analíticas

jueves, 22 de noviembre de 2018

Inktober de Mercenary, por Triz

La pareja de artistas formada por Bea Tormo (Triz) y Fran Collado (Sir Franagan) eligieron el tema, en mi opinión, más interesante para el Inktober. Los viajes galácticos. Entre la lista descubrí que uno de los días tenían previsto dibujar un Space Wolf. La combinación de la Galaxia y Lobos Espaciales me hizo pensar inmediatamente en el Universo Warhammer 40.000. Aclararé que en su caso tenía clarísimo que me iba a hacer con un inktober de ambos. Como permitían reservar dibujo me puse en contacto con ellos. Les consulté si tenían previsto basarlo en el Universo de Games Workshop y Fran me aclaró que no iban por ahí los tiros. Que sus dibujos no iban a tener relación con ningún universo creado previamente. En cualquier caso, seguía interesado en sus ilustraciones. Para Triz escogí el tema del mercenario espacial. Esperé pacientemente y cuando llegó el día indicado me mandó una muestra. En realidad, me lo envío un par de días antes dado que adelantaron algo el trabajo para evitar que les coincidiera con un viaje. El resultado fue tal y como lo imaginaba. Fantástico. Me encanta el estilo de Triz. Era una apuesta segura y no me defraudó. Su mercenaria con el bicho de tentáculos atrapado en la caja es, sin duda alguna, una maravilla. Me encanta esa curiosa forma que tiene de ver la perspectiva.

martes, 20 de noviembre de 2018

Inktober de Creepy Carol, por Antonio Hitos

El Mes de Octubre coincidió el Salón del Cómic de Getxo con el Inktober. Y este año estuvo especialmente nutrido. Han participado numerosos artistas y el resultado de algunos dibujos ha sido fabuloso. Una vez más, los más reñidos, los dibujos de Albert Monteys. Ya os adelanto que no logré hacerme con ninguno a pesar de haber tenido uno en la bandeja de compra. Sin embargo cuando solo me faltaba dar a la tecla pagar, de pronto, desapareció. Demasiada competencia. Pero dejemos de lamentarnos y vamos con lo obtenido. Nada más terminar el Salón de Getxo comenzaron a llegar algunas de mis compras relacionadas con el Inktober. En principio quise reducirlas al mínimo pero es que no pude aguantar las numerosas tentaciones y finalmente me hice con unos cuantos. Uno de los primeros en llegarme fue este de Antonio Hitos quien, este 2018, ha centrado el evento en la Pandilla Basura. Cada día dibujaba una carta de un personaje. La mayoría se vendían bastante rápidas pero si estabas listo no era complicado hacerte con una. Yo por ejemplo conseguí al personaje Creepy Carol. Qué mona la niña...Pobrecita.

Sketch de Moby Dick, por José Ramón Sánchez




















El responsable del stand aprovechó para decirme que también tenía dedicado un ejemplar de Moby Dick de José Ramón Sánchez. Me hizo mucha ilusión. Sacó mi lado más nostálgico. A este autor le veía de niño en la tele dibujando en los programas Sabadabadá o El Kiosko. En aquellos programas presentados por Verónica Mengod. También recuerdo obras suyas durante alguna campaña electoral del PSOE de los primeros años de la Democracia. Tener algo suyo era especial. Así que no lo dudé ni por un momento y lo compré. Así concluía para mí esta edición del Salón del Cómic de Getxo. Una cita que, en mi opinión, mejoró las de los últimos años a pesar de no haber traído autores pijameros del extranjero. Que es lo que más me tira. Qué le vamos a hacer...Nadie es perfecto. Aunque hay cosas que pulir el nivel estuvo francamente alto. Y los mayores problemas los tuve con la poca ética de algunos a la hora de las colas y las sesiones de firmas. Algo que deberíamos solventar cuanto antes o nos vamos a ganar a pulso la mala fama que portamos. Lo que más me indigna es que estos malos modos vienen de gente que viaja por toda España por múltiples salones y que tienen que tener miles de originales en sus casas. Chicos, por favor, hay que rebajar las expectativas. Es eso o nos cargamos la afición. No se puede pretender lograrlo todo caiga quien caiga. Se consigue lo que se consigue y punto. No hay que darle más vueltas. De momento, para el año que viene hemos provocado que vengan cambios en Getxo y que algunos stands decidan no traer autores marvel o DC. Por favor, démosle una vuelta seria al tema.

lunes, 19 de noviembre de 2018

Sketch de El Espíritu del Escorpión, por Pablo Caballo

Dando la última vuelta por el Salón del Cómic de Getxo pasé junto al stand de Panini Cómics. Creo que era ese, ahora mismo no lo tengo claro al cien por cien. La cuestión es que tenían expuesto un ejemplar de El arte de Bernet. Recordé que hacía un par de años lo tuvieron a la venta firmado con sketch. Pregunté al encargado si el autor les había dejado alguno dedicado y me contestó negativamente. Tampoco es que tuviera intención de comprarlo. Ya lo adquirí en 2016. Pero de pronto recordé que el día anterior había visto en ese mismo stand firmando a Pablo Caballo. Es de esos momentos que notas que dentro de ti se ha encendido una bombilla. Rápidamente pregunté si el artista había dejado alguno en el stand. La respuesta fue afirmativa. Le quedaban dos. Me quedé con las ganas de comprarle uno el día anterior dado que andaba justo de tiempo. Esta era mi oportunidad. Saqué mi tarjeta y me llevé este ejemplar con ese rostro aterrador dibujado. Por cierto, el segundo libro se lo reservé a un colega de Getxo.

