Por fin, estaba frente a Don Julio. Aunque acababa de comprar un ejemplar de Cecilia Van Helsing, el primer cómic que le pasé fue mi prioridad, el primer número de Deshechos Históricos. El autor comenzó a dedicármelo más rápido de lo que mi cámara fue capaz de arrancar. El personaje que escogió para mi sketch fue a Hitler. De pronto, un niño se acercó por allí para que le dedicaran un cómic infantil, el de Cecilia. De ahí que Julio, con mucho criterio, cambiara la posición en la que realizaba la firma. De esa forma, no mostraba el contenido del dibujo al menor. Muy amablemente, me permitió a mi ponerme tras su hombro para poder seguir capturando el instante de la dedicatoria.
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