Este Año, el Mes de Octubre solo compré un inktober. Las circunstancias económicas obligaban a contener el gasto. Algo que conseguí. Con mucho esfuerzo, debo decir. Curiosamente, el único que adquirí fue de un autor que no conocía antes de esas fechas. Dio la casualidad que di con sus dibujos por las redes sociales y me interesé en él, Daniel Tomás. A los pocos días, colgó este dibujo dentro de su inktober. Inmediatamente, me lancé a por él y lo compré. Tardó en llegar a casa Dios y ayuda. No por culpa del artista. El retraso se debió a la muerte de mi cartero y la falta de relevo. Fue otro de los envíos que se vio afectado por esa terrible y triste circunstancia. El dibujo está genial. Por cierto, recientemente ha caído algún que otro inktober. Pero ya llegará el momento de contarlo.
