Entre los muchos Inktobers en los que estuve interesado, uno de ellos era el de Antonio Hitos. Sin embargo, tuve que renunciar a hacerme con uno por el importante gasto que realicé ese Mes. Demasiadas ilustraciones de gran nivel al alcance de la mano. Todas no podía conseguirlas. Sin embargo, A principios de Mes el autor sacó cinco ilustraciones a la venta con las mismas características del Inktober. No recuerdo si el precio era el mismo. En cualquier caso, si era más caro lo era por muy poco margen. Se trataban de una pareja de Bebop & Rock Steady, un Bucky O'hare, un marciano de Mars Attacks, un Skeletor y finalmente este The Toxic Avenger. Para cuando yo llegué tan solo quedaban disponibles la pareja, el Skeletor y el The Toxic Avenger. Sin dudarlo me decanté por este último. Un personaje de película serie Z mítico. Antonio me lo mandó por Correos ese mismo día y ha estado dando vueltas por ahí durante veintitantos días. Ya había comenzado a preocuparme. Sin embargo, el Sábado, cuando pasé por Correos a recoger tres paquetes uno de ellos era este. Por cierto, el envío incluye el lápiz de la ilustración. Una Joyita. En próximos días desvelaré el contenido de los otros dos sobres.
A través de las redes sociales conocí al artista noruego Dominic Beyeler. En cuanto vi sus obras quedé prendado de su trazo. Su trabajo se centra sobre todo en los retratos. Algunos basados en modelos otros surgidos de su fantasía. Recientemente recordó que tenía a la venta su libro Bare-Faced. Un trabajo que editó a través de un crowdfunding en el que no participé. En aquel entonces no conocía al artista. Recientemente ha sacado una edición de ese libro en la que a todos los retratos les escribe a mano en el rostro el texto I Am Nobody Who Are You? Queda genial. Por supuesto, es mucho más caro. El mío es la edición normal. Le pregunté si lo podía conseguir con un pequeño sketch y me contestó dándome precio. Me pareció bien y le envié lo acordado. En pocos días ya tenía mi libro en casa. Es una maravilla. Uno no se cansa de perderse entre los numerosos rostros que allí aparecen. En su primera página, este fantástico sketch de una mujer. Aunque el autor me ha dicho que no se ha basado en nadie para realizarlo. Yo creo saber en quién estaba pensando en ese momento.
