En principio, solo había llevado a Seth un ejemplar de La Vida Es Buena Si No Te Rindes pero, tal y como comenté en el post anterior, nada más iniciarse el acto, la organización informó que el autor firmaría hasta dos libros por persona. La mayoría de los aficionados que tenía delante así lo hicieron y quienes, como yo, solo tenían un cómic rápidamente compraban otro en el puesto de venta. Aunque no soy muy partidario de eso de abusar de los autores en este caso decidí que se daban todas las circunstancias favorables para hacerlo. Ciertamente es un autor con el que difícilmente repetiré así que sería absurdo no aprovechar la oportunidad. Así compré un Ventiladores Clyde. Tras firmarlo Seth, le pasé el otro cómic, el que le traje originalmente. El artista lo dedicó rápidamente con otro buen sketch. Algo más sencillo que el anterior. Supongo que por la diferencia de precio entre ambos. Por cierto, la cola era muy abundante y pasar al final de la misma para entregarle el segundo tomo hubiera supuesto arriesgarme a quedarme sin metro así que me salté todas mis reglas. Seth lo merecía y la organización lo permitía.
En principio, solo había llevado a Seth un ejemplar de La Vida Es Buena Si No Te Rindes pero, tal y como comenté en el post anterior, nada más iniciarse el acto, la organización informó que el autor firmaría hasta dos libros por persona. La mayoría de los aficionados que tenía delante así lo hicieron y quienes, como yo, solo tenían un cómic rápidamente compraban otro en el puesto de venta. Aunque no soy muy partidario de eso de abusar de los autores en este caso decidí que se daban todas las circunstancias favorables para hacerlo. Ciertamente es un autor con el que difícilmente repetiré así que sería absurdo no aprovechar la oportunidad. Así compré un Ventiladores Clyde. Tras firmarlo Seth, le pasé el otro cómic, el que le traje originalmente. El artista lo dedicó rápidamente con otro buen sketch. Algo más sencillo que el anterior. Supongo que por la diferencia de precio entre ambos. Por cierto, la cola era muy abundante y pasar al final de la misma para entregarle el segundo tomo hubiera supuesto arriesgarme a quedarme sin metro así que me salté todas mis reglas. Seth lo merecía y la organización lo permitía.
