Una cosa buena tiene un Salón del Cómic tan flojo como el de este Año. Atrae a muy poquita gente de fuera y las colas se reducen considerablemente. Se convierte en un evento muy para los de casa. Eso es exactamente lo que pasó este Año. Ya estamos en el Sábado. El día fuerte. Esa jornada se celebraban las dos sesiones de firmas que más me interesaban. La de Fernando Blanco y la de Álvaro Martínez Bueno. Lo primero que hice nada más llegar a la Plaza de la Estación fue dirigirme al punto donde iban a tener lugar. Estaban previstas a las 13 horas. Con Álvaro no había problema dado que tenía otras citas por la tarde y al día siguiente; pero con Fernando la cosa podía complicarse. Era el único momento donde íbamos a poder tenerlo a mano. Y a esa hora no se podía tirar mucho tiempo firmando. Hora y media. Estirando mucho dos. En la cola había que elegir uno de los dos autores. Por la razón que acabo de explicar me decanté por Fernando. Ambos autores fueron puntuales. A Álvaro lo pusieron en la planta baja del edificio. A Fernando en la primera. Para allá que fui. Estaba en cuarta posición, creo recordar. Lo curioso del caso es que en la fila había unas diez personas. No más. Lo que comentaba...Prueba del poquito tirón de este Salón. La verdad es que Fernando hizo uno sketches muy bonitos. Llegado mi turno le pedí una Catwoman. Le pedí permiso para grabarle pero me dijo que no le gustaba. Por supuesto, respeté su deseo. Una pena no haber podido registrarlo porque fue muy guay contemplar como el dibujo iba a tomando forma. La verdad es que me llevé un sketch chulo, chulo. Muchas gracias, Fernando.
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