Tras conseguir el segundo sketch de Emilé Bravo, me dirigí hacia el stand oficial de firmas de nuevo. Allí seguía Ramón Marcos. Suyo compré el segundo número de Chez Adolf. Llegado mi turno le pasé el libro. Me preguntó qué me había dibujado en el primero. Le contesté que al protagonista masculino. Ojeó el cómic y detecté que escogió en esta ocasión a una mujer de pelo recogido que aparecía en una secuencia que tenía lugar alrededor de una mesa. Una comida o cena sencilla. El autor cogió su lápiz y me dedicó este bonito sketch.
Mi intención era colocarme en la fila de Ramón Marcos que en ese momento firmaba en el stand oficial. Sin embargo, para mi sorpresa, me percaté que en el puesto del comercio francés se encontraba dedicando cómics Emilé Bravo. Rápidamente me dirigí hacia allí. El ambiente estaba muy tranquilo. Tan solo tuve que aguardar un par de puestos. Adquirí el último tomo de Spirou publicado por el autor y que no se ha editado en España todavía. Dado que ya me había dibujado a Spirou solicité a Emilé que me dibujara a la chica. Qué chica me preguntó. La de la portada le respondí. Es verdad que solo he leído en toda mi vida un cómic de Spirou. Así que no estoy puesto en el personaje. El autor cogió su rotulador y me regaló este bonito sketch. Ahora tengo dos más para leer, aunque uno está en francés. Será un reto interesante.
Y así llegamos a la tarde del Sábado del Salón Hispanofrancés de Jaca. La mañana había sido de lo más fructífera. Sin duda, el sketch que más impactado me dejó fue el de Emmanuel Despujol. En unas horas tenía otra sesión de firmas. Tras otra de Thierry Robin. Decidí sacrificar la de este autor para aguardar a la de Emmanuel y estar en primera posición. Esperé unos cuarenta y cinco minutos pero lo hice disfrutando del espectáculo de ver dibujar a Robin. Le vi realizar sketches hipervariados. Todos ellos magníficos. Francamente se me ponían los dientes largos pero aguanté como un titán. Además descubrí que a última hora de la tarde tenía otra sesión de firmas así que tendría otra oportunidad. Durante esos minutos de espera me percaté de que el artista seguía firmando a todo el mundo con el "por" en vez del "para". Finalizada la sesión, me acerqué a él y le descubrí el error. El hombre se quedó muy sorprendido. Me comentó que un autor español, Juanfer Briones, le había dicho que "pour" se traducía como "por" cuando él se lo preguntó. Le recordé que fue delante mío. Con mi cómic y que, lamentablemente, me di cuenta del error al contemplar el sketch en casa. Muy agradecido se marchó del stand. No cometería el mismo error en la siguiente ocasión. Así llegó el turno de Emmanuel Despujol. Le pasé el segundo número de Side Show. La misma serie que me había firmado por la mañana. Le pedí que me dibujara a Trixie. El personaje que da título a este segundo volumen. El autor comenzó a dibujar. De nuevo, un placer observar como iba completando el sketch. Una auténtica pasada. En esta ocasión, fue algo más pequeño que el primero; pero la calidad igualmente de diez. Muchísimas gracias, Emmanuel.
Durante las sesiones de firmas de Emmanuel Despujol y Emile Bravo, a su lado había estado firmando Ramóm Marcos. Un autor nacional que trabaja en la actualidad para el mercado francés. De sus lápices ha salido la serie Chez Adolf que cuenta ya con tres tomos. Algunos de los sketches que le había visto realizar me habían llamado la atención. Especialmente uno en el tomo tercero. Pero no quise empezar la casa por el techo y adquirí el primero. Ramón me dibujó al protagonista del mismo. Con esa dedicatoria di por finalizada la mañana del Sábado.
Para mí el autor invitado más importante del Salón Hispanofrancés de Jaca era Emilé Bravo. Era el siguiente en las sesiones de firmas. La familia de coleccionistas me llevaba ventaja por lo que durante toda la mañana estuve tras ellos. En el caso de este autor no tenía mayor importancia dado que es rápido haciendo los sketches. Me preguntó qué personaje quería. Era mi primera vez con Emilé así que la decisión era sencilla. Quería un Spirou. El artista dibujó este estupendo sketch en apenas un minuto. Durante el proceso de dibujo me confirmó que él es uno de los invitados de este Año del Salón del Cómic de Getxo. Ya está dicho.
Regresé al stand donde se celebraban las sesiones de firmas. En esta ocasión era el turno de Emmanuel Despujol. Confieso que no le conocía pero lo que había visto suyo era muy interesante. Pena que no tiene nada publicado en castellano. Así que me acerqué al puesto del comercio de Pau y adquirí el primer número de su último trabajo, Side Show, en francés. Con mi cómic volví a la cola de Despujol. Allí estaba la familia coleccionista. Tocaba esperar. Delante de mí hizo cuatro dibujos espectaculares. Creo recordar que todos ellos de mujeres. Impresionante. Llegado mi turno, le pasé mi ejemplar de Side Show. Él lo cogió y comenzó a dibujar. Rápidamente detecté que se trataba de un personaje masculino. Uno barbudo que ya había visto ojeando el cómic. Fue fabuloso ver como poco a poco iba tomando forma. Al principio, lamenté que la hoja para la dedicatoria no fuera blanca; pero en poco tiempo detecté que no tenía la menor importancia. Incluso el sketch era aún más bonito. El autor le dio unos toques en blanco que realzan el dibujo de forma magnífica. De hecho, ya lo había visto antes. La primera dedicatoria que hizo ese día fue en ese libro. Una de aquellas chicas que comenté. Magnífico. Solo puedo rendirme a los pies de Emmanuel para darle las gracias. Pedazo de sketch.
Tras pasar por el stand de Yojimbo y Astiberri, me dirigí al de Anillo de Sirio. Allí se encontraba, como es habitual, Jordi Bayarri. Acaba de sacar un integral de su serie Magia y Acero. Hace tiempo que me apetecía comprar algún número; pero me echaba para atrás que estaban agotados los primeros y que ya llevaba unos cuantos. Eso de subirse a un carro cuando el camino está tan avanzado pues como que me frenaba bastante. Esta era mi oportunidad. El precio era lo más duro. Pero, claro, es un integral. Bueno...dado que había tenido un dinero extra decidí invertirlo ahí. Compré el tomo. Jordi y su compañera lo cogieron y empezaron a meterlo en una bolsa. No entendí muy bien la jugada. Entonces el autor me preguntó, ¿Quieres que te lo dedique?. Ah pues claro, respondí yo. Por un momento, pensé que siendo tan caro igual ya estaba dedicado o llevaba una ilustración original o algo dentro. Yo que sé. Entonces lo cogió el artista y me regaló un bonito sketch de una de las protagonistas.
