Para quien no lo sepa (la mayoría) os comentaré que el Día de Nochevieja puse en marcha un nuevo Canal de Youtube que nada tiene que ver con el cómic. La temática es de paseos. Sí. Tan simple como eso. Se llama El Caminante Bilbaíno. A ver si algún día consigo monetizar algo con alguno de los dos. Ja, ja, ja. Lo llevo claro...A lo que vamos...Ayer salí a grabar uno de esos paseos. Comencé desde el Barrio bilbaíno de Txurdinaga hasta las Calzadas de Mallona en pleno Casco Viejo. Luego me fui a hacer tiempo al Arenal donde se encuentra instalada la Feria del Libro de Bilbao. Precisamente hace unos días me quejé amargamente (ya sabéis que soy muy sentido) con colegas coleccionistas sobre el hecho de que este evento se olvida claramente del mundo del cómic. Qué envidia ver que en otros puntos de España se organizan numerosas sesiones de firmas vinculadas con el Noveno Arte. La cuestión es que vi que en la caseta de presentaciones se estaba celebrando un acto. Me acerqué. Por lo que escuché estaban hablando de dos trabajos centrados en el Barrio de Otxarkoaga. El que está junto a Txurdinaga. Un barrio obrero y humilde de la Villa. Estuve un rato escuchando. De pronto, me percaté de que en una mesita estaban a la venta varios ejemplares de uno de esos libros. Me fijé y resulta que era un cómic de Josemi Benítez. Autor muy vinculado a las ilustraciones del diario El Correo. De hecho, el periódico ha puesto dinero para sacar este cómic, Las Casitas de Hojalata. Nos acerca a aquel tiempo del Siglo pasado en que llegaban numerosos emigrantes a Bilbao venidos de diversos puntos de España. Rápidamente compré un ejemplar y esperé a que terminara la charla. Hubo muchas preguntas del público (del Barrio, claro) incluso, una poesía. Una vez terminado el acto, despejaron la mesa. Tenía que comenzar otro evento. Yo me acerqué a Josemi y le pedí que me firmara el cómic. El autor no lo tenía previsto. Me parece increíble que se organicen charlas de las que luego no hay sesión de firmas. Aunque sean en otro punto del recinto. No sé...Le dirigí hacia una silla del público por la parte de atrás y le expliqué el contenido de mi canal. Le vi algo sorprendido. Le pregunté si no solía dibujar sketches. Él me contestó que no lo tenía previsto. Yo le dije que podía ser algo sencillo, que no le pedía un señor dibujaco. Josemi regresó hacia la mesa y recogió una mochila. De ella sacó un rotulador y empezó a dedicarme el cómic. Me dibujó una sencilla hoja de árbol. Esas mismas hojas adornan las páginas de introducción del libro. Osea que tiene bastante sentido. Le di las gracias y le dejé con el resto de personas que esperaban su firma. Se había formado una pequeña cola. Yo salí de la Feria contento. Estas sorpresas inesperadas sientan muy bien.
