Ya comenté los dos fallos de este último Salón del Cómic de Getxo. Primero, la escasa presencia de autores extranjeros. Solo uno. Segundo, la mínima representación del cómic americano. Ese agujero trató de taparse con una única sesión de firmas de Álvaro Martínez Bueno, que vino en rescate del certamen, y con el dibujante vasco Ángel Unzueta. Eso sí, la presencia del primero llegaba en un momento especial. Cuando acaba de ganar el Premio Eisner por su serie The Nice House On The Lake. Confieso que madrugué un poquito para estar bien situado para esa cita. Conseguí ser el segundo. Estar en una buena posición desde el comienzo del día te permite mayor libertad durante el resto de la jornada. Le pedí a Álvaro un sketch de la serie premiada. Le entregué un folio blanco. Ahí tuve un fallo. La hoja era demasiado rugosa y el artista tuvo problemas para escoger el rotulador adecuado. Una pena. No elegí bien. El sketch, en cualquier caso, es una auténtica pasada. Esa imagen de Walter desdoblándose es increíble. La verdad es que estoy leyendo el cómic, voy por la mitad, y es muy muy bueno. Ese personaje es todo un descubrimiento y contemplar en directo como Álvaro le da forma es increíble. Cada línea que dibuja tiene un sentido y ver como toman forma esos rostros distorsionados es maravilloso. Muchísimas gracias, Álvaro. Eres muy grande.
