analíticas
jueves, 5 de diciembre de 2019
Skecth de Spider-Man, por David Lafuente
Y llegamos al último día del Salón del Cómic de Getxo. Un evento que había ido hasta ese momento como la seda. Lo único que había que lamentar era la partida prematura de un autor destacado y algún retraso en la sesión de firmas. Problemas habituales de estos certámenes. Lo cierto es que el Domingo se dio el mayor problema de organización. Aunque afortunadamente no tuvo mayores consecuencias. Os cuento. La primera sesión de firmas la protagonizaban David López, David Lafuente, Álvaro Martínez y Pepe Larraz. Como podéis observar una cita potente. La gente ya estaba fuera del edificio esperando el reparto de números cuando sale una joven con los papelitos. Nada más comenzar a repartirlos detectamos que no le habían explicado nada. Rápidamente, los habituales le decimos que tiene que dar el número de un solo autor por persona. De forma que no se pudiera recoger el de otro artista hasta haber conseguido la firma del primero. De esta forma se logra que todo el mundo salga de allí al menos con una firma. La joven pareció entender la mecánica y cogí mi papel para David Lafuente, quien era el autor que me faltaba de los tres. Dado que la cosa estaba bastante tranquila decidí marcharme a la carpa a comprar algún otro cómic de los presentes. Tras conseguir el tebeo que buscaba regresé a la zona oficial de firmas. Nada más llegar nos comentan que la chica se ha puesto a repartir varios números por cabeza y que se ha desatado la ley de la selva. No me lo puedo creer. Rápidamente me acerco a ella y cojo dos números más para mi. No voy a ser el tonto. De todos modos alucino con estas cosas. Primero por la Organización por no tener más cuidado con las personas a las que encarga la tarea del reparto de los papeles y segundo por lo de siempre. No sabemos comportarnos. Somos como niños. Queremos conseguirlo todo aunque los de detrás se queden sin nada. ¿Por qué tenemos que perder la educación y el respeto? No lo entiendo. Sea como fuere yo ya tenía los tres números que me interesaban para esa jornada. Llegado mi turno, me dirigí frente a David Lafuente. Le pasé un Runaways y me lo firmó. Le di una hoja y me dijo que me iba a dibujar a Spider-Man. Percibí que era el sketch que tenía preparado para aligerar la tarea. Me pareció bien. Después de todo era la primera vez que coincidía en una sesión de firmas con él y su Spider-Man me gustó mucho. Fue todo un placer ver como dibuja al personaje. Mención aparte merece el estilo de letra que emplea para los nombres. Una chulada. Muchas gracias, David.
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