Saphari sketch, por Miguel Ángel Martín

La Semana pasada me pasé por la Librería Joker a comprar algunos cómics que tenía pendientes. La verdad es que hice un gasto importante. La chica que me atendió en el mostrador me dio un sobre. Me comentó que era algo que tenían para mí. La verdad es que pensé que sería una lámina de alguno de los libros que había adquirido. Salí del comercio con todas mis compras y me dirigí a mi coche. Ya en su interior, dejé la pesada bolsa y abrí el sobre. Dentro encontré este original de Miguel Ángel Martín correspondiente a la promoción de su último trabajo, Saphari. Un cómic que ya compré unos días atrás. Me sorprendió bastante encontrarme este original. No era lo que esperaba. Gracias por el detalle. Cambiando de tema. No penséis que ya he mostrado todos los inktobers que adquirí el pasado Mes. Lo que pasa es que no me han llegado todavía. Se están haciendo de rogar bastante. Pero parece que, al menos varios de ellos, están ya en camino así que pronto podré mostrarlos.

Ilustración de Saphari, por Miguel Ángel Martín

Lo de esta promoción tiene su miga. Se dio la oportunidad de conseguir el último trabajo de Miguel Ángel Martín, Saphari, con un sketch en una hoja a parte. Esta oferta se ligaba a varias librerías especializadas y a la compra en una web concreta. Yo reservé mi ejemplar en mi tienda habitual que era una de las que aparecía en el listado. Otro colega coleccionista compró el libro en la web. Unos días más tarde, este último recibía el cómic en su casa. En su interior, en una de sus páginas iniciales, un sketch a lápiz. De dibujo en hoja a parte, nada de nada. A partir de ese momento, asaltaron las dudas sobre el texto de la promoción. Algunos otros coleccionistas que todavía no se habían lanzado comenzaron a comentar que en el mismo se decía que se "podía" conseguir un dibujo en una hoja a parte. No que sea una certeza. Que quizás hubiera un sorteo. Esa nimiedad hizo que muchos de ellos renunciaran a la promoción. Curiosamente, los responsables de la promoción, unos días después, se pusieron en contacto con el compañero que recibió el libro con el sketch y le dijeron que le iban a mandar otro dado que tenía un error de impresión. Y así fue. Poco después, lo recibió. También con un sketch dentro. Yo no sabía qué pensar. Mantuve mi encargo. Por fin, el Martes salí de dudas. Recogí el cómic en la librería y me dieron esta lámina A4 suelta con una ilustración original. Ahora hay más de uno lamentándose por no haberse sumado a la oferta. Una oferta que, ciertamente, no estaba correctamente redactada y generaba algunas dudas. Quizás absurdas; pero sustentadas por la experiencia del otro coleccionista que sigue sin su original a parte pero que tiene dos libros dedicados con sketch. Uno de ellos defectuoso. Todavía no acabamos de entenderlo.