Por circunstancias coincidí en el Salón con Naiel Ibarrola. Una joven promesa del dibujo vasco. Le viene de familia. Basta con mirar su apellido. Es el hijo de José Ibarrola y nieto de Agustín Ibarrola, el creador del mágico bosque de Oma. En la actualidad, Naiel, un gran amante de la música, trabaja para la revista "Cuadernos de Jazz". Mirando el dibujo casi podemos escuchar en la lejanía las notas de una banda de jazz que se pierden en una lluviosa noche de Bilbao.