Ilustración de X-23, por Salvador Larroca

Hace tiempo que tenía muchísimas ganas de conseguir algo de Salvador Larroca. Junto a Carlos Pacheco o Pasqual Ferry, es de los primeros artistas que consiguió abrir la puerta del mercado norteamericano. En su caso, trabajando para Marvel. Una puerta por la que han pasado, gracias a su labor, muchos otros después. Resulta que en mi colección solo tenía un Lobezno conseguido en una de las primeras ediciones del Salón del Cómic de Getxo. Como hace quince Años. Y, como digo, me apetecía muchísimo hacerme con algo suyo. Resulta que Artcoholics anunció en su página web que abría un pequeña ventana de commissions. En concreto, de bustos de personajes. Que, por otro lado, es a lo que yo podía llegar. Así que les escribí para encargar una X-23. Tras una pequeña espera, como de un Mes o así, ha llegado a mi casa este fantástico dibujo del personaje. No puedo estar más contento. Está superbien. Tengo curiosidad por ver otros de los encargos que habrá realizado.

Inktober de X-23, por Javier Hernández Guerrero

 

Bueno...Ya me han llegado un montón de inktobers. Así que los próximos días veréis unos cuantos. Aunque todavía me queda uno que no acaba de encontrar el camino a casa. Toca ser pacientes con este. Pero vamos con lo que ya tengo aquí. Primero destacaré que el inktober es una genial forma de conocer autores. Yo confieso que a Javier Hernández Guerrero no le tenía controlado. Sí había visto un cómic que acaba de publicar pero ni me había quedado con su nombre. Sin embargo, este Mes de Octubre ha sido como una explosión para mis retinas. De hecho, creo que estamos ante el mejor inktober del Año. Todo comenzó con su primer dibujo. Uno dedicado a Judge Dredd. Fabuloso. Fantástico. Tanto que me puse en contacto con el autor para comprarlo. Ya estaba vendido. Pero me contestó que si estaba interesado, solo tenía que decirle un personaje y me pondría en la lista. Ni me lo pensé. Visto el Juez Dredd...Le propuse una X-23. Javier me apuntó y mi dibujo llegó el tercer día si no me equivoco. Muy pronto. Muestra de que fui muy rápido en darme cuenta del espectáculo visual que se nos venía encima. Como podéis observar el dibujo que me ha realizado es absolutamente increíble. Sí. No es una commission. Es un inktober. Auténtica pasada. Los puestos en el tema ya se habrán dado cuenta de que se trata de un homenaje a una famosa viñeta de Wolverine de X-Weapon, Arma-X. Cuando Lobezno se escapa del laboratorio donde ha sido víctima de todo tipo de experimentos. Una Splash page, aquella, dibujada por Barry Windsor Smith y que, por cierto, recientemente ha sido vendida por un dineral. Os la pongo debajo para que podáis comparar. La versión de X-23 es maravillosa. Tiene una fuerza sobrenatural. Una auténtica joya para guardar bien en mi colección. Quedaros con su nombre, Javier Hernández Guerrero. Nos esperan muchas sorpresas de sus lápices. Por cierto, acaba de sacar a la venta el artbook que recopila todos sus inktobers con la editorial Spaceman Project. Os lo recomiendo. Pero protegeros los ojos antes. Os pueden estallar. Avisados estáis.

Sketch de X-23, por Alessandro Micelli

Hace unos días, Alessandro Micelli sacó a la venta su segundo sketchbook. Anunció que quien se hiciera con una copia se lo llevaría dedicado con un sketch del personaje que eligiera. En sus páginas está publicada una commission mía, la que le pedí de Scarlet Witch. Así que ya tenía de por sí buenas razones para adquirirlo. Lo encargué con un sketch de X-23. Un personaje que borda este autor. Esta semana me ha llegado a casa y debo confesar que el dibujo me ha encantado. Es superpotente. Tiene una fuerza tremenda. Sin duda, esta es una característica importante de este autor. Sus dibujos traspasan el papel. Además el sketch tiene un tamaño importante. Me esperaba uno tipo grapa pero es mucho más grande. Un acierto.

Sketch de X-23, por Mahmud Asrar

Así llegamos a las últimas horas del tercer día. En la casa de cultura se celebraba la charla de Mahmud Asrar. Como es habitual, tras la misma había una sesión de firmas. También de David Rubín, Julie Maroh o David Baldeón. Nada más terminar me coloqué en la cola de Mahmud. No quería que me pasara como con Matteo Scalera que firmó a todo el mundo y yo no acudí pensando que sería cierto el rumor de que no iba a dibujar a nadie. La cuestión es que se formó una enorme aglomeración de gente sobre el escenario. Era lógico, había un gran nivel de autores firmando y, como siempre, la guillotina del horario de cierre del local se cernía sobre todos. Esta vez tuve muchísima suerte y fui el último al que dibujó algo. El resto tuvo que salir fuera del edificio y conformarse con que les firmaran algún cómic. Yo le pedí una X-23. Mahmud me dijo que no tenía nada característico en el busto y que si me daba igual. Yo le respondí afirmativamente. Al final, tuvo la iniciativa de escribir ese "Snikt" que deja bastante claro de quién se trata. El tercer día concluía así con la sensación de que algo empezaba a calentarse en Avilés. Tres días hicieron falta para que el espíritu de estas Jornadas comenzaran a sentirse en la localidad asturiana. Con todo, una vez más quedaba al descubierto uno de los grandes problemas de este evento. Los horarios de cierre de los edificios públicos. Un grave problema que torpedea año tras año las sesiones de firmas. Una de dos, o se cierra mucho más tarde o se adelantan los horarios de las charlas. No puede ser que las sesiones de firmas no lleguen a durar ni una hora con autores tan internacionales como los que trae Avilés. No entiendo que en veintitantos años de Jornadas nadie ponga remedio a este problema.