casa y con coche. La tentación era insoportable. Decidí darme una última vuelta por el Salón a ver qué ambiente había por allí. Nunca había estado un Domingo por la tarde y debo confesar que me sorprendió bastante. Todavía había mucha gente comprando. Un constante ir y venir de familias con sus hijos. Empecé a deambular por los pasillos de Getxo y llamó mi atención el stand de Harriet. Allí estaba firmando sus libros Marko, Marko Armspach, dibujante francés autor de, por ejemplo, Viaje a China y Viaje a la India. La verdad es que contemplé que hacía unos dibujos muy chulos y se esforzaba en agradar a los clientes a pesar de no hablar castellano. Fui a comprar su primer álbum y me encontré con que en el comercio tenían problemas de cambios. Afortunadamente, logré solventarlos gracias a la amabilidad de otro stand. Una vez adquirido mi ejemplar de Viaje a China se lo pasé al autor y me dibujó este divertido sketch. Sí que comenzaba bien la tarde.
Tras conseguir la firma de Iban Coello en el stand de MilCómics, me dirigí al Salón de Actos para escuchar la charla de Paul Pope y David Rubín. Muy interesante y con mucha gente en los asientos. Tras la misma, me situé en la cola en tercer lugar. Cuando llegó Paul me dio la impresión que le agobió un poco el nivel de la cola. Yo ya había estado con él en Avilés así que tenía muy claro que el sketch de la dedicatoria iba a ser extremadamente sencillo. Antes de llegar mi turno, ocurrió una pequeña anécdota. La persona que tenía delante traía un álbum en el que Paul Pope colaboraba únicamente escribiendo su prólogo. El artista se lo firmó y le dijo que el dibujo se lo pidiera al autor del cómic. Tras ese pequeño incidente me tocaba a mí. Le pasé el segundo número de Aurora West y rápidamente me lo dedicó sin mayor problema. En principio, así terminaba el Salón del Cómic de Getxo para mí. Aunque por allí vi que andaba dedicando algún cómic Álvaro Bueno, otro del que no tenía ni idea que estaría por el certamen, preferí dejarlo para otra ocasión. El colega con el que había acudido ya estaba cansado, algo que no era de extrañar. El Domingo, en principio, no iba a poder estar por allí. Aunque la tentación fue demasiada. Mañana seguimos. Ah, por cierto. una vez me marché, sobre las siete y media de la tarde, junto a la cola de Paul Pope apareció por sorpresa Chris Hunt, el invitado fantasma de este año. Lo sé por que lo he visto en una fotografía y me lo han contado. Tiene tela el tema...
Cuando me disponía a salir del recinto del Salón del Cómic de Getxo nos cruzamos con Iban Coello que también se marchaba. Francamente, no tenía ni idea de que iba a estar por allí. Nos dijo que lo había anunciado por las redes sociales; pero no lo habíamos visto. Quedamos con él en que pasaríamos por su stand por la tarde. Tras unas horas de descanso y una buena comida nos dirigimos de nuevo a la carpa. Para la tarde la agenda la teníamos ya mucho más tranquila. Nuestro principal objetivo era Paul Pope que tenía sesión de firmas en la zona oficial. Lo primero que hice fue acercarme por allí para hacerme con mi número, sin embargo miembros de la organización nos comunicaron que no se repartirían hasta media hora antes de la cita, las siete de la tarde. Una clara falta de previsión dado que desde las cinco se formó una gigantesca cola que no entendía nada de lo que estaba pasando. A esa hora había previstas otras sesiones de firmas y era ridículo verlas prácticamente vacías mientras al lado una multitud aguardaba durante dos horas. Además eso significaba un montón de gente parada durante un buen rato sin poder pasar por los stands y sin gastar dinero. Un sinsentido. Afortunadamente se dieron cuenta de ello tras quince minutos y repartieron los tan ansiados números. Yo era el tres. Una vez liberado, me dirigí al stand donde se encontraba Iban y me situé en su cola. La verdad es que estaba haciendo sketches bastante rápidos así que no tardaría mucho. A destacar un Joker que le ví dedicar francamente bueno a pesar de la velocidad con la que lo completó. El siguiente fue un Silver Surfer y llegó mi turno. Le pedí un Val-Zod, el Superman de Tierra-2. Me lo dibujó en un zis zas. Lo podéis ver en el vídeo.
Más contento que contento regresé al stand de Xabiroi para ver si Iñaki G. Holgado había completado su sketch en mi ejemplar de Museo Bilduma. Francamente, pensaba que no, dado el taco de libros que le había visto cuando guardaron el mío. Eché un vistazo y cuando le vi dedicando uno pensé que no sería el mío. Sin embargo, el dependiente me reconoció y me llamó. Resulta que sí lo había hecho. Qué rapidez. El sketch es más sencillo que el que me regaló en Aiò Zitelli pero a pesar de ello está francamente bien. Así completé la mañana del Sábado. Por cierto, una de las Exposiciones de este año estaba dedicada al trabajo conjunto de Harkaitz Cano e Iñaki G. Holgado.
Tras el Salón de Getxo me han llegado unos cuantos pedidos que tenía realizados desde hace un tiempo. El primero fue el volumen dos del sketchbook del ilustrador Karl Kopinski. Cuando realicé la compra a través de internet daba tres opciones. Comprarlo firmado, firmado con un pequeño sketch o firmado con un sketch a página completa. Yo opté por la opción del medio. La verdad es que la dedicatoria que me ha tocado es fantástica. Además el libro es bastante gordo y tiene dibujos francamente espectaculares. Un tomo de esos que uno revisita de cuando en cuando. Muy recomendable.
