Continuamos con la primera tarde del Salón del Cómic de Getxo. Tras lograr que Luis Bustos me dedicara su García volví a darme otra vuelta por los stands del certamen. En el de ediciones La Cúpula me encontré a Max dibujando. Confieso que es un autor que nunca he seguido. Estuve merodeando por allí tratando de ver los sketches que realizaba y la verdad es que me gustaron bastante. Además no había demasiada cola con lo que no iba a tener que esperar demasiado. Decidido me compré su sketchbook y se lo llevé para que me lo firmara. Me realizó este simpático dibujo de un personaje que aparece en el interior del libro dentro de una conversación con Pere Joan que lleva por título Sinropa. Salí bastante contento. Ya era hora de acercarme a las charlas de Juan Giménez y Ángel Unzueta.
Una vez llegó Luis Bustos al stand de Astiberri me situé en su cola. De vez en cuando me asomaba a la zona de firmas oficiales donde tenían que estar Ángel Unzueta y Juan Giménez; pero seguían sin aparecer. De hecho para cuando llegaron ya era muy tarde y apenas firmaron a tres personas. Se comprometieron, no obstante, a seguir la sesión de firmas tras la charla a la que tenían que asistir. Dadas las circunstancias me quedé con Luis Bustos. La cola iba bastante rápida. Una vez llegado mi turno me dibujó a García de perfil junto a Antonia. Una vez finalizado el sketch me estampó en el libro el divertido sello que podéis ver en la imagen.
A partir de aquí todo comenzó a complicarse. Se iban a celebrar las sesiones de firmas de mis dos principales objetivos. Ángel Unzueta y Juan Giménez. De Ángel yo traía dos tomos, su artbook y Cara de Ángel, con la intención de que me firmara uno cada día. Primero me situé en la cola del autor argentino quedando en una posición media, el quince. Había posibilidades. Pero la sesión no terminaba de arrancar. Tras más de media hora de retraso comenzaron a llegarnos las noticias de lo que estaba pasando. Ambos autores llegaban en el mismo coche y estaban metidos en un atasco gigantesco. El clásico de la Avanzada en Leioa. Tanto fue así que animaron a la gente a que se fuera a hacer otras cosas. Además hay que tener en cuenta que aparcar no es algo precisamente fácil en la zona de Getxo donde se celebra el Salón. Resignado me fui hacia el stand de Astiberri. Allí se iba a celebrar otra sesión de firmas. Me interesaba en concreto Luis Bustos. Su sitio en ese momento estaba vacío. A su lado sin embargo estaba ya firmando Mamen Moreu. El año pasado me quedé con las ganas de que me firmara un resaca así que decidí lanzarme y no dejar pasar la ocasión. La artista me dibujó este simpático sketch. Me hacen gracia los brazos elásticos que pone a todos los personajes.
La tarde del Viernes tenía ya otra pinta. Para entonces ya se esperaba por Getxo a muchos de los invitados. Entre mis principales objetivos tenía a Juan Giménez, Ángel Unzueta, Nacho Fernández y Víctor Santos. Uno de los primeros en llegar era el autor de Los Mundos de Valken, Nacho Fernández. Como su último trabajo ya lo tengo firmado, yo le esperaba con un ejemplar de El Supergrupo. Fue bastante puntual. Tras situarse en el stand de Joker comenzó su sesión de firmas. Yo era el primero. Tras entregarle mi cómic, le pedí un latas. Inmediatamente comenzó a dibujarlo. Sin duda fue un gustazo contemplar como el personaje iba tomando forma. Especialmente complicado me pareció la forma de dibujar la "oportunidad" a la que hace referencia el robot. La tarde pintaba bien. Comenzaba estupendamente para mí. No tardaría en torcerse.
