analíticas
lunes, 27 de noviembre de 2017
Ilustración de Solo, por Óscar Martín
El Mes pasado la editorial Ominiky sacó a la venta el integral de Solo. En un solo volumen todos los cómics que componen su arco titulado Los Supervivientes del Caos. Yo ya los tengo sueltos pero esta edición especial sin duda vale la pena. Además para celebrar su lanzamiento el autor dio la posibilidad de conseguirlo junto a una ilustración original. Una oportunidad que no se debe dejar escapar. Tras unos días de espera ya ha llegado mi envío. Un tomo magnífico y un dibujo de Solo acechando realmente sublime. Óscar no defrauda nunca.
jueves, 23 de noviembre de 2017
Bookplate de Frankenstein, por Tula Lotay
El Mes pasado Tula Lotay sacó a la venta su nuevo sketchbook bajo el título Sequoia. Como oferta limitada de lanzamiento, 100 copias y pagando un extra, daba la posibilidad de hacerse con él junto a un original. En las redes sociales publicó la hora exacta a la que saldría este trabajo a la venta. Dado que es una artista que me gusta mucho, me lo apunté en el calendario. Afortunadamente me pilló bien y pude estar atento a la web. Tras pulsar varias veces al F5, unas pocas nada más, allí aparecieron las dos opciones. Rápidamente me lancé a por la especial y la conseguí. Y la cosa tiene mérito. Se agotó en tan solo unos segundos. Alucinante. Los días posteriores Tula fue publicando algunos de los originales que compondrían el extra. La mayoría fabulosos. Tan solo vi un par algo más flojos. Tras unas semanas de espera llegó mi sketchbook a casa y para mi sorpresa incluía una de las ilustraciones más especiales. Una del mismísimo Frankenstein. Muy distinta a todas las demás. Protagonizadas por mujeres en su gran mayoría. Una gran joya para mi colección. He quedado muy, muy satisfecho.
miércoles, 22 de noviembre de 2017
Sketch de Capablanca 2, por Joan Mundet
Tenía tiempo y dinero para una compra más. La definitiva. Tras dar varias vueltas entre los distintos stands, decidí ir a lo seguro y comprar a alguien que me había encantado un día antes. Joan Mundet. Cogí el segundo número de Capablanca y se lo pasé para que me lo firmara. Me preguntó qué dibujo me había hecho el día anterior para no repetir. Le contesté que el personaje de perfil. Inmediatamente comenzó a dibujar. Esta vez no se acercó nadie a interrumpir la labor del artista. Todo un gustazo contemplarle. Sin duda, no me defraudó. Tras conseguir mi dibujo, me dirigí hacia la zona oficial de firmas para conseguir mi número para Ana Miralles. Todavía no lo habían repartido. Me coloqué el primero en una cola paralela que, poco a poco, fue creciendo. Tras cerca de una hora de espera me dieron el número uno. No podía creerlo. Por fin, la autora me iba a firmar su Waluk. Fue entonces cuando se acercó un aficionado y nos dijo que se comentaba que no iba a venir. Yo pensé que era una broma. Pero si ya me han dado el número y todo...No puede ser...Pasadas las siete de la tarde, la hora de la sesión, se acercó el que nos había pasado los tickets y nos confirmó que se suspendía el acto. Alucinante. Francamente, entiendo que alguien no pueda acudir a un evento por las razones que sean pero lo que no me entra en la cabeza es que la organización no lo comunique con la debida antelación a los aficionados. Es como un secreto de estado. ¿Es que hay que esperar hasta el último momento para ello? ¿Cuando ya llevamos esperando más de una hora en una cola? Además me hubiera evitado llevar todo el día el cómic en la bolsa...Como digo, no lo entiendo. Defraudado me fui al Salón de Actos para escuchar la charla de Chris Claremont. Un gusto. Así terminó para mí este año esta cita comiquera. Lo confieso, algo decepcionado con el nivel de autores (algo que era comentario general) y con un mal sabor de boca final. Una lástima.
