Como ya sabréis seguramente, a Abel Carrasco lo conocí a través de su proyecto Eonn que, en principio, iba a ser publicado a través de un crowdfunding de una editorial que, en mi opinión, sigue unos patrones ajenos a este tipo de iniciativas. Lo digo porque, repito otra vez lo de en mi opinión, infla en exceso los precios de las recompensas. Tanto que ni son recompensas ni son nada. Se quedan en, como poco, el coste original de un producto sin rebaja de ningún tipo. En definitiva, los mecenas aportamos el dinero exponiéndonos a retrasos o algo peor y lo hacemos a cambio de algo que podíamos haber conseguido por el mismo precio a través del mercado. Así, un original de un autor, por ejemplo, aparece como recompensa al mismo precio que si le hubiésemos escrito directamente a el para que nos haga una commission. Y eso en el mejor de los casos. Un absurdo, vamos. La cuestión es que aunque no salió el proyecto adelante me quedé con la calidad de Abel. Le compré posteriormente varios originales y quedé con él en que le enviaría una Blank Cover de Conan que tenía reservada en mi librería habitual a través del Previews. Sin embargo, ese cómic no llegó jamás a mis manos y tuve que buscarme la vida. Finalmente, lo conseguí, aunque a un precio bastante superior, a través de ebay. Pero di el dinero por bien invertido dado que me daba rabia tener que cambiar el plan con el dibujante. Por fin, le mandé la Blank y en cuestión de pocos días el autor la completó de manera magistral con sus lápices. Tiene un trazo muy potente y agresivo. Perfecto para personajes violentos o villanos. Por eso, decidí apostar por Conan y a la vista está que fue todo un acierto. Un gran trabajo, una vez más, del artista.
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