analíticas

lunes, 27 de febrero de 2017

Sketch del Dr. Uriel, por Sento













La semana pasada se celebró en Bilbao la presentación del integral del Dr. Uriel con la presencia de su autor, Sento. Yo por cuestiones laborales no pude asistir a la charla aunque sí que me dio tiempo a acercarme a la sesión de firmas. Llegué bastante justo. Allí estaba el artista firmando ejemplares de su obra y me coloqué el último de la fila. Al principio dibujó a diferentes personajes pero en el tramo final, el mío, se centró ya en la figura del Dr. Uriel. Le pasé mi cómic, lo abrió por la  y la primera página y me lo dedicó en tres minutos que supieron a gloria.

martes, 14 de febrero de 2017

Sketch de Aristóteles, por Jordi Bayarri

Lo que me pasó con este cómic es muy extraño. Desde el momento en que supe que el siguiente número de la Colección Científicos iba a estar dedicado a Aristóteles, tuve la certeza de que lo iba a comprar. Me pareció muy interesante. Además tengo todos los números. Una vez Jordi Bayarri anunció el crowdfunding, rápidamente me dirigí a la página en cuestión y realicé mi aportación. Al menos eso es lo que yo creí. Con el tiempo, una vez acabada la recaudación del dinero, descubrí que algo había fallado en el proceso y mi solicitud no había sido aceptada. Tardé meses en darme cuenta del error. Una vez comprobé al cien por cien que no había participado en el mecenazgo me puse en contacto con el propio autor para hacerme con un ejemplar del cómic dedicado con un sketch. Le pillé de viaje; pero me contestó que no había problema si estaba dispuesto a esperar una semana. Por supuesto, acepté y hace unos días llegó a mis manos mi copia de Aristóteles firmado por Jordi Bayarri. Error solventado. Estoy muy agradecido con el autor.

lunes, 13 de febrero de 2017

Sketch de Superman, por José Luis García López


A las seis y media de la tarde estaba prevista la sesión de firmas de José Luis García López y Álvaro Martínez Bueno en el stand de la Fnac. Quedaba una hora y cuando pasé al lado de la mesa donde se iba a celebrar vi que ya había una persona esperando. Si quería conseguir de verdad algo de García López ese era mi momento. Rápidamente me coloqué el segundo de la cola. En pocos minutos se formó una fila importante. Al final tuve que esperar algo más de una hora pero al menos estuve bien acompañado esos minutos por otros colegas coleccionistas que consiguieron hacer la espera menos dura. Por fin, llegó a la mesa el artista. Estaba algo cansado y comunicó a quien le acercó hasta allí que no quería hacer dibujos, solo iba a firmar. Una lástima pensamos todos. En cualquier caso, la dedicatoria de un genio como él también valdría la pena. Sin embargo, cuando el primero le pasó su cómic contemplé que García López comenzaba a dibujar un sketch del perfil de Superman. Vaya alegría que me llevé. Llegado mi turno, le pasé mi ejemplar y le pedí si era posible que me dibujara también un sketch del perfil de Superman. Yo creo que me recordaba del momento en que me saqué una foto con él en el exterior del Kursaal. Cogió mi cómic y vi que comenzaba a dibujarme un sketch del rostro de frente del Hombre de Acero. Qué ilusión. Jamás pensé que iba a lograr un dibujo de mi ídolo. No me lo podía creer. Tras conseguir el sketch me fui del recinto del comiKD con una felicidad que no cabía en el cuerpo. Volví a mis obligaciones laborales en el exterior de los cubos de Moneo. Tras cerca de una hora trabajando por allí me percaté que José Luis García López había salido fuera para fumar un cigarrillo y miraba con interés a un grupo de personas vestidas de caldereros que se refugiaba de la lluvia. Me acerqué al artista y le expliqué que era la fiesta con la que se anuncia en San Sebastián la llegada de los Carnavales. Así casi sin darnos cuenta estuvimos charlando amigablemente, totalmente solos, durante cerca de diez minutos. Me explicó que en la actualidad vive en Queens, Nueva York, el barrio con más comunidades de la ciudad. En él se hablan hasta 150 idiomas diferentes. Y me trasladó toda su preocupación con la presidencia de Donald Trump. Sin duda, una experiencia increíble que la llevaré para siempre en mi corazón. Tras la pequeña charla le dejé tranquilo para que se terminara su cigarrillo. Increíble. Quién me iba a decir a mí de niño que unos años más tarde iba a estar conversando con el dibujante de aquellos cómics de Superman y Batman que devoraba con admiración por aquel entonces. Gracias ComikD por regalarme semejante momento.

