Adquiridas las ilustraciones, tocaba comprar el cómic que iba buscando de Enrique V. Vegas. El tercer número de El Cabezoniano. El autor me lo dedicó con este bonito sketch que os muestro. Como siempre, salí muy satisfecho con las compras realizadas. Muy grande, Enrique. Lástima de parpadeo del vídeo.
Lo siguiente que hice es acercarme al stand donde se encontraban Enrique V. Vegas y Nacho Fernández. El segundo pude comprobar que estaba trabajando en mi blank cover así que le dejé tranquilo. Mientras completaba un sketch pregunté a Enrique si había traído alguna carpeta. Él me contestó afirmativamente y me la pasó. Entre las muchas ilustraciones encontré esta de El Mandaloriano. Justo iba a comprar el número tres de su serie dedicada al personaje, El Cabezoniano. Así que me decidí por ella. Sin duda, magnífica.
Y nos trasladamos ya a la tarde del Sábado. Antes os contaré que hace unos Meses encargué a Óscar de la librería Nexus 4 de Santander que me consiguiera un ejemplar de El Cabezoniano dedicado por Enrique Vegas. Cuando llegué a la tienda aquel fin de semana me comentó que el artista no se había podido pasar por allí y no lo tenía. Le pedí que lo siguiera intentando. Apenas un par de Meses más tarde me enteré de su triste y repentino fallecimiento. Una noticia que ha conmocionado al mundo de la cultura de la ciudad. Vaya mi recuerdo a este gran librero. Un trabajador incansable que lamentablemente se fue para siempre por sorpresa. Hecho este pequeño recuerdo vuelvo a Getxo. Resulta que por uno de los stands se iba a pasar precisamente Enrique Vegas. El Salón acababa de abrir y el autor ya andaba por allí preparando todo. Me acerqué hacia él y, por supuesto, le pedí un ejemplar de El Cabezoniano. Enrique me lo dedicó muy amablemente. Le pedí al mandaloriano. Claro, en la conversación nos acordamos de Óscar. Hay que recordar que su comercio Nexus 4 sigue adelante pese a su ausencia. Ahora al cargo de un familiar. Le deseo lo mejor. Enrique me confesó que iban a hacer todo lo posible por ayudarle. Yo como comprador también lo haré cuando regresé a Santander.
