Esta semana se celebran las XV Jornadas del Comic de Avilés. Por primera vez me decidí a acercarme allí. Hasta ahora el único Salón del Comic en el que había estado es el de Getxo y aquel BD Pyrénnés que me encontré de casualidad unas vacaciones. Llegué a la ciudad asturiana por la tarde. A las cinco se presentaban las Jornadas. Como no, me había armado de mi carpeta de dibujo y algunos comics de los autores invitados. El plantel es para quitar el hipo. En principio, estaba prevista una conferencia de Brandon Peterson a eso de las siete y algo de la tarde; sin embargo, parece que perdió el avión o algo y no apareció. En mi cartera llevaba comics suyos para conseguir que me los firmara y que me dedicará un sketch. En su lugar, pusieron a Marc Andreyko del que no llevaba nada. Empezaba bien la cosa...Mi sensación inicial fue algo decepcionante. A la vista una pequeña carpa con ocho puestos de comics y un espacio para las presentaciones de comics. Al lado el Salón de Cultura que acogía algunas de las exposiciones y las conferencias. En principio, pintaba peor que los Salones de Getxo a los que estaba acostumbrado, con un par de carpas en las que se centraliza todo. Llegué al acto de apertura y allí empezaron a presentar autores (Yo creía que el martes sólo tendría de forma oficial a Brandon, aunque mi esperanza era conseguir algo con lo que se menea por los aledaños). Uno a uno comienzan a salir Mark Andreyko, Joe Staton, Rubén Pellejero, Isabel Franc, Ben Templesmith...Por último, aparece George Perez, un mito en esto del comic. Yo sabía que estaba invitado pero no se me pasaba por la cabeza que pudiera verlo en la única tarde que iba a permanecer en Avilés. Tras la presentación de rigor todos salen al exterior. Yo allí con mi carpeta de dibujo guardada en la bolsa esperando cual Velociraptor a que sea otro de la manada de fans el primero en atacar a la presa. Primero se acercan algunos aficionados a George Perez y le piden que les firme algún comic (Maldita sea...yo no tengo ninguno). Muy amable se los firma; pero no hay dibujo. La cosa no pinta bien. Otro chico se le acerca y le pide un dibujo (este es mi momento, pienso, como lo haga allá que voy). Sin embargo, veo que le dice algo en plan disculpa. Luego me entero que le remite a la sesión de firmas del día siguiente...que tiene la vista cansada. Empiezo a pensar que voy a volver con las manos vacias. El resto de autores permanece en corrillo de charleta y nadie se les acerca. El único que está realizando un dibujo es Ben Templesmith; pero parece que se lo está haciendo a un colega. Alrededor no tiene a nadie más. Un tipo con una cartera de DC llena de originales se va con un tío al que parece conocer a una terraza de una cafeteria para que compre alguno. Empiezo a pensar que por aquí tienes que ser colega de alguien para conseguir algo...Decido buscar mi suerte, de nuevo, en la casa de cultura. Me adentro allí y encuentro a un corrillo de gente que oculta a alguien detrás. Es Joe Staton, el más veterano de todos. Otra gran figura de esto del comic. Está dibujando sketches a la gente. Esta es la mía. Allí que saco mi bloc de dibujo y pido vez. Hay siete por delante mío y Joe no es precisamente rápido en el dibujo. Sentada detrás suyo tiene a su mujer que dormita aburrida a la espera de que termine de saciar nuestra sed friky. Le veo dibujar a Zatanna, dos linternas verdes de diferentes épocas, varias Huntress y un flash. Yo no tengo claro qué pedirle. Al final me decido por una catwoman. Nervioso espero mi turno. No lo tengo claro del todo hasta que por fin llega mi momento. Joe, muy amable, me pregunta qué Catwoman quiero que me dibuje si la antigua o la nueva. Yo le digo que la que él prefiera. Por supuesto, me dibuja la antigua y yo encantado por que es un dibujo precioso. Al finalizarlo dice que sólo realizará otro más. Lo he conseguido por muy poco...menos mal. La tarde en Avilés empieza a mejorar. Sale el sol en mi cuaderno de dibujo.