Un par de días antes de acudir a la charla de Sandra Uve consulté en la web de la librería Joker qué material tenían de ella. Allí me apareció el cómic Siempre la Misma Historia, un álbum que incluye varias historias de Juan Berrio dibujadas por diversos artistas. Acudí con un amigo al establecimiento y pregunté por él. En realidad, la intención era que se lo llevara él. La cuestión es que el vendedor se metió al almacén y tras unos minutos de espera apareció con el ejemplar. Para entonces me quedó claro que mi colega no lo quería así que decidí llevármelo yo. Después del esfuerzo que se habían tomado no lo iba a devolver. Así que me encontré con que tenía dos libros de Sandra Uve para esta ocasión. A la charla llevé ambos con la esperanza de que no hubiera muchísima gente en la sesión de firmas y me pudiera firmar los dos. Como ya os he mostrado, primero le pasé su último trabajo, Supermujeres Superinventoras y me lo firmó. Tras ello, me fui y me coloqué el último de la cola. Que es como creo que hay que hacer estas cosas. No estoy en contra de que la gente le lleve al autor varios tomos a firmar con sketch; pero lo haces de uno en uno y cada vez te pones al final de la fila. Luego ya es decisión del autor si desea firmarte dos o no. Perfectamente respetable, por cierto. Si todos hacemos lo mismo, pedir dos o tres firmas en nuestro turno (que lo he visto con mis propios ojos en cada sesión) monopolizamos al autor y al final hay gente que o se queda sin firma o le toca una rápida porque no hay tiempo. No es justo. Lo dicho, tras una corta espera dado que la cola era corta, volví a estar frente a la artista y le pasé mi ejemplar de Siempre la Misma Historia. Sandra me dedicó un magnífico sketch. Una dedicatoria que, para mi sorpresa, me gustó mucho más que la primera. Qué suerte haber comprado casi por casualidad ese cómic.
Hace trece días, os juro que me voy acercando cada vez más a la actualidad total, se celebró en Bilbao un encuentro con Sandra Uve en el Azkuna Zentroa de Bilbao. Aunque se desgranó toda su trayectoria, se centró especialmente en su último trabajo, Supermujeres Superinventoras. Yo a Sandra la conocía de su cómic Hora Zulú del que fui mecenas. De ahí la dedicatoria que me escribió. Tras la interesante conversación con Borja Crespo se celebró la sesión de firmas. Algo más tranquila que otros días. Yo fui el segundo de la fila. La autora me dedicó un ejemplar de ese último libro dedicado a mujeres relevantes de la historia y que, en algunas ocasiones, quedaron en el olvido. Lo hizo con mucha amabilidad. Y yo encantado.
No todo son malas experiencias en el crowdfunging. A través de una página de financiación colectiva nacional aporté dinero para el comic "Hora Zulú" de Sandra Uve, más conocida como directora de películas para adultos que como historietista. Lo cierto es que la aparente sencillez de sus dibujos tienen algo que me hizo gracia. Así que me decidí a colaborar. Además compré una camiseta del comic. Cosa que, debo confesar, no había hecho antes (Por cierto, la espero estrenar mañana mismo). Al parecer, hubo una confusión y pensaron que había adquirido dos comics en vez de uno. Eso provocó que el envío se dilatara bastante en el tiempo. Incluso, como compensación, Sandra me comentó que me iba a mandar los dos firmados. Sin embargo, al final, la otra pata del comic que es el bilbaino Frigo Fingers solo me mandó uno. El otro, con una dedicatoria dirigida a mí, se ha quedado en algún baúl cogiendo polvo. Un absurdo, vamos...; pero qué le vamos a hacer. Al menos, tras una larga espera por fín tengo el comic en mis manos y con un bonito dibujo de Sandra.
Un par de días antes de acudir a la charla de Sandra Uve consulté en la web de la librería Joker qué material tenían de ella. Allí me apareció el cómic Siempre la Misma Historia, un álbum que incluye varias historias de Juan Berrio dibujadas por diversos artistas. Acudí con un amigo al establecimiento y pregunté por él. En realidad, la intención era que se lo llevara él. La cuestión es que el vendedor se metió al almacén y tras unos minutos de espera apareció con el ejemplar. Para entonces me quedó claro que mi colega no lo quería así que decidí llevármelo yo. Después del esfuerzo que se habían tomado no lo iba a devolver. Así que me encontré con que tenía dos libros de Sandra Uve para esta ocasión. A la charla llevé ambos con la esperanza de que no hubiera muchísima gente en la sesión de firmas y me pudiera firmar los dos. Como ya os he mostrado, primero le pasé su último trabajo, Supermujeres Superinventoras y me lo firmó. Tras ello, me fui y me coloqué el último de la cola. Que es como creo que hay que hacer estas cosas. No estoy en contra de que la gente le lleve al autor varios tomos a firmar con sketch; pero lo haces de uno en uno y cada vez te pones al final de la fila. Luego ya es decisión del autor si desea firmarte dos o no. Perfectamente respetable, por cierto. Si todos hacemos lo mismo, pedir dos o tres firmas en nuestro turno (que lo he visto con mis propios ojos en cada sesión) monopolizamos al autor y al final hay gente que o se queda sin firma o le toca una rápida porque no hay tiempo. No es justo. Lo dicho, tras una corta espera dado que la cola era corta, volví a estar frente a la artista y le pasé mi ejemplar de Siempre la Misma Historia. Sandra me dedicó un magnífico sketch. Una dedicatoria que, para mi sorpresa, me gustó mucho más que la primera. Qué suerte haber comprado casi por casualidad ese cómic.
