analíticas
miércoles, 22 de noviembre de 2017
Sketch de Capablanca 2, por Joan Mundet
Tenía tiempo y dinero para una compra más. La definitiva. Tras dar varias vueltas entre los distintos stands, decidí ir a lo seguro y comprar a alguien que me había encantado un día antes. Joan Mundet. Cogí el segundo número de Capablanca y se lo pasé para que me lo firmara. Me preguntó qué dibujo me había hecho el día anterior para no repetir. Le contesté que el personaje de perfil. Inmediatamente comenzó a dibujar. Esta vez no se acercó nadie a interrumpir la labor del artista. Todo un gustazo contemplarle. Sin duda, no me defraudó. Tras conseguir mi dibujo, me dirigí hacia la zona oficial de firmas para conseguir mi número para Ana Miralles. Todavía no lo habían repartido. Me coloqué el primero en una cola paralela que, poco a poco, fue creciendo. Tras cerca de una hora de espera me dieron el número uno. No podía creerlo. Por fin, la autora me iba a firmar su Waluk. Fue entonces cuando se acercó un aficionado y nos dijo que se comentaba que no iba a venir. Yo pensé que era una broma. Pero si ya me han dado el número y todo...No puede ser...Pasadas las siete de la tarde, la hora de la sesión, se acercó el que nos había pasado los tickets y nos confirmó que se suspendía el acto. Alucinante. Francamente, entiendo que alguien no pueda acudir a un evento por las razones que sean pero lo que no me entra en la cabeza es que la organización no lo comunique con la debida antelación a los aficionados. Es como un secreto de estado. ¿Es que hay que esperar hasta el último momento para ello? ¿Cuando ya llevamos esperando más de una hora en una cola? Además me hubiera evitado llevar todo el día el cómic en la bolsa...Como digo, no lo entiendo. Defraudado me fui al Salón de Actos para escuchar la charla de Chris Claremont. Un gusto. Así terminó para mí este año esta cita comiquera. Lo confieso, algo decepcionado con el nivel de autores (algo que era comentario general) y con un mal sabor de boca final. Una lástima.
martes, 21 de noviembre de 2017
Sketch de La Deuda, por Martín Romero
Así llegamos ya a la tarde del Sábado. Entré al Salón con mi acreditación de prensa porque fuera estaba cayendo un aguacero. Mientras esperaba a que abrieran al público en zona cubierta, me senté en la zona de los niños. Allí hice un dibujo que abandoné en la mesa. Lo gracioso del caso es que minutos más tarde lo encontré colgado en la pared de la zona infantil. Ja, ja. Me hizo mucha gracia. Pero vamos a lo que vamos. El principal objetivo que me faltaba era Ana Miralles. En mi bolsa llevaba el único cómic que ya tenía antes de la celebración del Salón. Mi ejemplar de Waluk. Por fin, me lo iba a firmar. Las dos ocasiones anteriores, en otros eventos, no pude acudir a la cita. La artista tenía programada una sesión de firmas a las siete. Me dijeron que repartían el número de orden sobre las seis y media así que tenía como hora y media para seguir disfrutando del Salón. Me dirigí hacia la zona donde se suponía que Javier Fernández estaría firmando su Roman Ritual. Había visto varias de sus dedicatorias y eran muy chulas. Sin embargo, tras varios minutos largos de espera, no apareció por allí. Así que seguí caminando por los recovecos de la carpa de Getxo. Por la mañana, me habían hablado muy bien de Martín Romero. En ese instante estaba firmando en el stand de La Cúpula. Además estaba tranquilo. Así que me acerqué allí y compré su último cómic, La Deuda. El autor me lo firmó muy amablemente. Las dedicatorias que realizaba incluían un chiste. Muy bueno el mío. Por cierto, se me olvidó sacarle foto. Las de abajo corresponden a otros momentos del Salón. Me quedaba dinero para una compra más. Tendría que afinar mucho.
lunes, 20 de noviembre de 2017
Sketch de Santa Familia, por Julen Ribas
Tras conseguir mi dedicatoria de Josep María Beà , me dirigí de nuevo al stand de Xabiroi donde se encontraba firmando, junto a Iñaki Holgado, Julen Ribas. Él era otro de mis objetivos del Salón. De nuevo, un cómic en euskera; pero estaba convencido de que la dedicatoria valdría muchísimo la pena. El autor acaba de publicar su último trabajo, Santa Familia. Lo compré y se lo pasé. Inmediatamente cogió su lápiz y comenzó a dibujar. De nuevo, el proceso fue interrumpido, esta vez, por un fotógrafo. Al menos era el oficial del Salón y tan solo fue un momento. Ver como iba completando este sketch fue toda una delicia. Sin duda alguna, creo que es el mejor que he conseguido en todo este Salón del Cómic de Getxo. Muchas gracias, Julen.
