analíticas

martes, 21 de noviembre de 2017

Sketch de La Deuda, por Martín Romero
















Así llegamos ya a la tarde del Sábado. Entré al Salón con mi acreditación de prensa porque fuera estaba cayendo un aguacero. Mientras esperaba a que abrieran al público en zona cubierta, me senté en la zona de los niños. Allí hice un dibujo que abandoné en la mesa. Lo gracioso del caso es que minutos más tarde lo encontré colgado en la pared de la zona infantil. Ja, ja. Me hizo mucha gracia. Pero vamos a lo que vamos. El principal objetivo que me faltaba era Ana Miralles. En mi bolsa llevaba el único cómic que ya tenía antes de la celebración del Salón. Mi ejemplar de Waluk. Por fin, me lo iba a firmar. Las dos ocasiones anteriores, en otros eventos, no pude acudir a la cita. La artista tenía programada una sesión de firmas a las siete. Me dijeron que repartían el número de orden sobre las seis y media así que tenía como hora y media para seguir disfrutando del Salón. Me dirigí hacia la zona donde se suponía que Javier Fernández estaría firmando su Roman Ritual. Había visto varias de sus dedicatorias y eran muy chulas. Sin embargo, tras varios minutos largos de espera, no apareció por allí. Así que seguí caminando por los recovecos de la carpa de Getxo. Por la mañana, me habían hablado muy bien de Martín Romero. En ese instante estaba firmando en el stand de La Cúpula. Además estaba tranquilo. Así que me acerqué allí y compré su último cómic, La Deuda. El autor me lo firmó muy amablemente. Las dedicatorias que realizaba incluían un chiste. Muy bueno el mío. Por cierto, se me olvidó sacarle foto. Las de abajo corresponden a otros momentos del Salón. Me quedaba dinero para una compra más. Tendría que afinar mucho.

lunes, 20 de noviembre de 2017

Sketch de Santa Familia, por Julen Ribas

Tras conseguir mi dedicatoria de Josep María Beà , me dirigí de nuevo al stand de Xabiroi donde se encontraba firmando, junto a Iñaki Holgado, Julen Ribas. Él era otro de mis objetivos del Salón. De nuevo, un cómic en euskera; pero estaba convencido de que la dedicatoria valdría muchísimo la pena. El autor acaba de publicar su último trabajo, Santa Familia. Lo compré y se lo pasé. Inmediatamente cogió su lápiz y comenzó a dibujar. De nuevo, el proceso fue interrumpido, esta vez, por un fotógrafo. Al menos era el oficial del Salón y tan solo fue un momento. Ver como iba completando este sketch fue toda una delicia. Sin duda alguna, creo que es el mejor que he conseguido en todo este Salón del Cómic de Getxo. Muchas gracias, Julen.

jueves, 16 de noviembre de 2017

Sketch de Siete Vidas, por Josep María Beà

Este Año, el Premio del Salón del Cómic de Getxo recaía sobre el autor Josep María Beà. Reconozco que es un artista que yo no conocía. Hay que tener en cuenta que en mi juventud mi interés por el cómic se centraba en los superhéroes y, por tanto, no solía comprar revistas como Creepy, Cimoc o Zona 84 entre otras. Sin embargo, al ojear estos días sus trabajos reconozco que es un autor excelente.  Confieso que me hubiera gustado adquirir sus Historias de Taberna Galáctica; pero tenía un precio bastante alto y tenía todavía otras compras en mente. Así que busqué un cómic algo más llevadero para mis bolsillos, Siete Vidas. Curiosamente, de nuevo, el autor llegó con un ligero retraso mientras en las otras colas todo fluía con normalidad. Parece que ese iba a ser mi sino del Salón. Tras una corta espera, Josep María apareció por allí. Se sentó en su silla y comenzó la sesión de firmas. La organización le comentó que se diera algo de prisa. La fila era bastante extensa. Aunque el artista dedicó poco tiempo, unos tres o cuatro minutos, a cada aficionado, completó unos sketches excepcionales. Se ve que la experiencia es un grado. A destacar los que realizaba en el tomo que no había comprado. El de la Taberna Galáctica. Reconozco que me daban un poco de envidia. Llegado mi turno, le pasé mi cómic de siete vidas y me dibujó esté estupendo sketch. Aunque los de la Taberna Galáctica...Otro año no se me escapa.

miércoles, 15 de noviembre de 2017

Sketch de Piztia Otzanak, por Iñaki G. Holgado

Conseguir el sketch de Javier Rodríguez me llevó como algo más de hora y media, entre el retraso y mi posición en la cola. Estaba preocupado porque sabía que a esa hora ya se encontraría firmando en el stand de Xabiroi Iñaki G. Holgado. Además el día anterior ya me había pasado por allí y descubrí que no tenía uno de sus cómics. Aunque, como todo lo de ese stand, era en euskera y mi dominio de esa lengua es más bien escaso. Afortunadamente, cuando llegué allí observé que Iñaki continuaba firmando cómics. Compré mi ejemplar de Piztia Otzanak y se lo pasé. No tuve que esperar prácticamente nada. El artista comenzó a dibujar mi sketch. Tal y como me prometió a través de las redes sociales hizo el esfuerzo de evitar el perfil del personaje, que es el dibujo con el que se siente más cómodo a la hora de dedicar los cómics. Además me dibujó a un personaje femenino. Lo que multiplicaba la apuesta por dos. El resultado como podéis ver es muy bueno. Yo le animaría a seguir ese camino. Bucear en aguas profundas a la hora de hacer sketches. Lo que no quita que de vez en cuando salga al exterior a respirar. Ja, ja, ja. Perfiles también están genial.