Junto a Isaac Soler estaba sentado Morán, guionista de El Vosque. A él también le compré el primer número de su serie. Estaba empeñado a pesar de todo a contarme de qué trataba pero le pedí que no me dijera nada, ya lo leería. Debo ser muy raro pero odio que me sigan tratando de vender algo que ya he decidido comprar. El autor también dibujaba, de hecho estaba haciéndolo en ese momento así que me dedicó el cómic con este sketch. Tan solo me preguntó qué color me gustaba más. Yo le dije que el azul. De esa respuesta surgió este personaje. Es de agradecer que el guionista se molestó con el dibujo algo más que su compañero de stand. Bien por él. Así di por finaliza esa primera mañana del Salón del Cómic de Getxo. Como ya dije en el anterior post, unas primeras horas de certamen sin invitados oficiales. Curioso.
Este año, por primera vez en mi vida, he pedido libre en el trabajo para poder acudir al Salón Internacional del Cómic de Getxo. Vaya casualidad que lo he hecho en el certamen que menos se asemeja a mis gustos. Demasiados invitados internacionales de cómic underground y muy poco pijamero, prácticamente nada. Lo más parecido era Peter Milligan, guionista de Hellblazer entre otros títulos. De hecho, hoy Domingo todavía se celebra el último día y no voy a ir dado que no me queda ya nada que rascar por allí. Esperemos que el próximo año los invitados sean algo más comerciales y no tan alternativos como en esta ocasión. Pese a todo sigue siendo una fiesta que vale mucho la pena. Pero empecemos por el principio, El Viernes por la mañana. Cuando llegué al exterior de la carpa de la estación de Las Arenas de Getxo todavía se estaba bailando el aurresku de honor a las autoridades. Ya en el interior me encontré muchos stands repletos de cómics y algo de merchandising. Da gusto ver que todavía hay eventos de este tipo en el que los tebeos son los grandes protagonistas. Esperemos que no se pierda eso con el tiempo. En mi bolsa llevaba gran cantidad de tebeos a la espera de encontrarme con los autores para que me los dedicaran. La verdad es que pesaba lo suyo. Lamentablemente esa mañana por allí no se pasó ninguno. Cosa que no entiendo. Dicen que es el hueco de los colegios, lo cual me parece estupendo, pero de ahí a que no haya ni un solo invitado en el recinto va un trecho. Después de darme varios paseos arriba y abajo y asumir que no iba a poder descargar mi mochila, decidí acercarme a un puesto donde se encontraban dos jóvenes autores. Siempre me gusta apoyar a quienes empiezan en esto. Al primero le compré la grapa La Infancia de Armando. Basta con leer en la portada las bellas cualidades del protagonista para imaginarse lo que encontraremos en su interior, un cómic lleno de humor negro. Su autor es Isaac Soler. Inmediatamente me lo firmó. Cosa que no le llevó ni treinta segundos. Como consejo, y espero que no se lo tome a mal, yo le diría que se molestara un poco más a la hora de realizar sketches. Sus compradores se lo agradecerán. Ingenuo de mí hasta le grabé un vídeo en el que se le ve más escribiendo que dibujando. Incluso he llegado a dudar en colgarlo en Youtube; pero, qué demonios, ha sido parte del Salón del Cómic de este año. Desde aquí le mando mucho ánimo y le deseo lo mejor.
No todas las experiencias del crowdfunding son angustiosas. La mayoría de hecho son muy buenas. Como esta de Chris Baldie. Recientemente inició el proyecto del segundo número de la serie Space Captain. Dado que ya participé en el primero y me gustó el resultado decidí aportar dinero también a este. En concreto me daba derecho al cómic junto a un sketch de algún personaje de la colección. Yo pedí a Chris que el mío fuera uno femenino, sin más indicaciones. Finalmente me ha correspondido un dibujo de McKinley. El autor explica en la parte de detrás que aunque no haya aparecido todavía jugará un importante papel en el próximo número. Habrá que estar atentos. Por cierto, el tebeo ha llegado con numerosos extras dado que recaudó más dinero del necesario. La jugada salió redonda.