martes, 21 de noviembre de 2017
Sketch de La Deuda, por Martín Romero
Así llegamos ya a la tarde del Sábado. Entré al Salón con mi acreditación de prensa porque fuera estaba cayendo un aguacero. Mientras esperaba a que abrieran al público en zona cubierta, me senté en la zona de los niños. Allí hice un dibujo que abandoné en la mesa. Lo gracioso del caso es que minutos más tarde lo encontré colgado en la pared de la zona infantil. Ja, ja. Me hizo mucha gracia. Pero vamos a lo que vamos. El principal objetivo que me faltaba era Ana Miralles. En mi bolsa llevaba el único cómic que ya tenía antes de la celebración del Salón. Mi ejemplar de Waluk. Por fin, me lo iba a firmar. Las dos ocasiones anteriores, en otros eventos, no pude acudir a la cita. La artista tenía programada una sesión de firmas a las siete. Me dijeron que repartían el número de orden sobre las seis y media así que tenía como hora y media para seguir disfrutando del Salón. Me dirigí hacia la zona donde se suponía que Javier Fernández estaría firmando su Roman Ritual. Había visto varias de sus dedicatorias y eran muy chulas. Sin embargo, tras varios minutos largos de espera, no apareció por allí. Así que seguí caminando por los recovecos de la carpa de Getxo. Por la mañana, me habían hablado muy bien de Martín Romero. En ese instante estaba firmando en el stand de La Cúpula. Además estaba tranquilo. Así que me acerqué allí y compré su último cómic, La Deuda. El autor me lo firmó muy amablemente. Las dedicatorias que realizaba incluían un chiste. Muy bueno el mío. Por cierto, se me olvidó sacarle foto. Las de abajo corresponden a otros momentos del Salón. Me quedaba dinero para una compra más. Tendría que afinar mucho.
lunes, 20 de noviembre de 2017
Sketch de Santa Familia, por Julen Ribas
Tras conseguir mi dedicatoria de Josep María Beà , me dirigí de nuevo al stand de Xabiroi donde se encontraba firmando, junto a Iñaki Holgado, Julen Ribas. Él era otro de mis objetivos del Salón. De nuevo, un cómic en euskera; pero estaba convencido de que la dedicatoria valdría muchísimo la pena. El autor acaba de publicar su último trabajo, Santa Familia. Lo compré y se lo pasé. Inmediatamente cogió su lápiz y comenzó a dibujar. De nuevo, el proceso fue interrumpido, esta vez, por un fotógrafo. Al menos era el oficial del Salón y tan solo fue un momento. Ver como iba completando este sketch fue toda una delicia. Sin duda alguna, creo que es el mejor que he conseguido en todo este Salón del Cómic de Getxo. Muchas gracias, Julen.
jueves, 16 de noviembre de 2017
Sketch de Siete Vidas, por Josep María Beà
Este Año, el Premio del Salón del Cómic de Getxo recaía sobre el autor Josep María Beà. Reconozco que es un artista que yo no conocía. Hay que tener en cuenta que en mi juventud mi interés por el cómic se centraba en los superhéroes y, por tanto, no solía comprar revistas como Creepy, Cimoc o Zona 84 entre otras. Sin embargo, al ojear estos días sus trabajos reconozco que es un autor excelente. Confieso que me hubiera gustado adquirir sus Historias de Taberna Galáctica; pero tenía un precio bastante alto y tenía todavía otras compras en mente. Así que busqué un cómic algo más llevadero para mis bolsillos, Siete Vidas. Curiosamente, de nuevo, el autor llegó con un ligero retraso mientras en las otras colas todo fluía con normalidad. Parece que ese iba a ser mi sino del Salón. Tras una corta espera, Josep María apareció por allí. Se sentó en su silla y comenzó la sesión de firmas. La organización le comentó que se diera algo de prisa. La fila era bastante extensa. Aunque el artista dedicó poco tiempo, unos tres o cuatro minutos, a cada aficionado, completó unos sketches excepcionales. Se ve que la experiencia es un grado. A destacar los que realizaba en el tomo que no había comprado. El de la Taberna Galáctica. Reconozco que me daban un poco de envidia. Llegado mi turno, le pasé mi cómic de siete vidas y me dibujó esté estupendo sketch. Aunque los de la Taberna Galáctica...Otro año no se me escapa.
miércoles, 15 de noviembre de 2017
Sketch de Piztia Otzanak, por Iñaki G. Holgado
Conseguir el sketch de Javier Rodríguez me llevó como algo más de hora y media, entre el retraso y mi posición en la cola. Estaba preocupado porque sabía que a esa hora ya se encontraría firmando en el stand de Xabiroi Iñaki G. Holgado. Además el día anterior ya me había pasado por allí y descubrí que no tenía uno de sus cómics. Aunque, como todo lo de ese stand, era en euskera y mi dominio de esa lengua es más bien escaso. Afortunadamente, cuando llegué allí observé que Iñaki continuaba firmando cómics. Compré mi ejemplar de Piztia Otzanak y se lo pasé. No tuve que esperar prácticamente nada. El artista comenzó a dibujar mi sketch. Tal y como me prometió a través de las redes sociales hizo el esfuerzo de evitar el perfil del personaje, que es el dibujo con el que se siente más cómodo a la hora de dedicar los cómics. Además me dibujó a un personaje femenino. Lo que multiplicaba la apuesta por dos. El resultado como podéis ver es muy bueno. Yo le animaría a seguir ese camino. Bucear en aguas profundas a la hora de hacer sketches. Lo que no quita que de vez en cuando salga al exterior a respirar. Ja, ja, ja. Perfiles también están genial.
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