Escribo estas líneas recién terminado el Salón del Cómic de Getxo. Un evento que he disfrutado muchísimo pese a su gran limitación de este Año. La ausencia de autores internacionales. Un problema que lleva arrastrando desde que salimos de la pandemia. Desde entonces solo se ha pasado por allí, el Año pasado, Émile Bravo. En cualquier caso, es un excelente Salón con muchos autores nacionales a los que sacarles el jugo. Y es lo que he hecho. Y de qué manera. Tengo muchísimo material nuevo que con el tiempo, mucho tiempo, iré enseñando por aquí. Pero terminemos el último capítulo del Salón Hispanofrancés de Cómic de Jaca. Si recordáis del anterior post, dejé encargado un cómic de Soledad en uno de los puestos para que me lo dedicara Tito. Le pedí al autor que, si era posible, me hiciera un perfil de mujer. Era el dibujo que le había visto hacer en ese momento y que me faltaba. Ya me había hecho un paisaje y una mujer de frente. Cuando regresé al stand allí tenía esperándome mi cómic con este excelente sketch. No es el perfil de una mujer hermosa; pero tiene muchísima fuerza. Es una habitante del pequeño pueblo llamado Soledad. Y así terminamos un Salón de Jaca algo descafeinado. Ojalá se recupere para el Año que viene y pueda sorprendernos con un listado de invitados algo más ambicioso y atractivo. Ojalá.
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