jueves, 16 de noviembre de 2017
Sketch de Siete Vidas, por Josep María Beà
Este Año, el Premio del Salón del Cómic de Getxo recaía sobre el autor Josep María Beà. Reconozco que es un artista que yo no conocía. Hay que tener en cuenta que en mi juventud mi interés por el cómic se centraba en los superhéroes y, por tanto, no solía comprar revistas como Creepy, Cimoc o Zona 84 entre otras. Sin embargo, al ojear estos días sus trabajos reconozco que es un autor excelente. Confieso que me hubiera gustado adquirir sus Historias de Taberna Galáctica; pero tenía un precio bastante alto y tenía todavía otras compras en mente. Así que busqué un cómic algo más llevadero para mis bolsillos, Siete Vidas. Curiosamente, de nuevo, el autor llegó con un ligero retraso mientras en las otras colas todo fluía con normalidad. Parece que ese iba a ser mi sino del Salón. Tras una corta espera, Josep María apareció por allí. Se sentó en su silla y comenzó la sesión de firmas. La organización le comentó que se diera algo de prisa. La fila era bastante extensa. Aunque el artista dedicó poco tiempo, unos tres o cuatro minutos, a cada aficionado, completó unos sketches excepcionales. Se ve que la experiencia es un grado. A destacar los que realizaba en el tomo que no había comprado. El de la Taberna Galáctica. Reconozco que me daban un poco de envidia. Llegado mi turno, le pasé mi cómic de siete vidas y me dibujó esté estupendo sketch. Aunque los de la Taberna Galáctica...Otro año no se me escapa.
miércoles, 15 de noviembre de 2017
Sketch de Piztia Otzanak, por Iñaki G. Holgado
Conseguir el sketch de Javier Rodríguez me llevó como algo más de hora y media, entre el retraso y mi posición en la cola. Estaba preocupado porque sabía que a esa hora ya se encontraría firmando en el stand de Xabiroi Iñaki G. Holgado. Además el día anterior ya me había pasado por allí y descubrí que no tenía uno de sus cómics. Aunque, como todo lo de ese stand, era en euskera y mi dominio de esa lengua es más bien escaso. Afortunadamente, cuando llegué allí observé que Iñaki continuaba firmando cómics. Compré mi ejemplar de Piztia Otzanak y se lo pasé. No tuve que esperar prácticamente nada. El artista comenzó a dibujar mi sketch. Tal y como me prometió a través de las redes sociales hizo el esfuerzo de evitar el perfil del personaje, que es el dibujo con el que se siente más cómodo a la hora de dedicar los cómics. Además me dibujó a un personaje femenino. Lo que multiplicaba la apuesta por dos. El resultado como podéis ver es muy bueno. Yo le animaría a seguir ese camino. Bucear en aguas profundas a la hora de hacer sketches. Lo que no quita que de vez en cuando salga al exterior a respirar. Ja, ja, ja. Perfiles también están genial.
martes, 14 de noviembre de 2017
Sketch de Comprobando la Realidad, por Javier Rodríguez
Como comenté en el anterior post, para cuando regresé a su cola, Javier Rodríguez seguía por el tercer sketch. Os recuerdo que yo tenía el número siete. En concreto, estaba dibujando un Doctor Extraño en un folio A-4 o una Blank Cover, no lo recuerdo bien. En este caso, ya no coloreó el dibujo. A pesar de todo, le llevó bastantes minutos. Ya digo que el artista se volcó mucho en la sesión de firmas. El chico que estaba delante mío también llevaba un ejemplar de Comprobando la Realidad. Pude ver que le hizo un sketch muy chulo. Por fin, llegó mi turno. Javier empezó a dibujar sobre la primera página de mi cómic cuando se acercó un miembro de la organización para recordarle que en unos minutos tenía una charla. Tras de mí había una extensa cola. El autor le contestó que firmaría dos más y que al resto les respetaría la posición en las siguientes sesiones de firmas. Por un momento, temí que me iba a realizar un sketch sencillo pero, afortunadamente, me equivocaba. Me hizo el dibujo con la misma calidad que el anterior que había visto. Por eso, le doy las gracias de nuevo a Javier. Pasó de la presión y lo dio todo con mi sketch. Muchísimas gracias.
lunes, 13 de noviembre de 2017
Sketch de Buddy Bradley, por Peter Bagge
Y así llegamos al Sábado del Salón del Cómic de Getxo. Nada más entrar me dirigí hacia la zona de tickets. Allí recogí el número siete para Javier Rodríguez. Para él tenía un ejemplar de Comprobando la Realidad que el día anterior me dedicó ya Mauro Entrialgo. Pensaba que la séptima posición era muy buena, sin embargo, no era del todo cierto. Para empezar el autor se retrasó algo y llegó a la zona de firmas cuarenta minutos tarde más o menos. En las mesas de al lado se encontraban firmando Peter Bagge y Martín Romero. Por allí todo fluía como la seda. Mientras en mi cola había un atasco de tres pares. Por fin, llegó Javier y comenzó su sesión de firmas. La verdad es que se volcó mucho con todos. Especialmente con los dos primeros a quienes les hizo dibujos que le llevaron, calculo yo, como cerca de diez minutos a cada uno. Ambos con algo de color, incluso. Entre el retraso y ese ritmo pausado, el resto de autores ya habían concluido con sus colas y aguardaban sentados la llegada de más aficionados. Uno saltó de la fila de Javier a la de Peter y le pasó una hoja para ver si le quería dibujar un Buddy Bradley. El autor, que estaba en ese momento totalmente ocioso, le sonrió y se puso a dibujar. Al contemplar esa escena se animaron otros tres seguidores más y todos se llevaron su dibujo. Yo, curtido ya en esto de las firmas, siempre llevo una carpeta con hojas así que me cambié a la cola de Peter y le pasé mi hoja. Con poca originalidad le pedí un Buddy. El autor me lo dibujó en apenas un par de minutos. Le di mi nombre en una hoja y me contestó que ya se acordaba de mí. Que el día anterior estuve en la sesión de firmas de La Cúpula. Tras conseguir el dibujo de Buddy regresé a mi posición en la cola de Javier. Allí no se había movido nada. Seguía con el tercero. Pero yo estaba más contento.
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