jueves, 9 de febrero de 2017

Sketch de Verdún, por Iñaki Holgado

Tras conseguir la ilustración de Iñaki Holgado volví a lo que me había traído realmente a San Sebastián. El trabajo.  Tras cumplir con mis obligaciones laborales, A eso de las tres y media de la tarde, me dirigí a comer. Para ello pasé frente a la entrada del Kursaal. Cual fue mi sorpresa cuando me encontré allí hablando con dos personas al mismísimo José Luis García López. No me lo pensé dos veces y me acerqué hacia él. Le pedí permiso para sacarme una foto con él y le trasladé en menos de un minuto toda mi admiración. Tras ello, volví a buscar un restaurante donde llenar el estómago. Después de comer, tuve la suerte de que el temporal bajó su fuerza con lo que no necesitaba seguir con él. Las imágenes más importantes ya las había conseguido por la mañana. Eso me dejaba, durante la tarde, otras dos horas y media libres en las que podría visitar de nuevo el ComikD. No me creía mi suerte. Nada más entrar me encontré a un montón de gente reunida tras unas mesas en una esquina del recinto. Se trataba de la reunión de futuros autores con los editores. Tenía su gracia verlos allí. Se mascaba la tensión. En un stand diferente al de la mañana me encontré de nuevo a Iñaki Holgado. Prácticamente acababa de llegar con lo que no había ningún tipo de cola. Esta vez sí me dije que iba a conseguir mi ejemplar de Verdún dedicado. Lo compré y se lo pasé. Cuando le pedí permiso para grabarle, Iñaki me propuso ponerme tras él para que el dibujo no saliera al revés en el vídeo. Todo un detalle. Tras colocarme en mi sitio, comenzó el espectáculo. Da gusto contemplar a artistas como Iñaki completar toda una obra de arte en cuestión de unos minutos. Una maravilla.


miércoles, 8 de febrero de 2017

Ilustración de Soldado de Verdún por Iñaki Holgado


Prácticamente se me había acabado el tiempo para disfrutar esa mañana del ComikD de San Sebastián y a mi lado tenía a Iñaki Holgado de quien quería conseguir su último trabajo, Verdún, dedicado. No tenía tiempo ya para ello. Sin embargo me percaté de que tenía una carpeta con algunas ilustraciones a la venta. Me acerqué a ella y las observé. En especial me llamaron la atención dos de ellas. Ambas de soldados de la primera Guerra Mundial. Uno de frente y otro de perfil. La verdad es que no me decidía por ninguna de ellas y le consulté al propio autor cuál de las dos se llevaría él. Iñaki me contestó que la de perfil estaba más trabajada que la otra. Seguí su consejo y me la llevé a casa. Mi hora en el ComikD había dado bastante de sí.

martes, 7 de febrero de 2017

Sketch de Conan, por Sergio Dávila

Tras conseguir mi primer sketch continué caminando por los pasillos del ComikD.  Muy cerca de Iván Gil encontré otra sesión de firmas. En este caso del artista Jaime Calderón. Un autor del que tengo todas sus novelas gráficas pero que no las había traído conmigo. Además tenía una cola de unas seis o siete personas con lo que no tenía posibilidades. Os recuerdo que solo podía estar una hora en el Salón. Tuve que renunciar a él a pesar de llevar varios años intentando conseguir que me dedique uno solo de sus cómics. Qué le vamos a hacer...Continué caminando y encontré un par de exposiciones. Una dedicada a Star Wars y otra centrada en ilustradores vascos. No me detuve en ellas demasiado. En otro stand, descubrí a otros dos dibujantes firmando sus trabajos. Eran Sergio Dávila e Iñaki Holgado. A primera vista estaban bastante rodeados de gente por lo que estuve a punto de pasar de largo. Pero al acercarme un poco más a echar un vistazo, de pronto, casi milagrosamente, descubrí que Sergio se había quedado libre mientras Iñaki continuaba con varias personas. Esta era la mía. Compré su trabajo Legenderry y le pedí que me lo firmara. Él me preguntó si quería un dibujo. Yo le contesté que por supuesto. La verdad es que la pregunta me sorprendió un poco. Me consultó si tenía un papel. Mira por donde eso sí que había traído. Le pasé un Din A-4. Por lo visto el papel satinado del cómic que adquirí no era adecuado para dibujar. ¿Qué quieres? La verdad es que estaba un poco descolocado y no tenía ni idea así que le dije que me dibujara lo que quisiera. Rápidamente comenzó a abocetar un personaje. Cuando completó el boceto me preguntó si sabía quién era. Justo acababa de dibujarle el escudo por lo que yo contesté que el Capitán América. No era mi día con Sergio. Él me aclaró que no. Que era Conan. En mi defensa diré que estaba viendo todo el proceso de dibujo a través de la pantalla de mi móvil con lo que no podía ver los detalles del sketch. Sergio continuó dibujando. Durante todo el proceso se le acercó muchísima gente absolutamente anonadada con su talento. Cuando me entregó su Conan me fui más contento que unas castañuelas. Con Sergio ya había coincidido hace unos años en Avilés pero en ningún momento tuve la oportunidad de acercarme a él. Los elementos se habían aliado conmigo.


