Tras conseguir la firma de Iban Coello en el stand de MilCómics, me dirigí al Salón de Actos para escuchar la charla de Paul Pope y David Rubín. Muy interesante y con mucha gente en los asientos. Tras la misma, me situé en la cola en tercer lugar. Cuando llegó Paul me dio la impresión que le agobió un poco el nivel de la cola. Yo ya había estado con él en Avilés así que tenía muy claro que el sketch de la dedicatoria iba a ser extremadamente sencillo. Antes de llegar mi turno, ocurrió una pequeña anécdota. La persona que tenía delante traía un álbum en el que Paul Pope colaboraba únicamente escribiendo su prólogo. El artista se lo firmó y le dijo que el dibujo se lo pidiera al autor del cómic. Tras ese pequeño incidente me tocaba a mí. Le pasé el segundo número de Aurora West y rápidamente me lo dedicó sin mayor problema. En principio, así terminaba el Salón del Cómic de Getxo para mí. Aunque por allí vi que andaba dedicando algún cómic Álvaro Bueno, otro del que no tenía ni idea que estaría por el certamen, preferí dejarlo para otra ocasión. El colega con el que había acudido ya estaba cansado, algo que no era de extrañar. El Domingo, en principio, no iba a poder estar por allí. Aunque la tentación fue demasiada. Mañana seguimos. Ah, por cierto. una vez me marché, sobre las siete y media de la tarde, junto a la cola de Paul Pope apareció por sorpresa Chris Hunt, el invitado fantasma de este año. Lo sé por que lo he visto en una fotografía y me lo han contado. Tiene tela el tema...
analíticas
miércoles, 14 de diciembre de 2016
Sketch de Haggard West, por Paul Pope
Tras conseguir la firma de Iban Coello en el stand de MilCómics, me dirigí al Salón de Actos para escuchar la charla de Paul Pope y David Rubín. Muy interesante y con mucha gente en los asientos. Tras la misma, me situé en la cola en tercer lugar. Cuando llegó Paul me dio la impresión que le agobió un poco el nivel de la cola. Yo ya había estado con él en Avilés así que tenía muy claro que el sketch de la dedicatoria iba a ser extremadamente sencillo. Antes de llegar mi turno, ocurrió una pequeña anécdota. La persona que tenía delante traía un álbum en el que Paul Pope colaboraba únicamente escribiendo su prólogo. El artista se lo firmó y le dijo que el dibujo se lo pidiera al autor del cómic. Tras ese pequeño incidente me tocaba a mí. Le pasé el segundo número de Aurora West y rápidamente me lo dedicó sin mayor problema. En principio, así terminaba el Salón del Cómic de Getxo para mí. Aunque por allí vi que andaba dedicando algún cómic Álvaro Bueno, otro del que no tenía ni idea que estaría por el certamen, preferí dejarlo para otra ocasión. El colega con el que había acudido ya estaba cansado, algo que no era de extrañar. El Domingo, en principio, no iba a poder estar por allí. Aunque la tentación fue demasiada. Mañana seguimos. Ah, por cierto. una vez me marché, sobre las siete y media de la tarde, junto a la cola de Paul Pope apareció por sorpresa Chris Hunt, el invitado fantasma de este año. Lo sé por que lo he visto en una fotografía y me lo han contado. Tiene tela el tema...
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