Cuando me disponía a salir del recinto del Salón del Cómic de Getxo nos cruzamos con Iban Coello que también se marchaba. Francamente, no tenía ni idea de que iba a estar por allí. Nos dijo que lo había anunciado por las redes sociales; pero no lo habíamos visto. Quedamos con él en que pasaríamos por su stand por la tarde. Tras unas horas de descanso y una buena comida nos dirigimos de nuevo a la carpa. Para la tarde la agenda la teníamos ya mucho más tranquila. Nuestro principal objetivo era Paul Pope que tenía sesión de firmas en la zona oficial. Lo primero que hice fue acercarme por allí para hacerme con mi número, sin embargo miembros de la organización nos comunicaron que no se repartirían hasta media hora antes de la cita, las siete de la tarde. Una clara falta de previsión dado que desde las cinco se formó una gigantesca cola que no entendía nada de lo que estaba pasando. A esa hora había previstas otras sesiones de firmas y era ridículo verlas prácticamente vacías mientras al lado una multitud aguardaba durante dos horas. Además eso significaba un montón de gente parada durante un buen rato sin poder pasar por los stands y sin gastar dinero. Un sinsentido. Afortunadamente se dieron cuenta de ello tras quince minutos y repartieron los tan ansiados números. Yo era el tres. Una vez liberado, me dirigí al stand donde se encontraba Iban y me situé en su cola. La verdad es que estaba haciendo sketches bastante rápidos así que no tardaría mucho. A destacar un Joker que le ví dedicar francamente bueno a pesar de la velocidad con la que lo completó. El siguiente fue un Silver Surfer y llegó mi turno. Le pedí un Val-Zod, el Superman de Tierra-2. Me lo dibujó en un zis zas. Lo podéis ver en el vídeo.
Más contento que contento regresé al stand de Xabiroi para ver si Iñaki G. Holgado había completado su sketch en mi ejemplar de Museo Bilduma. Francamente, pensaba que no, dado el taco de libros que le había visto cuando guardaron el mío. Eché un vistazo y cuando le vi dedicando uno pensé que no sería el mío. Sin embargo, el dependiente me reconoció y me llamó. Resulta que sí lo había hecho. Qué rapidez. El sketch es más sencillo que el que me regaló en Aiò Zitelli pero a pesar de ello está francamente bien. Así completé la mañana del Sábado. Por cierto, una de las Exposiciones de este año estaba dedicada al trabajo conjunto de Harkaitz Cano e Iñaki G. Holgado.
Una vez completado el dibujo de Weasel, le pasé mi primer número de Bribones a El Torres para que simplemente me lo dedicara. Sin embargo, el guionista del cómic no solo escribió unas líneas sino que también realizó un sketch rápido de Bram, el otro protagonista de Bribones. Sin duda, todo un detalle del autor al que hay que reconocerle el esfuerzo. Muchas gracias por todo.
Ya solo tenía marcados dos objetivos más en mi agenda para este Salón. Iñaki G. Holgado y Paul Pope. También me hubiera gustado algo de Chris Hunt pero ese es tema aparte. Además aunque le hubiera llegado a ver tampoco había nada a la venta suyo en ningún stand. Surrealista. Para cumplir con mi primera meta me acerqué al stand de Xabiroi. Allí estaba Iñaki G. Holgado. Era una maravilla verle completar sus sketches. Estuve hablando un poco con él sobre su Aiò Zitelli y me mostró su último trabajo Verdún, ya publicado en Francia y que en no mucho tiempo saldrá por aquí. Tras contemplar sus páginas, le compré su álbum en euskera Museo Bilduma. La verdad es que es un idioma que no hablo nada y que me cuesta entender pero la dedicatoria seguro que valdría la pena. El problema es que me cogieron el tomo y lo colocaron en la parte de abajo de un taco que ya tenía pendientes de firmar. Era una pena pero no le iba a poder grabar. Resignado me fui a pasear por el resto de puestos del Salón. Había mucho ambiente y siempre podía encontrar algo interesante. En esta ocasión di con el guionista El Torres firmando sus trabajos. Además realizaba unos dibujos que estaban bastante bien. Le cogí el primer número de Bribones y esperé mi turno. La verdad es que en este cómic no hay ningún sitio donde realizar un sketch en condiciones así que saqué una cuartilla aparte. El cliente anterior vi que había hecho eso sin ningún tipo de problemas. Le pasé mi hoja y El Torres muy amablemente me dibujó a Weasel, la protagonista femenina de la historia.
