¿Os acordáis de aquel paquete que extravió Correos y del que nadie sabía donde podía estar? Pues bien, finalmente apareció tras una limpieza profunda de la oficina postal de mi pueblo. Resulta que había quedado traspapelado encima de un armario sobre algunas cajas y como era una carta fina resultaba imposible verlo desde el suelo. Pero, como digo, por fin lo encontraron y, aunque con un retraso importante, ya lo tengo en mi poder. Se trata de la recompensa del crowdfunding de Espadas del Fin del Mundo de Juan Aguilera y Ángel Miranda. Entre las diferentes opciones que daban existía una la mar de atractiva. Ser dibujado por Juan vestido de soldado español o pirata japonés. Dado que tengo poco parecido con los nipones la elección resultó bastante sencilla. Para realizar la ilustración le mandé a Juan varias fotografías. De esa forma podría escoger la que más le gustara. La verdad es que el resultado final es fabuloso. Es un retrato en toda regla. Fantástico. Aunque el traje de soldado, con esa sonrisa, no me pega ni con cola. Ja, ja, ja.
analíticas
Mostrando entradas con la etiqueta espadas del fin del mundo. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta espadas del fin del mundo. Mostrar todas las entradas
viernes, 23 de diciembre de 2016
Ilustración de soldado de los tercios, por Juan Aguilera
¿Os acordáis de aquel paquete que extravió Correos y del que nadie sabía donde podía estar? Pues bien, finalmente apareció tras una limpieza profunda de la oficina postal de mi pueblo. Resulta que había quedado traspapelado encima de un armario sobre algunas cajas y como era una carta fina resultaba imposible verlo desde el suelo. Pero, como digo, por fin lo encontraron y, aunque con un retraso importante, ya lo tengo en mi poder. Se trata de la recompensa del crowdfunding de Espadas del Fin del Mundo de Juan Aguilera y Ángel Miranda. Entre las diferentes opciones que daban existía una la mar de atractiva. Ser dibujado por Juan vestido de soldado español o pirata japonés. Dado que tengo poco parecido con los nipones la elección resultó bastante sencilla. Para realizar la ilustración le mandé a Juan varias fotografías. De esa forma podría escoger la que más le gustara. La verdad es que el resultado final es fabuloso. Es un retrato en toda regla. Fantástico. Aunque el traje de soldado, con esa sonrisa, no me pega ni con cola. Ja, ja, ja.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)