analíticas
martes, 14 de noviembre de 2017
Sketch de Comprobando la Realidad, por Javier Rodríguez
Como comenté en el anterior post, para cuando regresé a su cola, Javier Rodríguez seguía por el tercer sketch. Os recuerdo que yo tenía el número siete. En concreto, estaba dibujando un Doctor Extraño en un folio A-4 o una Blank Cover, no lo recuerdo bien. En este caso, ya no coloreó el dibujo. A pesar de todo, le llevó bastantes minutos. Ya digo que el artista se volcó mucho en la sesión de firmas. El chico que estaba delante mío también llevaba un ejemplar de Comprobando la Realidad. Pude ver que le hizo un sketch muy chulo. Por fin, llegó mi turno. Javier empezó a dibujar sobre la primera página de mi cómic cuando se acercó un miembro de la organización para recordarle que en unos minutos tenía una charla. Tras de mí había una extensa cola. El autor le contestó que firmaría dos más y que al resto les respetaría la posición en las siguientes sesiones de firmas. Por un momento, temí que me iba a realizar un sketch sencillo pero, afortunadamente, me equivocaba. Me hizo el dibujo con la misma calidad que el anterior que había visto. Por eso, le doy las gracias de nuevo a Javier. Pasó de la presión y lo dio todo con mi sketch. Muchísimas gracias.
lunes, 13 de noviembre de 2017
Sketch de Buddy Bradley, por Peter Bagge
Y así llegamos al Sábado del Salón del Cómic de Getxo. Nada más entrar me dirigí hacia la zona de tickets. Allí recogí el número siete para Javier Rodríguez. Para él tenía un ejemplar de Comprobando la Realidad que el día anterior me dedicó ya Mauro Entrialgo. Pensaba que la séptima posición era muy buena, sin embargo, no era del todo cierto. Para empezar el autor se retrasó algo y llegó a la zona de firmas cuarenta minutos tarde más o menos. En las mesas de al lado se encontraban firmando Peter Bagge y Martín Romero. Por allí todo fluía como la seda. Mientras en mi cola había un atasco de tres pares. Por fin, llegó Javier y comenzó su sesión de firmas. La verdad es que se volcó mucho con todos. Especialmente con los dos primeros a quienes les hizo dibujos que le llevaron, calculo yo, como cerca de diez minutos a cada uno. Ambos con algo de color, incluso. Entre el retraso y ese ritmo pausado, el resto de autores ya habían concluido con sus colas y aguardaban sentados la llegada de más aficionados. Uno saltó de la fila de Javier a la de Peter y le pasó una hoja para ver si le quería dibujar un Buddy Bradley. El autor, que estaba en ese momento totalmente ocioso, le sonrió y se puso a dibujar. Al contemplar esa escena se animaron otros tres seguidores más y todos se llevaron su dibujo. Yo, curtido ya en esto de las firmas, siempre llevo una carpeta con hojas así que me cambié a la cola de Peter y le pasé mi hoja. Con poca originalidad le pedí un Buddy. El autor me lo dibujó en apenas un par de minutos. Le di mi nombre en una hoja y me contestó que ya se acordaba de mí. Que el día anterior estuve en la sesión de firmas de La Cúpula. Tras conseguir el dibujo de Buddy regresé a mi posición en la cola de Javier. Allí no se había movido nada. Seguía con el tercero. Pero yo estaba más contento.
jueves, 9 de noviembre de 2017
Sketch de Comprobando la Realidad, por Mauro Entrialgo
Tras conseguir mi sketch de Peter Bagge me dirigí hacia la zona de firmas donde tenía el número tres para Chris Claremont. El guionista coincidía en la mesa oficial junto a Claudio Castellini, otro autor que me hubiera interesado; pero dado que firmaba sus cómics sin ningún tipo de sketch decidí pasar. Además tenía que comprar para ello un Nathan Never y tenía otras prioridades. Quizás sí que me hubiera acercado si hubiera encontrado en mi trastero el cómic de Lobezno The End. Algo que no conseguí. Tras una pequeña espera llegó Chris y muy amablemente me firmó mis cómics. Tres por persona. Con esa rúbrica daba prácticamente por cerrado el día. Sin embargo, decidí pasarme por el stand de Joker para adquirir algo de Javier Rodríguez, quién firmaba al día siguiente a primera hora. Hay que tener en cuenta que yo compro todos mis cómics en digital por problemas de espacio en mi casa. Cuando pregunté al librero Mikel por qué tenían del autor, me señaló un ejemplar de Comprobando la Realidad. La verdad es que me sorprendió bastante. Esperaba algo de superhéroes. Para un dibujante de ese tipo que tenía por allí dispuesto a hacer un sketch...Fue entonces cuando Mikel me descubrió que el guionista del cómic era Mauro Entrialgo, quien en ese momento estaba firmando a su izquierda. Sin duda, una estupenda razón para hacerme con el libro. Tras comprarlo me dirigí frente al autor, quien estaba terminando en ese momento un sketch. Lo cogió y comenzó a dibujar. Antes me aclaró que él era el guionista como disculpándose por el sketch que me iba a realizar. Un dibujo genial de Mauro que además me da la posibilidad de colgarle por primera vez dibujando en mi canal de YouTube. Este cómic me iba a dar una doble alegría. Una gran compra.