Una vez conseguida la dedicatoria de David Aja, me alejé de la zona de firmas oficial y me dirigí al stand de Astiberri. Se suponía que a esa hora ya estaría por allí el autor Álvaro Ortiz. Cuando llegué estaba firmando uno de sus libros a un aficionado. Yo me puse detrás. Estaba teniendo mucha suerte. Prácticamente no tendría que hacer ni cola. Mientras aguardaba mi turno me percaté que se acercaba por detrás otra persona. Se trataba del actor Joaquín Reyes. Se le veía algo nervioso. Supongo que no le gusta estar mucho tiempo parado en un mismo lugar. Le dirigí unas palabras y tan solo logré sacarle un monosílabo y algún sonido gutural de la garganta. Se ve que fuera de las pantallas no tiene tanta facilidad de palabra. Parecía pretender colarse. Al menos es la sensación que me dio. No se situaba en la cola detrás mío. Dado que no se mostró excesivamente simpático no le permití pasarme. Llegaba mi turno. Yo había comprado un Viajes. En este álbum Álvaro Ortiz ha decidido recientemente que el sketch sea un retrato del comprador. Así que me situé frente al artista y dejé que me diera forma con su lápiz. Para empezar me confesó que tuvo que cambiar la forma en que dibuja habitualmente las narices. Algo lógico teniendo en cuenta mi importante napia. El resultado del dibujo es genial. Muy divertido. Me he convertido en un personaje de las locas historias de Álvaro.
Como ya comenté en un anterior post, la cola de David Aja era la más larga con mucho. Sin duda, a nadie le pasa desapercibido que este artista ha ganado ya en varias ocasiones los premios más importantes de la industria a nivel internacional. Cuando el autor la contempló se asustó un poco. Se tuvo que subir a una silla para ver donde terminaba y desde allí gritó a todos los presentes que solo firmaría sobre álbumes dibujados por él. El 99 por ciento de los presentes ya llevaban algún cómic suyo entre las manos. David comenzó a estampar su firma sobre ellos. Lo hace de forma bastante rápida. Sus sketches son sencillos. Un tanto minimalistas; pero a pesar de ello valen mucho la pena. Si recordáis, yo estaba ya grabando a Horacio Altuna dedicándome un libro suyo. Como fui consciente que iba a coincidir con el número que me había tocado para David Aja lo cambié con un compañero por otro número posterior. Pasé de ser el 14 al 15. En un instante, me avisaron desde la cola de Aja que estaba a punto de llegar mi turno. Los nervios se apoderaron de mí y empecé a temblar como una magdalena. Se percibe a la perfección el momento en el vídeo del post anterior. La calidad del mismo baja ostensiblemente. Ja, ja. Poco podía hacer. Como mucho rezar para que David se demorase un poquito con el compañero. Por fin, Horacio estampa su firma sobre mi Voyeur. Rápidamente, con paso ligero, doy un rodeo, y llego frente a David Aja. En tan solo diez segundos llega mi turno. No me lo puedo creer. Lo he conseguido. Le paso mi ejemplar de Iron Fist y me dibuja un fantástico sketch del personaje. La mañana estaba siendo redonda y todavía tenía más objetivos. Por cierto, increíble la exposición que le dedicó el Salón al artista. Allí podíamos contemplar un montón de portadas del autor. Las que le han hecho merecedor de tantos Premios Eisner. Un placer poder verlas y estudiarlas de cerca. Más tarde supimos que David había firmado a todo el mundo. Cerca de 70 personas según me dijeron. Todo un caballero.
Una vez conseguida mi dedicatoria de Natacha Bustos regresé a la cola de Horacio Altuna. El Salón del Cómic le dedicaba este año una de las exposiciones. Una pasada contemplar todos los originales del artista. Pocos minutos más tarde llegaba mi turno. Le pasé un ejemplar de Voyeur y el autor comenzó a dibujar sobre él. Fue todo un privilegio poder contemplar tan de cerca como iba dando forma a mi sketch. El problema es que prácticamente al mismo tiempo llegaba mi turno con David Aja. Esto tenía que resolverlo de algún modo.
Cuando me disponía a salir del recinto del Salón del Cómic de Getxo nos cruzamos con Iban Coello que también se marchaba. Francamente, no tenía ni idea de que iba a estar por allí. Nos dijo que lo había anunciado por las redes sociales; pero no lo habíamos visto. Quedamos con él en que pasaríamos por su stand por la tarde. Tras unas horas de descanso y una buena comida nos dirigimos de nuevo a la carpa. Para la tarde la agenda la teníamos ya mucho más tranquila. Nuestro principal objetivo era Paul Pope que tenía sesión de firmas en la zona oficial. Lo primero que hice fue acercarme por allí para hacerme con mi número, sin embargo miembros de la organización nos comunicaron que no se repartirían hasta media hora antes de la cita, las siete de la tarde. Una clara falta de previsión dado que desde las cinco se formó una gigantesca cola que no entendía nada de lo que estaba pasando. A esa hora había previstas otras sesiones de firmas y era ridículo verlas prácticamente vacías mientras al lado una multitud aguardaba durante dos horas. Además eso significaba un montón de gente parada durante un buen rato sin poder pasar por los stands y sin gastar dinero. Un sinsentido. Afortunadamente se dieron cuenta de ello tras quince minutos y repartieron los tan ansiados números. Yo era el tres. Una vez liberado, me dirigí al stand donde se encontraba Iban y me situé en su cola. La verdad es que estaba haciendo sketches bastante rápidos así que no tardaría mucho. A destacar un Joker que le ví dedicar francamente bueno a pesar de la velocidad con la que lo completó. El siguiente fue un Silver Surfer y llegó mi turno. Le pedí un Val-Zod, el Superman de Tierra-2. Me lo dibujó en un zis zas. Lo podéis ver en el vídeo.
