Ilustración de Sinister Sin, por Dani Zar

Pregunté en el stand de @ftercómic si no había más originales de Daniel Zarzuelo. El propio artista me dijo que sí. Que no le había dado tiempo a colocarlos. Sacó del suelo una caja llena de dibujos. Me puse a revisarlos. Yo iba buscando, en principio, uno de Jean Grey. Sin embargo, no estaba por allí. Algún afortunado lo tendrá en su colección. Así que busqué otra opción. Había varias buenas. Al final, me decanté por esta ilustración de los Sinister Six. Hubiera preferido que en ella apareciera la formación original con Sandman y Mysterio; pero Shocker y Green Goblin son estupendos suplentes. Otra cosa que hubiera modificado es el traje de Elektro. No me toquen el clásico, por favor. Por lo demás, el dibujo es excepcional. Me encanta.

Ilustración de Guerrero tras la Batalla, por Ertito Montana

Continuamos con mi personal relato de lo que fue el Salón Hispanofrancés de Cómic de Sabiñánigo. Un certamen, recordemos, prácticamente improvisado en mes y medio. Pero que ha conseguido mantener la dignidad. Consiguiendo más público que en la última edición de Jaca (la de la dana) y muy buenas ventas. De hecho, ya se ha anunciado que habrá salón el año que viene y que su primer invitado será Paco Roca. Ojalá se mantenga...365 días son muchos días y con un autor de tanto nivel...nunca hay nada asegurado. Conseguido mi segundo sketch me perdí de nuevo entre los puestos. Me dirigí al de @ftercómic en busca de Dani Zarzuelo. Allí estaba el autor; pero muy ocupado firmando cómics. En cualquier caso, me detuve para contemplar algunos de los originales que tenía colgados alrededor del stand. No eran muchos. Sin embargo, me llamó la atención una carpeta que había sobre la mesa. En su interior también había originales; pero de autores muy variados. Me puse a revisarla. La mayoría eran de artistas de la escuela de Ed Benes que, francamente, no me interesan mucho (al final picoteé uno aunque eso llegará más adelante) Entre todos ellos, destacaba esta ilustración totalmente distinta y con una gran personalidad. Reconocí a su autor inmediatamente. Ertito Montana, el creador de Abraxas o Tigre Callejero. Hace tiempo que me apetecía tener algo suyo en mi colección y, mira por donde, aquí tenía la oportunidad. Por supuesto, compré la ilustración. Sabiñánigo había conseguido sorprenderme.

Sketch de ¡Cava y Calla!, por Manuel Granell

Para poner las cosas aún más difíciles a este revivido Salón Hispanofrancés, se tuvo que celebrar algo más tarde de lo habitual coincidiendo además con uno de los eventos más importantes del sector, el de Avilés. Pese a todo, los fieles a Jaca regresamos, sin dudarlo, a Sabiñánigo. Yo lo que busco fundamentalmente es un certamen tranquilo. Sin codazos, guerras ni decepciones. Algo que vi en exceso en su día en el Salón de Avilés donde incluso se formaban listas de aficionados para que los dibujantes, durante el evento, realizaran sus sketches en ese orden. Y, por si no fuera poco, en estas se llegaba a meter a gente que ni tan siquiera estaba allí. Vamos...quienes manejaban el cotarro metían a sus amiguetes. Para mi eso fue la puntilla definitiva que me alejó totalmente de aquel Salón. No sé si se habrá conseguido eliminar ese cáncer. Lo cierto, es que ya relaciono Avilés con frustración y procuro evitarlo. Prefiero citas más relajadas como la de este Salón Hipanofrancés. A pesar de que tengo que renunciar a los grandes invitados internacionales, especialmente los americanos. Bueno...vayamos al cotarro. Andando entre los stands me di cuenta que en la mesa de las sesiones de firmas oficiales ya estaba sentado Manuel Granell. Todavía quedaba media hora para las seis de la tarde así que me acerqué a preguntarle si ya estaba listo para empezar. Él me contestó que sí. Yo le llevaba de casa el cómic ¡Cava y Calla! que cuenta la historia de Marcelo Usabiaga durante la guerra civil y el franquismo. El autor me lo dedicó, muy cordialmente, con este sketch del protagonista.