miércoles, 8 de noviembre de 2017
Sketch de Capablanca, por Joan Mundet
Este sketch lo conseguí mientras paseaba por el Salón del Cómic tratando de quitarme el disgusto que me había llevado con Peter Bagge, quien solo me firmó el cómic. Al menos en un principio. Está relatado en el anterior post. Siguiendo la política de un tornillo saca otro tornillo. Me lancé a buscar a otro autor. En el stand de Amaníaco, durante todo el Fin de Semana, estuvieron dos. Uno de ellos era Joan Mundet, dibujante del Capitán Alatriste, quién acaba de publicar el segundo volumen de Capablanca. Una historia de bandoleros en la España del Siglo XVII y que está basada en dos personajes históricos. La cuestión es que en ese momento estaba completando una dedicatoria maravillosa que me obligó a detenerme allí y ojear el cómic. Dado que tenía una pinta estupenda compré el primer número. Mientras aguardaba mi turno contemplé unas ilustraciones y bocetos del Capitán Alatriste y otros personajes que tenía a la venta. Lamentablemente mi capacidad económica este año no daba para más. Llegado el momento le pasé mi cómic y comenzó a dibujarme este estupendo sketch. Allí estaba yo todo concentrado en la grabación cuando se acerco otro aficionado. Con bastante mala educación, debo decirlo, empezó a darle conversación al autor mientras yo trataba de grabar el vídeo. A una pregunta le seguía otra y luego otra y con cada una de ellas Joan, quien no tiene culpa de nada, dejaba de dibujar y respondía amablemente. Increíble. Que conste que para cualquiera que me vea es bastante evidente que estoy tratando de grabar un vídeo. Ya digo, una mala educación tamaño profesional. Me callé por no incomodar a Joan aunque mi cara era bastante evidente. Ahora ya sabéis por qué este vídeo tiene varios cortes. Además se ve claramente que el tocapelotas interrumpió el proceso creativo del artista. Un figura el amigo. No podía haber esperado a su turno...Buff.
lunes, 6 de noviembre de 2017
Sketch de Buddy Bradley, por Peter Bagge
Dado que algo más de una hora antes de la sesión de firmas de Peter Bagge detecté que comenzaba ya a formarse una cola, decidí sumarme a ella para evitar riesgos y que esta no se me solapara con la de Chris Claremont. Que era la que realmente más me interesaba. Era consciente de que estaba siendo excesivamente previsor. Hay que tener en cuenta que Peter tan solo realiza un garabato rápido como sketch. Pero mejor prevenir que lamentar. Tras la espera, llegó el autor puntual a su cita. Yo estaba en tercera posición. Vi como firmaba al aficionado que tenía delante. Junto a la rúbrica, un sketch sencillo, tal y como esperaba. Supertranquilo le pasé mi ejemplar de Odio y me puse a grabar. El artista comenzó a escribir mi nombre, firmó y añadió el nombre de la ciudad, en este caso se decantó por un Bilbao. Y ahí me percaté de que se paró. Sorprendido detuve la grabación y cogí mi cómic. Mi cara de decepción a la hora de salir de la cola lo decía todo. La verdad es que no entendía nada. Llegué a pensar que le había molestado que le grabara. Sin embargo, al que iba detrás mío tampoco le realizó sketch con lo que no era eso. Al que le siguió sí que le hizo un dibujo rápido. Francamente no salía de mi asombro. Cuando me acerqué a contarle lo que me había pasado al que estaba situado en la segunda posición me explicó que él le había tenido que decir que le hiciera el sketch. En definitiva, si no se lo pedías solo te firmaba el libro. Me quedé alucinado. Para que se me pasara el disgusto me paseé por los pasillos del Salón del Cómic y compré alguna que otra cosa, con dedicatoria y dibujo. Cuando volví a pasar junto al stand de La Cúpula donde estaba Peter Bagge me di cuenta de que estaba firmando al último. Otro que estaba en la misma situación que yo y que acudía a pedirle el sketch. El autor se lo hizo amablemente. Así que saqué mi cómic de la bolsa e hice lo mismo. Entonces sí, Peter me completó un dibujo sencillo en segunda vuelta. La verdad, no entiendo mucho esa actitud. Sé de algún que otro aficionado que le llevaba más cómics al que se le quitaron las ganas de repetir. Curioso.