domingo, 18 de noviembre de 2018

Sketch de Encuentros Cercanos, por Anabel Colazo

Regresé a la carpa del Salón del Cómic de Getxo para dar una última vuelta. En el stand de La Cúpula me encontré a Anabel Colazo. En ese preciso momento estaba tranquila. No tenía a nadie. Un día antes había coincidido con ella firmando junto a David Rubín. Decidí hacerme con su cómic Encuentros Cercanos para que me lo dedicara. Ella se puso a dibujar y en cuestión de minutos me lo llevé con un bonito sketch. Por cierto, me llamó la atención la letra tan bonita que tiene a la hora de firmar los cómics. Tocaba ir despidiéndose de Getxo. Aunque todavía iba a conseguir algo más.


sábado, 17 de noviembre de 2018

Sketch de Robin, por Marcos Martín

Una vez conseguido mi sketch de Iñaki Holgado había cubierto todos mis objetivos del Domingo. Como veis no eran muchos. Pero había programada una nueva sesión de firmas de Marcos Martín. Yo había ido pronto a la Kultur Etxea para conseguir un buen turno. Lo adelanté en el anterior post; pero no conté todo. Cuando salió el chico encargado de repartirlos preguntó si había alguien allí de los damnificados por la promesa incumplida por la Organización y que todavía no hubiera conseguido dibujo. La intención era darles los primeros puestos. Lo cierto es que no había ninguno y en mi caso ya había conseguido un sketch en la segunda sesión de firmas. Al final, logré, creo recordar, la tercera posición. Tras hacer algo de tiempo, regresé para ocupar mi sitio. Llegó el autor y se sentó en la mesa para comenzar las dedicatorias. Me pareció escucharle que le decía al que tenía delante que ya había estado ayer. Tras él llegó mi turno. A ti también te conozco de ayer, me dijo. Yo le reconocí que sí. Francamente me sorprendió bastante el reproche. En todos los salones que he estado solemos estar los mismos prácticamente en todas las colas y lo de repetir autor es, sinceramente, algo tan normal y habitual como que llueva en Bilbao. De hecho si echaba la vista atrás el noventa por ciento de las caras era conocida. De todos modos, respeto el enfado del artista. Es entendible. Lo habitual no es siempre lo correcto. De haberlo sabido antes no hubiera madrugado para acudir a esa sesión de firmas. Por si fuera poco, le entregué un ejemplar de Robin Año Uno. Nada más cogerlo, Marcos me dijo que este se lo tenía que haber pasado a Javier Pulido. Yo no entendía nada. Pensé incluso que me había equivocado de cómic; pero recordé que su nombre aparece en los créditos del mismo. Hice dos páginas, me contestó. Yo tuve la tentación entonces de meterme debajo de la mesa y no salir en todo el Domingo. En mi edición del Robin Año Uno no se aclaraba lo realizado por cada uno de los autores y yo siempre había pensado que cada uno de ellos habría completado la mitad del cómic. Normal. Así que me resultaba imposible distinguir donde acababa uno y empezaba el otro. Qué estúpido no haber traído los cómics de Marcos de Spider-man que dejé en casa. A pesar de todo, me dedicó el cómic con un bonito Robin. Salí de la fila con un sabor superamargo. Me consta además que posteriormente el artista se quejó a la Organización por el tema de la repetición en las colas. Y parece que se van a tomar cartas en el asunto para el año que viene. Getxo me da la impresión de que sería pionera en ello. Y no me parece mal. Aunque antes creo que debería meterse mano a la gente que le pide al artista dos o tres dibujos en el mismo turno. Eso se da en cada sesión de firmas y pocas veces se le pone freno. Es más yo denuncié esto en una ocasión en este Salón y lo que me llevé es un rapapolvo de Laureano de Astiberri. No lo entiendo. Menos, cuando minutos antes había anunciado un dibujo por persona. Por cierto, que en mi defensa diré que es cierto que yo conseguí dos sketches de Marcos; pero uno de ellos lo logré en un stand totalmente ajeno a la Organización. También diré que si hubiera conocido antes la incomodidad del artista me hubiera ahorrado la cola. En cualquier caso, mis disculpas para Marcos.


Sketch de Verdún, por Iñaki G. Holgado

Y llegamos al Domingo. Ese día mi máximo interés era conseguir la dedicatoria de Iñaki Holgado en mi tomo de Verdún. Con todo madrugué un poco para tener buena posición en la segunda sesión de firmas oficial de Marcos Martín. Tras coger mi ticket. Un estupendo número tres, creo recordar, me marché a la carpa del Salón del Cómic. Tenía cerca de una hora para explorar. Lo primero que hice es acercarme al stand de Xabiroi. Tal y como estaba previsto allí estaba Iñaki. Rápidamente me dirigí hasta allí y le pasé mi ejemplar del segundo volumen de Verdún. El autor, tan amable como siempre, me dedicó un bonito sketch de la protagonista de la historia. A partir de ahí, la mañana se presentaba muy tranquila.