Sketch de La Folie des Lucioles, La Jungle Maudite, por Stéphane Bouillet

Cuántas cosas que contar. Tengo material para varios meses y todavía el Salón de Getxo por delante. Qué maravilla. Y qué alegría para el canal de YouTube (suscribiros, por favor, es gratis y me ayudáis a mantenerlo vivo). Que este último año no ha estado especialmente activo. La verdad que las cosas por Bilbao han andado bastante paradas. Es la sensación que he tenido este 2024. Pero este mes de Septiembre lo arregla todo. El pasado fin de semana, se ha celebrado en Sabiñánigo el último Salón Hispanofrancés de Cómic. El Ayuntamiento de Jaca, gobernado por Vox, le dio la espalda definitivamente; pero afortunadamente allí estaba el consistorio vecino de Sabiñánigo para acogerlo con los brazos abiertos. Salvándolo así de una estocada que, en principio parecía mortal. Parece increíble como la Asociación Aragonesa de Autores de Cómic ha conseguido recuperar en última instancia al Salón Hispanofrancés. En muy poco tiempo, han tenido que levantar un certamen que, con mucho esfuerzo, ha conseguido seguir respirando pese a las adversidades. Pasados los tres días del evento debo decir que he regresado a Bizkaia muy satisfecho con lo visto allí. Es verdad que los autores invitados no eran de los que atraen a masas; pero han conseguido sacar a flote una cita de cómic que no debía perderse por nada en el mundo. Y eso es una gran noticia. Muchas gracias, Sabiñánigo. Debo decir que he detectado estos días alegría en los rostros de quienes atendían los stands. El reto era mayúsculo pero se ha conseguido salir adelante y con la cabeza muy alta. Mis felicitaciones para todos. Lo de Jaca, organizando en Octubre otro evento alternativo con un cartel generado por inteligencia artificial, ya es de chiste. Van de mal en peor. Se ve que no entendieron nada. Bueno...vamos con el relato de lo sucedido en Sabiñánigo en esta última semana. Lo primero que hice nada más llegar al Salón, tras la inauguración oficial, fue acercarme al puesto de Harriet Ediciones. Allí adquirí el segundo número de Dragones de Frontera que, por cierto, se ponía a la venta por adelantado en esta cita. De hecho, Gregorio Muro Harriet, su guionista y editor, me aseguró que fuí el primer comprador oficial del cómic en todo el mundo. Algo que también lo certificó en su dedicatoria. A su dibujante, Pedro Camello, espero verlo en Getxo. La primera sesión de firmas se celebraba a las seis de la tarde así que tenía un rato para perderme entre los stands. Me acerqué al de Stéphane Bouillet, un habitual de Jaca (ahora Sabiñánigo) y autor del magnífico cartel del Salón de este Año. Le compré el primer número de su cómic La Folie des Lucioles, un trabajo que no está publicado en castellano. El artista me lo dedicó con este maravilloso sketch desplegable. Ocupa prácticamente tres páginas, seguramente es de los más grandes que tengo en mi colección. Maravilloso. Un gusto contemplar como se iba completando. Sin duda alguna, no podía empezar con mejor pie este Salón Hispanofrancés de Cómic.

Trading Card de Buffy The Vampire Slayer, por Andy Watson

Pueda parecer que esta compra fue consecuencia de la primera y que estaba claramente meditada; pero nada más lejos de la realidad. De los dibujos que puso a la venta Andi Watson casualmente me gustaron dos con temática vampírica. Confieso que los vampiros ni me van ni me vienen. Cosas que pasan. Sin embargo, reconozco que fijándome en las numerosas compras que he realizado al autor este último año (algo que se detendrá tras el bofetón de las aduanas, lamentablemente), la mayoría tienen un trasfondo tenebroso. Death, Bizarro, Vampirella, Buffy, Deadman, un Nazgul...Pura casualidad, como digo. Lo importante es que, en su día, este dibujo de Buffy me encantó y lo añadí a la cesta de la compra. Muy bien hecho. Es cierto, que junto al de Vampirella luce el doble de bien. Bravo por el destino.