Sketch de Año 1000: La Sangre, por Sergio Córdoba
En mi mochila inicialmente tan solo llevaba seis cómics de Chris Claremont y el segundo volumen de Waluk de Ana Miralles. Os recuerdo que estamos en el Viernes por la tarde y, como quién dice, acabo de entrar por primera vez al Salón del Cómic de Getxo. Tras recoger turno para las firmas de Chris Claremont y comprar el artbook firmado por Jordi Bernet, deambulé sin un destino claro por los pasillos de la carpa de la Plaza de la Estación. La sesión de firmas del autor norteamericano comenzaba a las ocho de la tarde y lo único que me interesaba antes era otra de Peter Bagge a las siete. Dado que no tenía nada de ese autor me compré el primer número de Odio en el stand de La Cúpula. Iba a comprar el cero pero un compañero me aconsejó que fuera directamente al uno. Por supuesto, le hice caso. Tras ello, me acerqué al stand de Aleta sin muchas esperanzas. Allí estaba firmando Sergio Córdoba. Yo ya tenía su obra La Hija de la Tormenta y francamente no sabía que había sacado otro cómic titulado Año 1000: La Sangre. Me llamó mucho la atención su portada y lo ojeé un poco. En ese momento, Sergio no tenía a nadie así que me lancé a por mi primera firma del Salón. Le pasé el cómic y me completó este fantástico sketch. Una maravilla contemplar como iba tomando forma. Un momento que inmortalicé con mi cámara. Por cierto, si notáis que se mueve un poquito es por que se empeñó en acercarse por allí la mosca de la tele y no hacía más que posarse en mi mano mientras grababa. Ja, ja. Qué pesada, oye.
domingo, 5 de noviembre de 2017
Sketch de Torpedo por Jordi Bernet
Y un año más llegó este Fin de Semana el Salón Internacional del Cómic de Getxo. En una edición, todo hay que decirlo, en claro declive. Si el año pasado dejó más bien fríos a los aficionados, el de estos días ha confirmado estar bastante herido. Tan solo un autor de peso internacional, de esos que animan a acudir al público de fuera, y algún otro de los destacados que se ha caído, es el caso de Ana Miralles. Una lástima. En cualquier caso, para los del País Vasco y alrededores es de lo poco que tenemos para echarnos a la boca así que lo vivimos con gran intensidad. Como ya comenté en otro post, lamentablemente el nuevo de San Sebastián pese a su cercanía te sangra el bolsillo cosa mala entre parkings prohibitivos, peajes inmensos y demás gastos que todos podemos imaginar. No es precisamente una ciudad barata. Es triste decirlo pero queda para donostiarras, aficionados de bolsillo acomodado y los franceses. Pero no nos desviemos. Comenzaremos por el principio. El Viernes por la mañana mi intención inicial era no acudir al Salón. Ya se sabe que es el momento de los colegios y demás y encima nunca suele haber nada programado para esas primeras horas. Sin embargo, este año sí que aparecía una sesión de firmas de Claudio Castellini. Tenía pocas expectativas dado que el autor no suele hacer dibujo sin pasar antes por caja; pero, sin duda, teniendo en cuenta que a esas horas acude poca gente al Salón iba a ser el mejor momento para comprobarlo. Una segunda razón para acercarme a Getxo era el dato de que en el stand de Amaníaco tenían un par de títulos de Jordi Bernet firmados por el autor con sketch. Eso me animó en un principio a acudir. Sin embargo, tuve que desistir por, como diría aquel, compromisos familiares. Acerté de pleno. Dado que Claudio no se presentó a esa anunciada cita. Mi único miedo era perderme el sketch de Bernet. Algo que afortunadamente no ocurrió. Por la tarde, nada más entrar lo primero que hice, tras coger mi número para la sesión de firmas que me interesaba, fue acercarme al puesto de la editorial en busca de uno de los ejemplares firmados. Además se podían ojear con lo que podías elegir el que más te gustase. Esta cabeza de Torpedo en tamaño grande era la última que quedaba. El resto eran bastante más pequeñas. Un triunfo. Además hacía tiempo que quería tener algo de Bernet en mi colección. Inquietud satisfecha. Ah, por cierto, el libro de arte es una auténtica pasada.
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