Por segunda vez, bajé al Salón de Actos de la Casa de Cultura. Escuché allí parte de la charla del para mí más importante autor que ha visitado este año Avilés, Paul Grist. Una opinión que analizadas las colas no parece la general de los allí presentes. La cuestión es que una vez terminó la charla aguardé en el hall unos segundos por si alguien paraba allí al autor. Y eso es precisamente lo que ocurrió varios jóvenes le abordaron y le pidieron dedicatorias, por lo visto le conocían de otras convenciones de cómics. El artista hiperamable durante toda la semana no lo dudó un instante y se sentó allí mismo a dibujar. No me lo podía creer. Estaba solo a dos personas de lograr mi ansiado objetivo. Un sketch de Mudman. Antes dibujó dos de Kane. En unos pocos minutos me regaló esta sencilla pieza que veis. El primer día en Avilés había sido magnífico, de hecho había logrado un sketch del autor que yo consideraba más importante, y todavía me quedaban dos jornadas más.