lunes, 6 de febrero de 2017

Sketch de Napoleón, por Iván Gil

















Este fin de semana San Sebastián ha celebrado su primer Salón del Cómic y del Manga que lleva por nombre ComikD. Francamente, mi intención inicial era no ir por razones económicas. Viajar a San Sebastián, incluso desde Bilbao, sale muy caro. Son diez euros de peaje, gasolina, comidas y luego hay que sumar el parking. Si hay una ciudad donde es prácticamente imposible encontrar una plaza de aparcamiento esa es, sin duda, Donosti. Por cierto, el precio de los aparcamientos por allí es carísimo.  Todo eso me retraía bastante a la hora de acercarme por allí razón por la que no cogí días libres en el trabajo. Sin embargo, cosas del destino, el curro y el temporal de olas terminaron acercándome a la ciudad tanto el Sábado como el Domingo. Y tuve la gran suerte de al menos el primer día tener bastante tiempo libre entre grabación y grabación para acercarme al Salón. Si a eso añadimos que el centro de operaciones, por llamarlo de alguna manera, lo tuve esos dos días situado en el mismo Kursaal, lugar donde se celebraba el Salón, se daban las condiciones ideales para perderme por los pasillos del certamen. Como ya dije al inicio se trataba del primer ComikD, habrá más. Ya lo han anunciado. La sensación general que tuve el Sábado fue bastante buena. Muchos stands, cosplay, sesiones de firmas, exposiciones y autores invitados. Uno de ellos, además, era el mismísimo José Luis García López, sin duda uno de mis dioses en el mundo del cómic. Todos los tebeos de Superman y Batman que leí en mi infancia estaban dibujados por él y para mí estos superhéroes siempre tendrán la imagen que este autor les imprimió. Hay que felicitar a los organizadores por apuntarse ese grandísimo tanto. Falló Peter Milligan a última hora pero, para mí, ese detalle no quitó puntos al Salón. Sí detecté un defecto importante. En toda la ciudad no encontré ni un solo cartel que anunciara que se estaba celebrando este gran evento. Ni tan siquiera los cubos del Kursaal lo anunciaban de ninguna manera. Tan solo con un vídeo en una pantalla junto a la puerta de acceso. Sin duda, eso es algo que hay que mejorar. Además me consta que hay muchos aficionados que ni tan siquiera se han enterado de que existía el ComikD y, por supuesto, ni se imaginaban que tenían a José Luis García López tan cerca. Una pena. En cualquier caso son cosas que seguro se mejorarán en el futuro. Vamos con mi experiencia. Por la mañana tuve tan solo una hora para acercarme por allí y fui con la sensación de que ese era el tiempo exacto que iba a tener durante todo el fin de semana. Afortunadamente estaba equivocado. En mi mente mi objetivo era exprimir al máximo esos sesenta minutos. Por supuesto, tenía totalmente descartado conseguir algo de mi ídolo García López. No podía perder tiempo en colas. Paseando por el primer pasillo me encontré con la sesión de firmas de Iván Gil. Estaba dibujando un busto de Napoleón espectacular a unos compradores. Iba bastante avanzado y no tenía a nadie más esperando. No lo pensé más y me puse el siguiente. Compré mi ejemplar de La Batalla y aguardé pacientemente. La novela gráfica es espectacular. 186 páginas en las que se narra con todo detalle la Batalla de Essling. Treinta horas de combates y cuarenta mil muertos. Cada viñeta destila dramatismo y épica a partes iguales. Una pasada. Por fin, llegó mi turno. En mi caso, Ivan se decantó por un Napoleón montado a caballo. Un sketch genial. La verdad es que no podía empezar mejor mi estancia en el Salón del Cómic y Manga de San Sebastián.