Trading Card de Vampirella, por Andi Watson

Hace como Mes y medio, Andi Watson volvió a colgar algunas ilustraciones originales en su tienda virtual. La novedad, en esta ocasión, era que había algunas en pequeño formato, tipo trading card, con un precio de diez libras esterlinas más que asequibles. Me lancé a observarlas y me decanté por dos. La primera que muestro por aquí es esta Vampirella. Personaje que, curiosamente, repito con este autor. Resulta que hace unos días me llegó un maldito burofax a casa. Se trataba de las aduanas exigiéndome que enviara una serie de documentos. En caso de que no lo hiciera en cinco días, me advertían, destruirían la carta y lo que tuviera en su interior. Es la segunda vez que me pasaba algo así. Tras enviarles lo que pedían, me mandaron una propuesta de presupuesto. Me pedían que pagase más de 36 euros. Increíble. ¿Como es posible que un pedido que con gastos de envío incluidos me ha costado 28 euros tenga algo más de 36 de aduanas?...Cosas de este país de pandereta. Por supuesto, acepté. Qué remedio tenía...Por cierto, me daban también dos días para hacerlo. En caso contrario, ya sabéis...Total que un pedido de 20 libras esterlinas ha terminado costándome casi 70 euros. Como os imaginaréis la decepción ha sido infinita. En un tiempo, hasta que se me quita la cara de asombro y cabreo, no volveré a comprar nada por ahí fuera. Ah...como es habitual, el envío de Andi Watson incluía una tarjeta de agradecimiento con un sketch sencillo, en esta ocasión, de un personaje que no consigo reconocer.

Caricatura de Los Mil y Un Originales, por Enrique Alzugaray

Desde hace un tiempo, me aparecen en Tik Tok vídeos de artistas haciendo caricaturas a la gente. Por sus rasgos y los de los clientes, intuyo que puedan estar ubicados en Hawai o quizás en algún país oriental. La verdad es que me asombra la creatividad de estas personas. Ello despertó en mi algo que nunca antes había sentido. El interés porque alguien me hiciera una caricatura. Pues bien, resulta que en el periódico El Correo, el más leído en Bizkaia, apareció un artículo en el que se hablaba de Enrique Alzugaray. Un artista callejero uruguayo que los Veranos sale de Mallorca para pasar un par de Meses en Bilbao dedicándose a hacer miniaturas de todo el que lo desee. Su ubicación habitual, los alrededores del Museo Guggenheim. Normalmente la zona junto a la Ría. El Martes precisamente di un paseo por esa zona y me propuse encontrarlo. De pronto, lo descubrí. Ahí estaba. Era la primera vez que me fijaba en su existencia. Seguro que habré pasado junto a él cientos de veces y ni tan siquiera me percaté. Era mi oportunidad. Me acerqué le pedí una caricatura. Me pidió que me sentara y que mirara hacia un trípode que tenía colocado. En cinco minutos completó la caricatura. Debo decir que me reconozco en cada uno de los rasgos que aparecen en la misma. Me parece magnífica. Qué capacidad para fijarse en todos los detalles y exagerarlos hasta el límite. Me ha encantado. Y sale bien económico. Tan solo diez euros. Quince si es una pareja. No me arrepiento lo más mínimo. Confieso que a mi madre no le ha gustado nada; pero es que ella quiere ver a su hijo siempre guapo y eso no puede ser. Ja, ja, ja. Por contra a mi mujer le encanta. Le pasa como a mí. Me reconoce en el dibujo a la perfección. Muy grande, Enrique.