martes, 14 de noviembre de 2017

Sketch de Comprobando la Realidad, por Javier Rodríguez

Como comenté en el anterior post, para cuando regresé a su cola, Javier Rodríguez seguía por el tercer sketch. Os recuerdo que yo tenía el número siete. En concreto, estaba dibujando un Doctor Extraño en un folio A-4 o una Blank Cover, no lo recuerdo bien. En este caso, ya no coloreó el dibujo. A pesar de todo, le llevó bastantes minutos. Ya digo que el artista se volcó mucho en la sesión de firmas. El chico que estaba delante mío también llevaba un ejemplar de Comprobando la Realidad. Pude ver que le hizo un sketch muy chulo. Por fin, llegó mi turno. Javier empezó a dibujar sobre la primera página de mi cómic cuando se acercó un miembro de la organización para recordarle que en unos minutos tenía una charla. Tras de mí había una extensa cola. El autor le contestó que firmaría dos más y que al resto les respetaría la posición en las siguientes sesiones de firmas. Por un momento, temí que me iba a realizar un sketch sencillo pero, afortunadamente, me equivocaba. Me hizo el dibujo con la misma calidad que el anterior que había visto. Por eso, le doy las gracias de nuevo a Javier. Pasó de la presión y lo dio todo con mi sketch. Muchísimas gracias.

lunes, 13 de noviembre de 2017

Sketch de Buddy Bradley, por Peter Bagge

Y así llegamos al Sábado del Salón del Cómic de Getxo. Nada más entrar me dirigí hacia la zona de tickets. Allí recogí el número siete para Javier Rodríguez. Para él tenía un ejemplar de Comprobando la Realidad que el día anterior me dedicó ya Mauro Entrialgo. Pensaba que la séptima posición era muy buena, sin embargo, no era del todo cierto. Para empezar el autor se retrasó algo y llegó a la zona de firmas cuarenta minutos tarde más o menos. En las mesas de al lado se encontraban firmando Peter Bagge y Martín Romero. Por allí todo fluía como la seda. Mientras en mi cola había un atasco de tres pares. Por fin, llegó Javier y comenzó su sesión de firmas. La verdad es que se volcó mucho con todos. Especialmente con los dos primeros a quienes les hizo dibujos que le llevaron, calculo yo, como cerca de diez minutos a cada uno. Ambos con algo de color, incluso. Entre el retraso y ese ritmo pausado, el resto de autores ya habían concluido con sus colas y aguardaban sentados la llegada de más aficionados. Uno saltó de la fila de Javier a la de Peter y le pasó una hoja para ver si le quería dibujar un Buddy Bradley. El autor, que estaba en ese momento totalmente ocioso, le sonrió y se puso a dibujar. Al contemplar esa escena se animaron otros tres seguidores más y todos se llevaron su dibujo. Yo, curtido ya en esto de las firmas, siempre llevo una carpeta con hojas así que me cambié a la cola de Peter y le pasé mi hoja. Con poca originalidad le pedí un Buddy. El autor me lo dibujó en apenas un par de minutos. Le di mi nombre en una hoja y me contestó que ya se acordaba de mí. Que el día anterior estuve en la sesión de firmas de La Cúpula. Tras conseguir el dibujo de Buddy regresé a mi posición en la cola de Javier. Allí no se había movido nada. Seguía con el tercero. Pero yo estaba más contento.

jueves, 9 de noviembre de 2017

Sketch de Comprobando la Realidad, por Mauro Entrialgo

Tras conseguir mi sketch de Peter Bagge me dirigí hacia la zona de firmas donde tenía el número tres para Chris Claremont. El guionista coincidía en la mesa oficial junto a Claudio Castellini, otro autor que me hubiera interesado; pero dado que firmaba sus cómics sin ningún tipo de sketch decidí pasar. Además tenía que comprar para ello un Nathan Never y tenía otras prioridades. Quizás sí que me hubiera acercado si hubiera encontrado en mi trastero el cómic de Lobezno The End. Algo que no conseguí. Tras una pequeña espera llegó Chris y muy amablemente me firmó mis cómics. Tres por persona. Con esa rúbrica daba prácticamente por cerrado el día. Sin embargo, decidí pasarme por el stand de Joker para adquirir algo de Javier Rodríguez, quién firmaba al día siguiente a primera hora. Hay que tener en cuenta que yo compro todos mis cómics en digital por problemas de espacio en mi casa. Cuando pregunté al librero Mikel por qué tenían del autor, me señaló un ejemplar de Comprobando la Realidad. La verdad es que me sorprendió bastante. Esperaba algo de superhéroes. Para un dibujante de ese tipo que tenía por allí dispuesto a hacer un sketch...Fue entonces cuando Mikel me descubrió que el guionista del cómic era Mauro Entrialgo, quien en ese momento estaba firmando a su izquierda. Sin duda, una estupenda razón para hacerme con el libro. Tras comprarlo me dirigí frente al autor, quien estaba terminando en ese momento un sketch. Lo cogió y comenzó a dibujar. Antes me aclaró que él era el guionista como disculpándose por el sketch que me iba a realizar. Un dibujo genial de Mauro que además me da la posibilidad de colgarle por primera vez dibujando en mi canal de YouTube. Este cómic me iba a dar una doble alegría. Una gran compra.