Con la serie de Morirse en Bilbao tuve bastante mala suerte. Cada vez que se celebraba la presentación de alguno de sus números me pillaba trabajando. Así que, poco a poco, fui renunciando a hacerme con ella. Sin embargo sus autores iniciaron un crowdfunding para publicar el integral de la misma. Esa era mi gran oportunidad. Aporté mi dinero y esperé pacientemente. Ayer, llegó a mis manos el resultado final. El cómic viene además dedicado por sus autores y con un sketch de Kike Infame.
Luis, un colega en esto del coleccionismo de originales, me mandó un enlace a un artículo sobre los artistas que estaban volcados en el inktober. Entre ellos aparecía el nombre de Raúl Salazar, dibujante habitual de la Revista El Jueves. Junto a este una ilustración superdivertida de Diana, la invasora lagarto de la tierra de la serie V. Una serie que muchos disfrutamos en nuestra adolescencia y que despierta cierta nostalgia en la actualidad. Rápidamente me introducí en la tienda de Raúl y para mi sorpresa allí estaba la comeratas todavía a la venta. Por supuesto, no la dejé escapar. Es una ilustración francamente buena. Lo extraño es que me esperara 24 horas. Se ve que los primeros días la gente anda algo cauta en esto del inktober.
El Mes de Octubre es el de los Inktober. Dado que este año han adelantado el Salón del Cómic de Getxo y coincide con este evento me prometí a mí mismo comprar lo menos posible. Lo cierto es que no he cumplido para nada la promesa y he tropezado una y otra vez con la misma piedra. Para quien a estas alturas no sepa de qué se trata comentaré que el Inktober es una especie de juego creado por el artista norteamericano Jake Parker consistente en realizar una ilustración diaria a tinta durante este Mes. Normalmente sobre una temática concreta. En realidad, cada uno puede escoger el tema pero si anda corto de ideas puede recurrir a través de la web a las numerosas listas ya creadas. En este caso, el de Víctor Santos, ha escogido dibujar personajes creados por Steve Ditko, el padre junto a Stan Lee de Spider-Man. De ahí que se haya decidido a llamarlo Ditktober. Una cosa que no he comentado es que esos dibujos se ponen a la venta a precios algo reducidos. El uno de Octubre el personaje escogido por Víctor fue The Creeper. Confieso que estaba pegándome una caminata por mi pueblo cuando entré en las redes sociales. Ví el dibujo en cuestión, absolutamente magnífico, y acudí a la tienda virtual del artista. Para mi sorpresa estaba disponible. No pude resistirme y pinché la casilla de comprar. Aunque el artista valenciano afincado en Bilbao tan solo dedica media hora a cada creación durante este macro evento comiquero el resultado es fenomenal. Una vez más, Víctor demuestra que es todo un experto en el manejo de las luces y las sombras. Además su tamaño es semejante a un A4. Por cierto, es una de esas ilustraciones que ganan muchísimo cuando uno las contempla en la mano. Primer día y primera compra. Mi promesa ya había saltado por los aires.
Como ya sabréis tengo un compañero de trabajo que dibuja espectacularmente bien. Aunque lo hace como mera afición y no a un nivel profesional consigue unas ilustraciones que solo se pueden calificar de magníficas. Dado que es mucho más hábil que yo con los lápices, algo por otro lado sencillo, decidí dejarle mi tabla de luz. Una tabla semejante a un Din A-4. La cuestión es que él nunca había utilizado este tipo de aparato y tras probarla le gustó mucho. Hace un tiempo, le pedí que me dibujara un personaje. Lo cierto es que, o porque no le atraía lo suficiente o porque directamente se le atragantó, no terminó de realizarlo. Tras un tiempo le cambié la idea por una ilustración de Florence Welch, la cantante de Florence and The Machine. Mi grupo musical preferido. A los que, por cierto, tuve la oportunidad de disfrutar en primera fila durante el BBK Live de este año. Esta vez sí, en cuestión de días, la ilustración estuvo terminada. Marcos me mandó una foto con el resultado final al móvil, dado que yo estaba de Vacaciones, y flipé mucho. Es un dibujo impresionante. Además a tinta. En él ha conseguido captar toda la fuerza y energía de Florence en una imagen. Quedé tan satisfecho que le dije que la tabla de luz es suya de pleno derecho. Y conste que en este dibujo no la utilizó. De hecho es algo más grande que un Din A-4. Ahora que he regresado al trabajo he podido recoger la ilustración. Qué maravilla.
Este año la edición de Ja! Bilbao no se ha acordado mucho del mundo del cómic. Tan solo una exposición de Mamen Moreu y un homenaje al fallecido Forges a cargo de gente no relacionada con el mundo de las viñetas, Juan Carlos Ortega, Berta Fraguas y Juan Bas. Yo me acerqué a la muestra de Mamen. Compuesta fundamentalmente por piezas impresas dado que desde Resaca trabaja en digital. A pesar de todo sí se pueden disfrutar en ella de algunos originales de su primer trabajo y bocetos de los posteriores. Interesante. Además la autora estuvo firmando en una caseta cercada dos días. Yo me acerqué por allí el primero. Compré un Desastre y la artista muy amablemente me lo firmó. Ahora toca ponerse a su lectura.
Hace como año y medio descubrí en su tienda virtual esta magnífica ilustración de Lydia Sanchez. Dado que en aquel momento me centré en otros objetivos y no tenía suficiente dinero decidí esperar. Sin embargo, con el paso de los días sorpresivamente la autora abandonó su plataforma de venta y desapareció del mapa. Estuve buscando esta ilustración en repetidas ocasiones y no apareció por ningún lado. Hasta que, hace bien poco, reabrió su tienda en la web. Rápidamente acudí a la misma en busca de la pieza y para mi alegría ahí seguía. La verdad es que, otra vez, tuve que esperar un tiempo antes de conseguir obtenerla. Pero por fin el mes pasado dí el paso y la compré. Ha tardado un poquito más de la cuenta en llegar a casa dado que la ilustradora en un principio no fue consciente de la venta. Tuvieron que pasar como dos, tres semanas para que se percatara de la misma tras una pregunta que realicé en la plataforma de venta. Finalmente, el dibujo ha llegado a mis manos y es una auténtica maravilla. Aún mejor de lo que podía vislumbrar a través de la pantalla del monitor. Sin duda alguna, una estupenda adquisición para mi colección. Por cierto, ha llegado junto a una bonita lámina que os cuelgo a su lado.
